8. Pongan su vida al servicio de Dios — 17.12.2012
Mi hija. Cuídate, hija Mía. Me gustaría instruirte ahora, escribe lo que te digo.
La vida que viven aquí en la tierra es únicamente para servir a Dios. Así que pongan su vida al servicio de Dios, de lo contrario no entrarán en el Reino de los Cielos. Sean de buen corazón, hijos Míos. Su recompensa vendrá.
Para poder entrar en el Reino de los Cielos requiere un corazón puro. Quien no está puro en el corazón, no puede entrar. Un corazón puro se puede obtener aquí en la tierra. Ustedes pueden limpiarse a sí mismos. Mucha ayuda ya les ha sido dada. La limpieza puede suceder a través de una variedad de formas. La recepción de la Hostia Consagrada, por ejemplo, les ayuda a mantenerse puros. Cada visita a la iglesia, si se hace con buenas intenciones, les ayuda a alcanzar un corazón puro. Hijos Míos, se les dan infinitas gracias en la Santa Misa. Acéptenlas. Éstas son el camino al paraíso para ustedes.
Sin embargo, la limpieza también se puede llevar a cabo en un nivel diferente. Tú, hija Mía, lo sabes. Tú conoces los dolores del purgatorio. Se te regaló (el purgatorio) para poder comenzar una vez más desde el principio, y esto, aunque para las circunstancias actuales, solo llevabas una vida normal. El poder «recibir» el purgatorio ya aquí en la tierra es una gran misericordia. Tú, Mi hija, lo sabes. Porque tú, Mi hija, lo has experimentado. Y a pesar de todos los tormentos que has soportado, eres ahora una persona mucho más feliz. Has encontrado plenitud en Dios.
Hija Mía, sé agradecida de haber podido experimentar esto, porque solo unas pocas personas son elegidas para esto. Tú eres Nuestra hija y te necesitamos. Y te queremos mucho. Tú nos ayudas convertir almas. No es fácil encontrar almas como tú que estén decididas de ir este camino. Gracias, Mi hija, por tu valentía y dedicación.
Sigue escribiendo todo lo que te contamos y confía siempre en Nosotros. Yo te amo de una manera muy especial. Duerme ahora, hija Mía. Sueña y descansa.
Nosotros te amamos.
Jesús, Dios Padre y tu Madre en el Cielo.