15. ¡Denme su SÍ! — 10/01/2013
Jesús me está esperando.
Hija Mía, escribe, soy Yo, tu Jesús. Estoy muy contento de que sigas Nuestra llamada. Al difundir tus mensajes, Nuestra palabra, se puede hacer mucho bien en su mundo. Muchas almas ahora me encontrarán. Tus mensajes, Nuestra palabra, convertirán a muchas almas. A muchos les quedará claro, como también a ti te quedó claro, que con la oración ustedes pueden cambiarlo todo.
Las personas, las situaciones y mucho más pueden cambiarse positivamente a través de la oración insistente y devota. Tú, hija Mía, eres consciente de esto. Muchos otros vivirán lo que tú viviste. Se darán cuenta que la luz se enciende en todas partes donde aún estaba oscuro. Ya sea con ustedes mismos, por tristeza y depresiones o en condiciones de vida deprimentes. Donde entre la luz ahí vuelve la alegría, de esta alegría captan nuevas ganas de vivir, y cuando hayan aprendido a entregarme a Mí, su Jesús, todo, entonces nada, les prometo NADA, los alejará de Mí y del Amor Divino.
Denme su SÍ, así como tú, hija Mía, lo has hecho, ¡y les concedo grandes gracias! Esto le prometo a cada alma que se convierta a Mí, su Redentor. Los amo, Mis hijos. Prepárense para Mi.
Su Jesús
Madre de Dios: Hija Mía, da a conocer esto.