34. ¡Denles a sus hijos la alimentación que necesitan! — 14.02.2013
Mi hija. Mi querida hija. Siéntate al lado Mío. Soy Yo, tu Madre en el Cielo.
Hoy fue un día agotador pero hermoso para ti. Creces con cada paso y aprendes a entender los nexos. Tal como pasó a ti sucederá a muchos de Nuestros amados hijos, tan pronto como reciban la alimentación (espiritual) que necesitan tan urgentemente. El anhelo en sus almas crecerá cada vez más. Sus mensajes, Nuestra Palabra, ayudan a proporcionar tal alimentación. Ella [la alimentación] les hará bien. Y sería bueno si cada alma abierta a Nosotros tuviera acceso a Nuestra Palabra. Solo piensan en los pobres hijos que crecen sin Nosotros, es decir, a quienes ni sus padres ni la sociedad les cuentan de Nosotros. Son las pequeñas almas sufridas entre ustedes que están llenadas con toda su basura terrenal y ficticia. Manténgalas alejadas de estos escenarios de terror. Denles buena alimentación, es decir, enséñenles sobre Nosotros. ¿Qué otra cosa debiera hacer un alma pequeña y tierna, como la tienen sus hijos, que ustedes le proponen?
Jesús: Tengan cuidado, ustedes padres banales que estén poseídos por la materia. Sus hijos serán peores que ustedes si no comiencen a ser buenos con ellos. Esto incluye la educación. Esto requiere paciencia. Y sobre todo, el amor. Un amor que en ocasiones también se atreve decir No cuando se trata de programas de TV, Nintendo, Internet y cualquier otra cosa que usen para la «distracción». ¿No se dan cuenta cómo los llenan con su basura? ¿No ven crecer el miedo en sus hijos? ¿No ven la agresión que se acumula en ustedes y sus hijos y que explota por la más mínima causa? Denles buena alimentación, y no los estropeen con el vacío, la impaciencia y el desamor. Amen a sus hijos y cuídenlos como les gustaría que los cuidaran a ustedes. Y busquen alimento espiritual para ustedes mismos y sus pequeños. USTEDES deben hacer el primer paso. Empiecen ya, de lo contrario, ustedes y sus hijos perecerán invadidos por los demonios de Satanás, que se están riendo fuertemente de que hayan caídos en sus intrigas de forma tan estúpida y fácil.
Recuerden siempre que son amados.
Dios Padre, el Altísimo, ama a cada alma y también te espera a ti, que lees esto ahora, y a tus seres queridos con los brazos abiertos. ¡Devuélvete! Yo, Jesús, tu Redentor, te guío en tu camino a través de la vida, si me dejas. Dame tu SÍ y llámame diariamente. Estaré allí para ti y tus hijos, y con quienquiera que tu incluyas en tus plegarias, para ayudarlos. Ven ahora a Mí, Mi amado hijo. Te estoy esperando, y te amo. Tu Jesús.
Mi querida hija. Mi hijo llama a cada alma. Él está feliz por ella y la ama. Y la espera con los brazos abiertos, así como lo hace Dios el Altísimo, Nuestro Padre.
Dar a conocer este mensaje rápidamente. Puede salvar almas que estén al borde de caer. Ayúdala / Ayúdenla en la oración. Oren por las familias y oren especialmente también por las madres solteras. Ellas están muy cerca de Mi hijo.
Los amo. Su Madre en el Cielo.
Mi hija. Gracias por seguir Mi llamada. Ahora vete y cuida a tu pequeña hija. Amala siempre. Ella, como todos los niños, son un regalo de Dios. Lo más grande que tienen.
Gracias.