96. La espina en tu ojo — 12.04.2013
Mi hija. Mi querida hija. No te desesperes y acepta todo lo que se te envía. Con tu dolor, ayudas a Mi Hijo a salvar más almas aún, y a través de este sufrimiento, que también Mi Hijo ha experimentado, te acercas a Él más aún. Nunca te enviaremos más de lo que puede llevar, ten claro eso, hija Mía. Yo, tu amada Madre en el Cielo, siempre estoy contigo y te quiero mucho. La espina en tus ojos es un signo de la devoción absoluta a Mi Hijo. Tú, Mi amada hija, no estás consciente de esto (Jesús). Mi Hijo Jesús desea que ustedes, quienes se consagren a Él, compartan Sus dolores, Sus sufrimientos y tú, Mi amada hija, ya has aceptado dos de Sus sufrimientos. Ahora puedes dar a conocer esto, porque ahora ha llegado el momento de dar a las personas una visión más profunda de tu vida con Nosotros, con Jesús.
Mi hija, mantente siempre fuerte. SIEMPRE estamos a tu lado, pase lo que pase, independientemente de cuán fuertes sean los ataques contra ti y tus hijos, y también contra tu esposo, porque TODOS ellos sufren, aunque sea de manera muy inconsciente, con los ataques, y Satanás no exceptúa ni siquiera los pequeños inocentes. Está consciente de esto. Siempre los protegeremos, cree esto y confía. Descansa ahora. Te amamos mucho, hija Mía, Mi Hijo Jesucristo y Yo, tu Madre en el Cielo. No tengas miedo y confía. Mi hijo solo te da tanto como puedes cargar, y si la carga fuese demasiado pesada, entonces es Él Quien te ayuda a cargarla. No te olvides de esto.
Te amo.
Tu Madre en el Cielo.