129. No crean ciega y sordamente a los «líderes» de su mundo de hoy — 09.05.2013
Mi hija. Yo, tu San José, he venido a decirte lo siguiente:
El mundo está cambiando, pero desafortunadamente no para mejor. Lo que a ustedes se les presenta como innovaciones y para el «bien» de todos únicamente sirve para los propósitos del maligno, porque ahora les van a decir que todos los hijos de Dios son iguales y lo interpretarán de tal forma que puedan hacer cumplir sus planes impregnados del comunismo.
Por supuesto, a los ojos de Dios todos los hijos son iguales, sin embargo, todos ustedes son diferentes. Cada uno de ustedes trae algo muy especial. Todos han recibido dones especiales de Dios Padre, Nuestro Creador y Dador de la Vida, y nunca se deben escalonar a los hijos de Dios como «Iguales» porque todos ustedes son especiales a su manera individual.
No se dejen engañar por los lemas de la élite malvada, porque ellos usan la Palabra de Dios para convertirla en lo contrario. Siempre estén alerta y atentos. Nunca cedan ante la multitud y no corran tras ellos, ni balbuceen sus palabras. Piensen, primero háganse su propia impresión. Tomen la Biblia, el Libro Sagrado de Dios Padre, y abran sus corazones para ver si lo que les dicen, lo que les quieran “inculcar” sea realmente cierto.
Levanten su voz y defiendan la verdadera palabra de Dios. No permitan que la tuerzan. Usen su inteligencia para defenderte a sí mismos y a la Palabra de Dios. Así es como ellos lo hacen en el caso al revés y tuercen todo lo que antes ha sido moralmente correcto.
No crean ciega y sordamente a los «líderes» de su mundo de hoy. Usen su inteligencia y sientan lo que les digan sus corazones. Solo las masas se regocijarán por todas estas innovaciones, porque son demasiado flojos y cómodos para cuidar la verdadera palabra de Dios.
Mis hijos: la homosexualidad no viene de Dios. Dios da vida, y en el apareamiento de personas del mismo sexo no se crea vida. Es pura satisfacción, el «acto de amor» de dos personas del mismo sexo. Es un «dejarse estar», «vivir sí mismo» sin reconocer los valores de Dios, en contra de la naturaleza que Dios Padre ha creado tan maravillosamente. Por cierto, esto también se aplica a todas aquellas personas que tienen relaciones extramatrimoniales o infidelidades, que buscan «mujeres compañeras» o que usan contraceptivos para procrear. Todo esto NO viene de Dios. Es una perversión a la que el diablo los ha «esclavizado». ¡Sean conscientes de eso! Entonces se les abrirán los ojos y se darán cuenta de lo apóstata del camino de Dios que es una relación homosexual.
Mis hijos, Mis queridos hijos, Yo, su San José, no quiero juzgar a nadie, pero sí quiero DESPERTARLOS para que puedan escapar de las garras del maligno. Vuelvan todos a Dios Padre y confíen en Su Hijo, en mí y su Jesús. Él los encerrará a cada uno de ustedes en sus sacratísimos brazos, los consolará y los confortará, pero ustedes deben dar el primer paso.
Quien se vuelva a Jesús, Mi hijo tan amado, volverá a encontrar los verdaderos valores de Dios, y nadie podrá apoderarse de su mente y alma. Volverán a poder distinguir entre el bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto y verán a dónde las mentiras de los malvados finalmente los querrán llevar: a los brazos de Satanás, su maestro, quien quiere apoderase del mundo entero y devorar a cada alma, no porque los quiere, sino para ver a Dios Padre, el Altísimo, sufrir por ustedes, porque él, Satanás, los torturará miserablemente y su agonía será inmensa.
Así que estén alerta, atentos e inteligentes. Usen sus dones que Dios Padre les dio y siempre acudan a Jesús. Con ÉL entrarán victoriosamente en la Nueva Jerusalén, con ÉL descubrirán las glorias de Dios Padre y podrán vivir en alegría, felicidad y amor en el Reino de la Paz por siempre. Que así sea.
Su José quien los ama.
Divulga esto, Mi hija.