212. ¡Dense la vuelta porque de lo contrario el abismo se convertirá en su morada! — 23.07.2013
Mi hija. Mi querida hija. Siéntate conmigo y escribe. Hoy quiero decirte lo siguiente, porque es de una importancia extraordinaria:
Mi Hijo, Jesucristo, Salvador y Redentor de todos los hijos de Dios, sólo puede salvar al quién desee esto.
El que no LE da su amor a ÉL, el que niega a ÉL y a Su Santo Padre, no podrá entrar en el Nuevo Reino de los Cielos, una combinación de cielo y tierra, porque las puertas de este Reino, el Nuevo Reino de Mi Santo Hijo, sólo se abrirán al quien esté puro de corazón, pero permanecerán cerradas al quien no se haya preparado para Jesús y el tiempo venidero.
Por lo tanto, Mi amada hija, dile a todos Nuestros hijos que preparen sus corazones y almas para el día de la gran alegría, porque sólo así podrán tomar su herencia dada por Dios, sólo así podrán entrar en el Nuevo Mundo de las Glorias, el Nuevo Paraíso, creado para cada hijo del hombre, porque TODOS ustedes son hijos de Dios y como tales, Dios Padre tiene preparado este regalo maravilloso y eterno para todos ustedes.
Acéptenlo, porque sólo así su alma será feliz, dense la vuelta porque de lo contrario el abismo se convertirá en su morada.
Los amo, a cada uno de ustedes.
Unidos en el amor eterno, su Madre en el Cielo que tanto los ama, Madre de todos los hijos de Dios, con Jesús y Dios Padre, quienes esperan ansiosamente su SÍ y su regreso. Amén.
Gracias, Mi hija. Difunde esto.