242. ¡Es desde hace tiempo que ya no pueden soportar la verdad! — 24.08.2013

Mi hija. Su mundo se está llegando a su fin, pero la mayoría de ustedes no lo quiere ver o no lo ve. Viven lejos de la realidad y se dejan cegar por los medios de comunicación y las masas, quienes a través de sus vítores y sus «danzas de mono» no ven a QUIÉN están vitoreando y para QUIÉN están realizando sus bailes alegres.

Ustedes los ser humanos están siendo tan engañados y simplemente no quieren ver la verdad. Mientras aún estén bien, todo parece ser aceptable, solo que nada malo debe sucederles a ustedes. Al ser así su mundo ilusorio se derrumbará como un castillo de naipes, sus supuestos amigos se alejarán de ustedes, porque se preguntarán ¿quiénes son ustedes ahora, qué es lo que pueden ofrecerles a ellos y al mundo?

Sin dinero, puestos altos, ropa y automóvil de diseñador ustedes no son nada en su tan amado mundo ilusorio – y para no perder su nivel, todos los medios son adecuados para ustedes. Son egoístas y desalmados y se están perdiéndo cada vez más en la ilusión, porque es desde hace tiempo que ya no pueden soportar la verdad, porque significaría un cambio radical en ustedes y en su estilo de vida.

Podrían recuperar la conciencia, y es por aquello que tienen miedo, porque saben muy bien de sus días de infancia inocente que había algo que les hacía sentir mal, como una presión, como un remordimiento, cada vez que habían hecho algo «malo». Han estado trabajando en apagar esta conciencia durante demasiado tiempo y han logrado apagarla según sus necesidades. Ustedes son importantes. Solo ustedes. Para ello, todos los medios son adecuados.

¡Oh, de qué manera equivocada, de bajo nivel, horrible se comportan! ¿No saben que su conciencia los protege de las malas acciones? ¿No saben que los mantiene alejados del pecado? Han estirado tanto lo que Dios Padre les dio como una «señal de advertencia» de que están pecando sin remordimiento, y eso tiene efectos fatales, primero en su entorno, porque lo dañan a él, es decir a otras personas, y luego por supuesto a si mismos, porque con cada pecado se alejan de Dios Padre.

¡Vuelvan a ser buenos, «enciendan» su conciencia y cambien! Entonces les será posible prepararse para los días venideros y avanzar con alegría hacia el fin de este mundo que conocen. Conviértanse a Mi Hijo, a su Jesús, y pídanle ayuda y guía. Entonces también ustedes podrán vivir con alegría y enfrentar con altura los hechos de ese tiempo. Nombrarán las cosas por su nombre y no caminarán ciegamente y cegados por los últimos tiempos.

¡Despierten! ¡Cambien! ¡Y vengan a Mi Hijo! El cielo está esperando a cada uno de ustedes, y Dios, el Padre de todos Nosotros, perdonará sus pecados, tan grande es Su amor por ustedes.

Vengan, Hijos Míos, vengan. El cielo los está esperando, pero ustedes deben dar el primer paso.

Que así sea.

Su Madre en el Cielo quien los ama.
Madre de todos los hijos de Dios. Amén.

 

«Amén, les digo esto:

Quien sigue viviendo en la cegada, 

quien Me niega su SÍ, 

quien no se de vuelta y no escuche la palabra de Mi Santísima Madre, se perderá porque Yo no lo podré llevar conmigo.

Así que denme su SÍ y cambien su vida, entonces, Mis tan amados hijos, Yo vendré a salvarlos y grande será la alegría de Mi y su Padre.

Que así sea.

Su Jesús Quien los ama.
Redentor de todos los hijos de Dios.»