281. Siguiendo Nuestra llamada, se les da el «poder» de prevenir los peores males — 22.09.2013
Mi hija. Mi querida hija. Vuelve a Nosotros y no te preocupes, porque todo lo que les decimos a ti y a ustedes, Nuestros hijos de todo el mundo es para su bienestar, ¡porque escuchando Nuestra Palabra y siguiendo Nuestra llamada, se les da -a través de su oración- el «poder» y la «fuerza» para prevenir, detener e incluso evitar los peores males!
Estén consientes de esta fuerza y poder de la oración -su oración- y utilicenla, empléenla en la lucha contra el mal y así sálvense a sí mismos y a millones de almas que de lo contrario -sin su poderosa oración- estarían perdidas.
Mis hijos. ¡Conviértanse! ¡Encuentren el camino hacia Mi Hijo! ¡Un SÍ a Él de su parte y su conversión comenzará! No necesitan hacer mucho más porque será un proceso automático y cada vez más serán «cambiado» por el amor divino del Señor y cada vez más se acercarán a ÉL hasta que finalmente encuentren completamente a ÉL y vivirán su vida en plenitud y llenos de alegría.
Mis hijos. No se dejen «debilitar» por los planes forjados del maligno para engañarlos, para «poseerlos», para controlarlos, para torturarlos, para hacerlos sufrir y para seducirlos. ¡Escuchen Nuestra Palabra en estos mensajes y crean y confíen!
Ningún hijo que es fiel a Nosotros se perderá. ¡Nosotros, Mi Santo Hijo y Yo, su amada Madre en el Cielo, prometemos esto!
Gracias por escucharme y seguir Mi llamada. Los amo. Mi Sagrado Corazón maternal consiente con ustedes.
Su Madre en el Cielo.
Madre de todos los hijos de Dios.
«Sigan el llamado de Mi Santísima Madre y todo estará bien para ustedes. Yo, su Jesús, los cuidaré entonces y Me preocuparé de TODOS los asuntos de su vida. No se desesperen nunca, porque su alma será salvada. Se lo prometo por Mi Sagradísimo Corazón.
Su Jesús Quien los ama.
Salvador de todos los hijos de Dios. Amén.»
«Vengan, Mis hijos, vengan, porque Mi hijo los espera. Los guiará a través de estos terribles días y cada uno de ustedes que LE de su SÍ Me encontrará a MÍ. Amén.
Su amado Padre en el Cielo.
Creador de todo el ser».
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«El Señor ha hablado. Así que sigan su llamada. Yo, su ángel del Señor, se les digo. Amén.»