352. ¡Acepten los regalos del Cielo! — 22.11.2013
Mi hija. Mi querida hija. Yo, tu Santa Madre del Cielo, estoy aquí para decirte a ti y a Nuestros hijos lo siguiente:
Cuando Mi Hijo venga y los lleve consigo, su alma debe ser pura. Debe haberse preparada y debe haber eliminado todo pecado. Así que vayan siempre a confesarse, Mis queridos hijos, porque sólo así obtendrán la indulgencia del pecado,ya que la misericordia de Mi Hijo los perdona en cada confesión.
Sin embargo, Mis queridos hijos, muestren su arrepentimiento, pues de nada sirve hacer una confesión de labios, pero no sentir remordimiento en el corazón. Así que arrepiéntanse de sus actos pecaminosos, palabras, acciones y quédense completamente con Dios y con Mi Hijo, porque ellos los preservan del pecado y los inundan con Su Amor Divino.
Mis hijos. ¡Acepten los regalos del Cielo! ¡Visiten sus Santas Misas! ¡Confiésense! Y sean buenos los unos con los otros. Quien tenga un corazón puro no tiene nada que temer, pero quien es impuro y lleno de pecado, sin arrepentimiento en su corazón y sólo preocupado por su propia ventaja, quien no ama al otro y le hace el mal conocerá el temor, pues cuando Mi Hijo venga a redimir a todos los hijos fieles, entonces el quien es malo y desobediente, vengativo y egoísta tendrá un duro despertar.
Así que vuelvan y den su SÍ a Jesús, porque ÉL les ayudará en todos sus viajes. ÉL estará con ustedes en cada etapa de su vida, y EL vendrá a redimirlos y a llevarlos consigo a Su Nuevo Reino que el Padre creó para cada uno de Sus hijos y donde finalmente compartirán sus vidas pacífica y amorosamente y perfectamente felices entre ustedes y con Jesús, su hermano y Salvador.
Que así sea.
Su Madre en el Cielo Quien los ama.
Madre de todos los hijos de Dios. Amén.