353. ¡No permitan que el demonio los encubre con su velo de niebla! — 23.11.2013
Mi hija. Mi querida hija. Gracias por escribir para Nosotros, tú, Mi hija, y a los que te ayudan.
Mi hija. El tiempo apremia. Pronto todo será diferente, sin embargo, Nuestros hijos no lo ven. Su vida aquí en la tierra pasará, sin embargo, ustedes están tan envueltos en su mundo ilusorio que no lo ven, que no quieren verlo.
Hijos, despierten, porque sus días en la tierra están contados. Ya hay tanto sufrimiento, tanto más se apoderará de su tierra, ¡pero ustedes no quieren admitir todo esto! Ustedes se cierran a la verdad, persisten en las apariencias y en la ilusión y se ponen así en gran peligro.
Mi Hijo sólo puede salvar a quien LE da a ÉL su SÍ, pero ustedes están tan metidos en lo exterior que no tienen tiempo, ni lugar, ni amor por ÉL.
¡Mis Hijos, éste no es el camino! ¡Están poniendo en riesgo su eternidad! ¿No saben que detrás de todo el brillo y el glamur sólo los acecha el diablo? ¿No saben que es el diablo quien los colma de pompa y glamur?
Mis hijos, ¡despierten! ¿Dónde está el amor en ustedes, en sus corazones? ¿Creen que con un poco de compasión pueden escapar del diablo? No, Mis hijos, deben confesarse a Jesús, porque de lo contrario el demonio exaltará su poder sobre ustedes y corren el gran peligro de que les robe su alma, llevándosela consigo en el día de los días en que Mi Hijo volverá a salvar a Sus hijos fieles.
Mis hijos. Confiésalo a ÉL, a su Salvador, entonces experimentarán una gran alegría. No permitan que el demonio los encubre con su velo de niebla, porque quien está cubierto con sus velos está atrapado en la ilusión, el mundo nebuloso y ilusorio de la bestia.
Pero como éste [mundo] les agrada tanto, están viviendo sin procurase de la verdad y así se obstruyen su entrada en la Nueva Gloria, el Nuevo Reino de Mi Hijo, que el Padre creó para cada uno de ustedes en el más profundo amor.
¡Así que devuélvanse antes de que sea demasiado tarde y rompan con el mundo ilusorio del diablo! Un SÍ a Jesús, y se les dará ayuda y asistencia, y se les quitarán las trampas del diablo.
Que así sea.
Su Madre en el Cielo Quien los ama.
Madre de todos los hijos de Dios. Amén.
«Amén, les digo esto:
Quien viene a Mí,
quien se convierta a Mí,
quien me de su SÍ y
quien Me siga, le liberaré de los velos de niebla de la bestia y le quitaré todas las trampas, pero su amor por Mí debe ser sincero, porque sólo quien confíe en Mí, crea en Mí y viva conmigo experimentará esta gracia.
Por eso, vengan a Mí, a su Jesús, y juntos viviremos en el Nuevo Reino de la Paz.
Los amo, Mis hijos. Gracias por escuchar Nuestra Palabra y seguir la llamada de Mi Santa Madre.
Su Jesús. Salvador de todos los hijos de Dios. Amén.»
«Que así sea». Dios Padre.