355. ¡Tantos hijos siguen ciegamente al falso profeta! — 27.11.2013
Buenos días, Mi hija. Gracias por venir. Te amo. Escribe, Mi hija, escribe, porque el tiempo apremia cada vez más. Tantos hijos siguen ciegamente al falso profeta y muchos hijos se pierden cada vez más por ello, pues dan oídos al que viene del demonio, lo aclaman y no se dan cuenta de cómo están siendo acorralados y empujados a las trampas del demonio.
Mis hijos. Las enseñanzas de Mi Hijo son relevantes para todos los tiempos. No pueden ser cambiados, aunque es justamente eso lo que está ocurriendo en este momento. Estén advertidos, Mi amado rebaño de hijos, porque los que más les hablan desde «el alma» son los que más daño les hacen. Fingen, mienten, utilizan su descontento para conseguir sus objetivos, para llevar a cabo los planes del maligno y para sacar a Jesús, Mi Hijo, por completo de su vida.
Una vez que ellos muestren sus verdaderos rostros, será demasiado tarde para ustedes, ya que demasiado se habrán [entonces] «asomado a la ventana» contra el Señor, han permitido con indiferencia y aprobación demasiado pecado en sus vidas, y demasiado poco o nada se han vuelto al Cielo, observado los mandamientos del Señor y vivido humildemente y en el verdadero amor unos con otros.
Mis hijos. Un mundo lleno de mentiras e intrigas, de sexo y homosexualidad, de matrimonios entre personas del mismo sexo y de adopciones de niños por parte de aquellos cuya unión nunca podrá dar lugar a una nueva vida, de prostitución, de tráfico y abuso de niños, de aborto y de tantas otras cosas que ustedes aceptan como «normales», pero que no lo son. Todo esto se les ha traído el diablo, y nada de esto viene de Dios, Nuestro Señor y Padre.
Dios ha creado su mundo tan maravillosamente, pero no LE hacen caso, no se vuelven a ÉL y no viven con ÉL. Han abolido el «Hágase Su Voluntad» para ustedes y sus vidas, porque ustedes están viviendo sólo según su [propia] voluntad y no entienden que es precisamente esto lo que causa tanto sufrimiento y maldad y pecado en su oh tan hermoso mundo.
Despierten, Mis hijos, y vuelven a vivir con el Señor, porque es ÉL quien da la vida, es ÉL quien da el amor, es ÉL quien creó todo y es ÉL quien cuida de todos/de todo, sin embargo, se han apartado y se han opuesto a ÉL y no quieren Su cuidado.
El que no vive con el Padre no podrá entrar en el Nuevo Reino. El diablo lo mantendrá bajo su hechizo para siempre y luego, cuando la decisión esté tomada, le infligirá sufrimientos, penurias y tormentos.
Non crean nunca al maligno, porque no tiene ninguna vena buena en sí. A los que le siguen sumisamente tendrán un despertar feo, y no cosecharán nada de lo que les ha prometido. Aquellos, en cambio, que vivan con Mi Hijo serán elevados y la verdadera alegría, la felicidad, el amor y la tan esperada paz serán su cosecha.
Que así sea.
Los amo. ¡Den su SÍ a Mi Hijo! ¡Aún no es demasiado tarde para ello!
Su Madre en el Cielo Quien los ama.
Madre de todos los hijos de Dios. Amén.
«Amén, les digo esto:
Quien sigue siendo terco,
quien no quiere cambiar,
quien no cree en Mí, quien no espera en Mí, perecerá.
Pero el que tiene amor en su corazón, vive conmigo, confía en Mí y vive su vida de acuerdo con Mis enseñanzas y los mandamientos de Mi Padre según lo mejor de su conciencia, a él lo llevaré conmigo a Mi Nuevo Reino y se le regalarán mil años de paz.
Así que vengan a Mí ahora, Mis amados hijos, y comiencen a volverse hacia Mí. Todos los que Me sigan honestamente experimentarán la entrada en la Nueva Gloria, pero los que siguen siendo tercos y duros tendrán un despertar feo.
Así que vengan a Mis Brazos Santos y vuélvanse a Mí con todos sus asuntos, entonces Yo cuidaré de ustedes y una gran alegría llegará a sus corazones.
Los amo, Mis hijos.
Su Jesús.
Salvador de todos los hijos de Dios. Amén.»
«Mi hija, el tiempo es ahora muy apremiante. Te amo. Tu Padre en el Cielo. Amén.»
«El Señor ha hablado. Amén.
Un ángel del Señor. Amén.»