421. ¡Ay del que no haya profesado su fe en Mi Hijo! — 22.01.2014
Mi hija. Mi querida hija. Ven a Mí, hija Mía, y escucha lo que Yo, tu Santo Padre, quiero decir hoy a los hijos del mundo: envié a muchos profetas, pero no quisieron escuchar a ninguno. Muchos malvados salieron y a ellos ustedes sí los siguen ciegamente y con alegría.
Mis hijos. Estás mal guiados y cegados, pues creen que la verdadera felicidad es la riqueza de tipo material, pero no es así. Creen que la vida terrenal debiera estar llena de felicidad y alegría y persiguen las tentaciones y seducciones, porque no saben que la verdadera felicidad está en Mi Hijo y la verdadera alegría en el interior. Por lo tanto, quien busque la riqueza, la felicidad y la alegría en lo exterior, permanecerá siempre en caminos aberrados, pero nunca se llenará de verdadera felicidad, porque el camino que toma no es el camino hacia Mí, el camino que toma le lleva cada vez más lejos de los valores reales y de la verdad que le permiten vivir en plenitud, riqueza, felicidad y alegría.
Mis hijos. Deben convertirse y desistir del pecado. Mi mano castigadora pronto descenderá y golpeará a todos los que no se han apartado del mal. ¡Será castigadora [la mano]! ¡Será atronadora! ¡Será tembladora! ¡Y causará mucho sufrimiento entre los que no se quieren convertir! Sufrimiento que será justo, por todas las iniquidades que están haciendo a los que creen en Mí, a los que siguen a Mi Hijo, a los que viven humildemente y confiados en Nosotros, en Mí y en Mi Hijo.
Mis hijos. La justicia vendrá y el juicio caerá sobre ustedes, así que conviértanse mientras aún estamos en la hora de la misericordia, porque tan pronto como ésa haya pasado, ¡ay del que no haya profesado su fe en Mi Hijo!
Mis hijos. La batalla por las almas y la toma de posesión de su tierra y de ustedes mismos planeada por parte del diablo ha comenzado, y el final está cerca. Así que resistan, las tentaciones, las trampas, los juegos de poder, las doctrinas, las mentiras y los «falsos milagros», porque todo esto el diablo lo ha orquestado y lo orquestará para ustedes.
Conviértanse a Mi Hijo y síganlo a ÉL. Su fidelidad a ÉL les dará el Nuevo Reino, así que aguanten hasta que Mi Hijo venga por segunda vez, porque el tiempo está cerca, muy cerca, y Jesús está preparado para ustedes, Sus fieles seguidores. Que así sea.
Los amo.
Su Padre en el Cielo.
Dios Altísimo. Amén.
«Mi hija. Divulga esto. Te amo. Tu Madre en el Cielo.»