556. ¡Regálenles la única base que los protege! — 16.05.2014

Mi hija. Mi querida hija. Siéntate conmigo y escucha lo que Yo, tu Santa Madre en el Cielo, quiero decir hoy a Nuestros hijos de la tierra:

Su vida es preciosa y un valioso regalo del Padre, quien los creó con el mayor amor y quien los prepara para la Vida Eterna a Su lado en la gloria.

¡Protejan la vida y no permitan que sea quitada! ¡No a través del aborto! ¡No a través de la eutanasia! ¡Ni tampoco a través del suicidio! No permitan que sus hijos y jóvenes crezcan sin Jesús, ¡porque una vida sin el Señor es una vida llena de vacío y aberración, que los sumirá a ellos y a ustedes en la tristeza y el pecado!

¡Enseñen a sus hijos las enseñanzas del Señor y enséñales los mandamientos! Ustedes deben ser un ejemplo para ellos, es decir, ustedes son responsables de ellos, de su fe, porque si ustedes como verdaderos cristianos e hijos del Señor viven como Dios Padre quiere, ¡entonces sus hijos les seguirán y nunca perecerán!

¡Sólo Jesús es el camino a la felicidad! ¡ÉL es el camino al Padre, de vuelta a casa y al paraíso! Sin ÉL, sus hijos no reconocerán el camino y estarán expuestos a todas las trampas, tentaciones y males del diablo.

¡Bauticen a sus hijos! ¡Prepárenlos para la Primera Comunión! ¡Y vivan para ellos una vida ejemplar como buenos hijos del Señor y cristianos practicantes!

Amen a sus hijos y denles el mayor regalo que existe: La vida con Jesús, Dios Padre y los Santos Ángeles, porque: Dios Padre cuida de ustedes, Jesús los libera y los redime y los Santos Ángeles del Señor los protegen.

Todos los ayudantes celestiales están a su lado: ellos rezan por ustedes, los guían, los instruyen y les ayudan. El Espíritu Santo los ilumina, les dota de claridad y pureza. Récenle por ustedes y por sus hijos y enséñenles a sus hijos a rezar por sí mismos. De este modo, el Espíritu Santo estará con ellos en cada situación y les dará claridad y perspicacia.

Queridos padres. Si ustedes son cristianos verdaderos, temerosos de Dios, que Le adoran, que creen en ÉL y lo practican, entonces están poniendo los cimientos de “una vida con Dios” para sus hijos y les están regalando la única base que los protegerá y los llevará de vuelta al Padre. Amén.

Su Madre en el Cielo que los ama.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación. Amén.

Mis hijos. Preparen a sus hijos, porque la responsabilidad de ellos está en sus manos. Trátenlos bien, porque son un regalo del Padre para ustedes. Así como ÉL se los dio, ahora devuélveselos a ÉL. Entonces se convertirán en hijos gozosos de Dios y su vida estará al servicio del Señor -no importa qué profesión/vocación sigan-. El Señor será el centro de sus vidas y no perecerán. Amén.

Su Jesús y los Santos Ángeles.”