557. ¡Las últimas horas están corriendo antes de que comience la caída! — 17.05.2014

Mi hija. Mi querida hija. Siéntate conmigo y escucha lo que Yo, tu amado Jesús, digo hoy a los hijos de la tierra:

Mis hijos. Mis hijos tan amados por Mí. Las señales que les fueron predichas, las mentiras, los actos, las profanaciones, las actividades blasfemas y los discursos blasfemos y las exigencias blasfemas de aquellos que deberían amarme, deberían transmitir Mi Palabra en la tierra y que deberían velar por Mis hijos, se harán evidentes ahora pronto para todos los hijos fieles.

En Roma hay infamia y pecado y Mi Corazón Redentor está profundamente herido porque no sólo “ellos”, los “dirigentes” de Mi Santa Iglesia profanan y reniegan de Mí -pues quien cambia Mis enseñanzas no Me ama y peca contra Mí y contra el Padre, Dios Altísimo-, sino que tantos hijos los siguen, los aclaman -su blasfemia velada en palabras adormecedoras y la “modernización” de la Iglesia, de Mi Santo Cuerpo- aclaman los que los guían a TODOS a la condenación si no abren por fin sus ojos, sus corazones a Mí, su Salvador, y a la Verdad que YO SOY y comienzan a enfrentarse a esta “corriente de seducción y digresión de Mis enseñanzas” que -si continúan siguiendo ciegamente a los advenedizos- les causará mucho sufrimiento de alma.

Mis hijos. Despierten y vean que están al final de los tiempos. Las últimas horas están corriendo antes de que comience la caída. Estén advertidos y prepárense, porque Yo, su Santo Jesús, salvaré a cada uno de ustedes que vuelvan a Mí y ¡nadie que Me dé su SÍ se perderá!

El Nuevo Tiempo Glorioso está a punto de amanecer y finalmente encontrarán la paz y su alma se sanará. La paz habitará en ustedes y estará con ustedes. Vivirán como verdaderos hijos del Señor. Pero deben abrir los ojos y los oídos ahora y ponerse en camino hacia Mí. Así los protegeré de las trampas tendidas por el maligno y su alma no se perderá para él.

Pero quien continúe siguiendo a los que le mienten y le seducen, a los que le venden “paja por oro” mientras se enriquecen a su espalda, a él se le diga: el demonio está tendiendo sus redes sobre él, hábil y disimuladamente para que no pueda darse cuenta al principio. Pero luego, cuando haya tensado y enredado hábilmente sus redes, tirará de ellas con fuerza y hundirá en las profundidades de la condenación a todos los que queden atrapados en ellas.

¡Estén, pues, preparados y purifíquense para Mí! De este modo el demonio ya no tendrá ningún poder sobre ustedes y, si siguen Mis/Nuestras instrucciones, no podrá llevarlos al final.

Lleven el Sello del Padre, porque los protegerá y los guardará del castigo, de la peste y de las asechanzas del demonio. Amén.

Su Jesús que los ama.

Hijo del Padre Todopoderoso y Salvador de todos los hijos de Dios.

Divulga esto, Mi hija. (Madre de Dios)