567. ¡Vean lo que está sucediendo en el mundo! ¡Vean lo que está sucediendo en Europa! — 26.05.2014

¡Sólo la oración los salvará de la tercera guerra mundial!

Mi hija. Mi querida hija. Siéntate Conmigo y escribe, hija Mía, lo que Yo, tu Madre en el Cielo que te ama, quiero decir hoy a Mis hijos:

Los milagros que ocurrirán serán muchos, porque Yo, su Santa Madre en el Cielo, les muestro que todo lo que les ha sido predicho es verdad y ¡está OCURRIENDO AHORA! ¡Incluso los incrédulos ya no pueden negar Nuestra verdad!

¡Todo lo que les decimos está sucediendo AHORA! Ustedes no pueden negarlo y sin embargo son tantos que cierran sus ojos a la verdad y permanecen tercos e inmovibles, ¡como si el fin no llegara! ¡Despierten! ¡Levántense! ¡Vuelvan al Señor! El que cierra los ojos a la verdad perecerá, y en la oscuridad y el tormento su alma sufrirá, se marchitará, ¡pero nunca morirá!

Mis hijos. ¡Crean en los milagros que cada vez son más! ¡Crean en Mis apariciones! ¡Crean en Nuestra Palabra! ¡Escúchennos! ¡Y oren, oren, oren! ¡Sólo la oración los salvará de la tercera guerra mundial! ¡A estas alturas, sólo el Señor puede enviar Sus gracias que traerán mitigación y mansedumbre a la tierra!

¡Crean, Mis hijos!

¡Confíen, Mis hijos!

¡Y oren, Mis hijos!

¡Vean lo que está sucediendo en el mundo! ¡Vean lo que está sucediendo en Europa!

Las “masas humanas” son manipuladas y “cavan su propia tumba de condenación”, es decir, ustedes mismos determinan que perecerán y su insatisfacción los “seduce” a cometer actos irracionales -atizado como siempre por el demonio, ¡pero ustedes no quieren darse cuenta(!)- ¡que les traen a todos ustedes la perdición y la condenación!

Hijos, ¡despierten y llenen sus corazones de amor real y verdadero! ¡Este amor del que les hablo cura todas sus heridas! ¡Les da bienandanza, plenitud y paz y los hace felices y alegres! Este es el amor de Mi Hijo el que ÉL les da, ¡con el que los llena en cuanto se vuelvan a ÉL!

¡Su salvación de todos sus problemas es Jesús! ¡Nadie que esté con ÉL estará jamás descontento! ¡Nadie sentirá tristeza y descontento! Vengan a ÉL, a su Salvador, ¡y sean felices por fin! Yo, su Santa Madre en el Cielo, se lo pido, ¡porque Me duele profundamente ver cómo ustedes están forjando su propia infelicidad!

¡Vuelvan a Jesús! Amén.

Su Madre en el Cielo que los ama.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación. Amén.