576. ¡Con profunda gratitud por todas sus oraciones y sacrificios! — 04.06.2014

Mi hija. Mi querida hija. Buenos días. Por favor, diles hoy a Nuestros hijos lo siguiente:

El sufrimiento que ustedes están soportando, sus sacrificios que están aceptando y todas las cargas que están tomando sirven para la curación del mal en el mundo y para el apoyo de aquellos que experimentan un sufrimiento insoportable en el nombre de Mi Hijo, dolor infligido sobre ellos por aquellos que odian a Mi Hijo o siguen ciegamente y sin emoción a aquellos que quieren erradicar el cristianismo, ¡pero esto nunca sucederá!

Mis hijos. No importa cuán grandes sean los sacrificios que les enviemos, ¡acéptenlos con amor! ¡Ofrézcanlos como sacrificio con amor y compasión por sus hermanos y hermanas en el Señor! Y estén siempre muy cerca de Mi Hijo, ¡porque ÉL los ayuda a soportar [la carga] y los libera a ustedes y a todos los hijos que sufren por ÉL – por su fe en ÉL!

Mucho sacrificio, hijos Míos, también es necesario para aquellos que todavía no han encontrado a Mi Hijo. Con su sufrimiento que ofrecen como sacrificio ustedes “conviertan” almas, es decir, si lo ofrecen a Jesús y al Padre, llegará a miles y miles de millones de almas que aún no conocen el amor del Señor y LO encontrarán a través del sacrificio.

Mis hijos. Suena complicado para muchos de ustedes, pero crean y confían, porque todo lo que ustedes “regalan” a Jesús y al Padre vuelve de forma multiplicada -incluso por millones de veces- a la tierra. ¡Están viviendo en el fin de los tiempos y las gracias del Padre son grandes! Muchos hijos todavía tienen que “convertirse”, es decir, todavía se necesita mucha aceptación del sufrimiento y del sacrificio. Pero también [se necesita] su oración, Mis tan amados hijos, ¡porque a través de todas sus oraciones también están logrando conversiones por millones!

Mi Hijo ahora está atrayendo más y más y más almas perdidas e ignorantes hacia Él, ¡para que no se pierdan en manos del diablo! Es el fin de los tiempos y por eso el sufrimiento, el sacrificio y la oración son tan necesarios. Tan pronto como llegue el día del fin, Nuestros hijos deben haber encontrado a Jesús, y con cada día que esperan, puede ser demasiado tarde para ellos. Por lo tanto: ¡acepta el sufrimiento y el sacrificio y devuélvelos como regalo al Señor! Ofrézcanlo: ¡en Sus intenciones! Y recen, hijos Míos, ¡recen! ¡Su oración es y sigue siendo el arma más fuerte en esta batalla final por las almas!

Pronto todo habrá terminado y se les abrirán a ustedes las puertas del Nuevo Reino. Pero solo él que esté con Jesús, que se haya unido a ÉL y que LE han dado su SÍ podrá entrar. Por eso, hijos Míos, recen para que muchas almas se conviertan y el demonio pierda todo poder sobre ellas.

Con profundo y agradecido amor,

Su Madre en el Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación. Amén.

“El tiempo del fin se acerca y muchos hijos no han encontrado todavía su camino hacia Mí. Ofrézcanme a Mí, su Jesús, todas las cargas y sufrimientos y recen, Mis hijos. Así atraeré todavía muchas almas hacia Mí y nuestra entrada en el Nuevo Reino será gloriosa y numerosa.

Con profunda gratitud por todas sus oraciones y sacrificios,

Su Jesús quien los ama.

Hijo del Padre Todopoderoso y Salvador de todos los hijos de Dios. Amén.”