1356. ¡…para que no reconozcan y acepten este regalo tan maravilloso como tal! — 29.04.2022
Mi hija. Mi querida hija. Yo, tu Madre en el Cielo quien te ama, he venido a decirte a ti y a los hijos de la tierra lo que ahora sigue:
¡Prepárense! ¡Prepárense! Estén preparados en todo momento.
Muchos de nuestros hijos tan queridos están en la duda. Temen que Nuestra Palabra puede que no sea cierta. Tienen miedo, pero también esperanza, no obstante, están confundidos. Permítanme, su Madre en el Cielo Quien los ama, decirles los siguiente:
El confundidor está entre medio de ustedes y sus velos están puestos firmemente sobre su mundo. Ustedes están «envueltos» en estos velos de niebla y tantos de ustedes no ven con claridad. Deben orar siempre al Espíritu Santo del Padre y de Mi Hijo, su Jesús, por claridad y reconocimiento pues sólo ÉL puede levantar estos velos, ¡y sólo ÉL puede sacarlos de la niebla de la confusión que siempre lleva a la aberración, es decir, a los caminos equivocados, y así liberarlos de las dudas y de los temores (resultantes)!
Deben orar, Mi amado rebaño de hijos, porque sin su oración están perdidos.
El tiempo es difícil y muy confuso y es imperativo y de suma importancia que se mantengan fieles y entregados a Jesús, Mi Hijo Quien tanto los ama, Quien es SU REDENTOR.
Un tiempo muy difícil de confusión, de desorientación los sobrevendrá ahora. Así que estén advertidos, pero no teman. Quien hace caso a Nuestra Palabra, la pone en práctica y la vive, no tendrá nada que temer. Se mantendrá firme y claro [con vista clara]. Reconocerá.
Sin embargo, este es un tiempo de discordia, de división y Jesús, Mi Hijo, está apenado y triste al ver a su amado rebaño de hijos tan dividido.
¡Deben permanecer con un corazón cálido y siempre en el amor, pase lo que pase, conozcan a quien conozcan, por mucho que “se” burlen de ustedes y quieran desviarlos del camino! Manténganse fuertes y fieles a Jesús, ¡eso es importante!
No juzguen, no intenten imponer o encasquetar su opinión a las personas. Es un tiempo de preparación para lo que viene, y el Aviso los purificará a ustedes y a los demás y los llevará aún más cerca de Mi Hijo.
Oren por ello, por ustedes mismos y por el mundo, ya que el Aviso es un regalo que nunca antes se había dado de esta manera.
Muchos, muchos hijos se convertirán, así que oren, oren, oren para que sean aún más [los que se convierten] y para que incluso los mayores pecadores se vuelvan a Jesús.
El diablo no duerme. El tratará de ENGAÑARLOS A TODOS para que no reconozcan y acepten este regalo tan maravilloso como tal, pero guarden Mis palabras en su corazón y en su espíritu, porque a través del Aviso ustedes y muchos se encontrarán por completo con Mi Hijo, y con por completo me refiero a una cercanía y unión tan especial que sólo un alma preparada y creyente puede experimentar, va a experimentar en toda su pureza y belleza.
Mis hijos. No se dejen engañar y prepárense y estén preparados, porque quien esté preparado para este acontecimiento tan maravilloso tendrá, sentirá, la mayor alegría. Cuanto más íntimamente se han hayan preparado, mayor será esta alegría, que no se puede comparar con ninguna, y repito NINGUNA alegría terrenal, es tan grande, tan dichosa que no se puede describir con palabras terrenales.
Tengan en cuenta que muchas almas no preparadas sufrirán. Ya les hemos señalados las razones de esto.
Y tengan por seguro que el adversario y sus secuaces harán todo lo posible para que este acontecimiento sea declarado de nula importancia. Harán todo lo posible por sumergir a Nuestros queridos hijos en la duda y la confusión, ¡pero ustedes no deben permitir esto!
¡Disfruten de este acontecimiento y examínense si están debidamente preparado para ello! ¡Que no pase ni un día sin su purificación! Oren, oren, oren para que se mantengan claros [con vista clara] y firmes. ¡Supliquen al Espíritu Santo! ¡Supliquen al Padre en el Cielo!
Nunca crean a los advenedizos y permanezcan siempre fieles a Mi Hijo, su Jesús.
El tiempo que les queda es corto. Aprovéchenlo y oren, oren, oren.
Con profundo amor,
Su Madre en el Cielo.
Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación con Jesús, Dios Padre y los Santos y Santos Ángeles del Señor aquí reunidos. Amén.