1382. ¡No tienen ni idea de lo que está por venir! — 31.10.2022
Mi hija. Yo, tu Madre en el Cielo quien te ama, deseo compartir lo siguiente contigo y con los hijos de la tierra hoy:
Sus oraciones son muy necesarias.
¡En estos días y en los próximos será especialmente necesario que TODOS los hijos se unan en oración, en todo el mundo, para que las peores calamidades no rueden sobre Europa, para que la inestabilidad de su suministro [de alimentación, energía, etc.] no se derrumbe (por completo), para que el maligno con sus seguidores que utilizan estos días para traer los peores males sobre ustedes, no alcancen sus objetivos!
Hijos, ¡si solo supieran! Las cosas más terribles están planeadas, y deben orar, orar y suplicar.
Su oración no debe cesar, porque donde haya oración, amados hijos, ahí el diablo no puede anclar, donde haya oración sus demonios deben ceder, donde haya oración, amados hijos, ¡la Luz de Mi Hijo triunfará sobre el mal!
¡Así que oren mucho y con fervor y únanse en la oración, Mis hijos!
¡Sólo la oración de TODOS ustedes puede contener los peores males, sólo a través de su oración, ustedes se salvarán de lo peor!
Donde haya oración, AHÍ ESTÁ MI HIJO, así que oren, amados hijos, oren y únanse en oración EN TODO EL MUNDO.
Yo, su Madre en el Cielo quien los ama, les advierto:
Quien no utilice la oración en estos tiempos tendrá que responder por ello en cuanto haya llegado el día, porque SÓLO a través de la oración podrán detener a lo más cruel, ¡SÓLO a través de su oración (de TODOS ustedes), amados hijos!
¡El que no reza, pronto esperará de haberlo hecho!
¡El que no reza le da al diablo el poder en su mundo!
¡El que no reza, es cómplice, pues está OMITIENDO AYUDAR a este mundo con todos sus hijos de los hombres!
Tendrá que responder por ello cuando haya llegado el día.
Tomen Mis palabras a pecho, porque vienen del más profundo amor por ustedes, Mis hijos.
Yo, su Madre en el Cielo, estoy muy preocupado. ¡Ustedes se encuentran en un hielo muy delgado y no ven cómo todo está por derrumbarse debajo de ustedes!
Queridos hijos:
¡Oren! ¡Porque es a través de las oraciones de todos ustedes que pueden detener los crueles planes del diablo!
¡Supliquen al Padre por mitigación amados hijos, y es eso lo que son, y supliquen por un acortamiento del tiempo!
¡No tienen ni idea de lo que está por venir si no rezan!
¡No tienen ni idea del tiempo que los espera bajo el anticristo!
¡Y no tienen ni idea del tormento y el dolor que sufrirá su alma si rechazan a Jesús, Le son infieles y no suplican!
Hijos, hijos, ¡no es el momento de estar cómodos!
¡Es el momento de la oración, de la fidelidad a Jesús y de la súplica a Dios el Todopoderoso!
El que no suplica, el que no reza, el que es infiel, que se lo digan:
¡Grande será el dolor que le espera, en el aquí y ahora, así como en la eternidad!
Ningún hijo humano sobrevivirá a la brutalidad del diablo, a las crueldades más inimaginables y al reinado del anticristo, pues ya no serán ustedes mismos una vez que hayan aceptado la marca de la bestia. ¡Es una condición inimaginablemente dolorosa, y conducirá a muchos de ustedes a la muerte -muerte eterna- sin esperanza del Nuevo Reino, sin esperanza de salvación por Jesús, sin esperanza de Vida Eterna en la Gloria! Pertenecerán a la bestia, y al infierno de la bestia serán arrojados, ¡pero ya aquí sufrirán los mayores tormentos!
¡Sólo el que permanece fiel a Jesús NO SE PERDERÁ!
¡Será salvado y elevado y con ÉL, los Santos Apóstoles y tantos Ayudantes Celestiales vivirá en el Nuevo Reino de Mi Hijo!
Vivirá en la alegría y ningún mal le sobrevendrá, porque es el Reino de Mi Hijo que alcanzará, y en la dicha y la alegría vivirá.
Recuerden todos los mensajes en los que les hemos hablado del Nuevo Reino.
Ningún(os) sufrimiento(os), ningún tormento, ninguna enfermedad los afligirá. Serán verdaderos hijos dichosos de Dios.
Es una vida llena de alegría, una vida en profunda unión con Jesús y en perfecta pureza.
El diablo no estará allí, pues en este momento estará enfurecidamente encadenado en su infierno. Allí atormentará de la manera más cruel y despreciada a todos los que no querían a Jesús. Es un gran sufrimiento para todas las almas que han caído en él, que vagan ahí sin esperanza y llena de tormento y dolor.
Por lo tanto, amados hijos, y es eso lo que son, ¡oren! ¡Den su SÍ irrevocable a Jesús y supliquen!
Ustedes deben orar en estos días, porque la mayor calamidad está planeada. Por lo tanto, oren para contraponer a todas las misas oscuras que ahora se realizan cada vez más. Digo «realizan» deliberadamente, pues no son dignos de otra palabra, tan oscuros, tan viles, tan abismales y crueles son.
Les pido, amados hijos: ¡oren! Amén.
Su Madre en el Cielo quien los ama.
Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación. Amén.