1400-10. Parte 1, Mensaje de Juan, en un Lugar Santo el 03.03.2023
En un Lugar Santo el 03.03.2023
Mensaje de Juan
Mi hija. El tiempo en el que escribí era desagradable. Los cristianos eran perseguidos. Ese tiempo está volviendo, regresando.
Mi hija. Yo vi este tiempo de persecución de los cristianos al final de los tiempos, antes de que Jesús viniera.
Muchos sufrieron duramente, fueron asesinados y torturados, pero Jesús los llevó a todos consigo y su alma no se perdió.
Vi a muchos sacerdotes desplomarse, es decir, siguieron a la bestia en lugar de mantenerse firmes y de seguir a Jesús.
Tantos pastores condujeron a sus ovejas -ustedes, Mis hijos- en la dirección equivocada y tantas de estas ovejas se dirigieron directamente al infierno sin esperanza de salvación porque eran sordos a la verdad y ciegos. Corrieron hacia falso e hicieron muchas cosas no buenas. Convencidos de que tenían que imponer lo que creían correcto a todos los demás, aquellos también existían, Mi hija, ustedes los tienen a su alrededor.
Entones, vi la gran persecución de los cristianos, pero incluso aquí su oración puede cambiar -y ya ha cambiado.
Vi al anticristo entrar en la Santa Iglesia de Jesús. Los preparativos para esto habían sido hechos por el falso profeta y sus secuaces hace mucho tiempo, y por supuesto culparon «los otros» por esto, pero las instrucciones vinieron DIRECTAMENTE de la llamada Santa Sede, sólo que no estaba ocupada por un Papa Santo.
Vi a más y más adorando al anticristo y por lo tanto encubierta -o también abiertamente- adorando a la bestia, y vi a muchos, muchos innumerables hijos desplomarse en la miseria [necesidad] y aceptar su marca.
El tiempo de resistencia se hizo demasiado largo para ellos. No aguantaron, no resistieron, y para no morir de hambre o para que no los expulsen, para no ser expulsados de la sociedad, finalmente aceptaron la marca.
Esto, sin embargo, significaba la muerte eterna de ellos y de sus hijos, pues también a ellos les dejaron poner [la marca].
Muchas «alimañas» cayeron en el infierno, pero todas ellas eran almas humanas que no deberían haberse perdido, si solo hubieran permanecido fuertes y fieles, habrían aceptado la verdad, no se habrían convertido en seres tibios, en cómodos seres de confort y lujo que parecían cáscaras vacías pero que satisfacían su anhelo con todo lo que el diablo les ofrecía en lugar de volverse a Jesús.
Mi hija. Fue cruel y triste para Mí ver cuántos hijos viven perdidos en este mundo. TODOS tenían una oportunidad, pero no encontraron a Jesús.
El diablo ya había hecho un muy buen trabajo preparatorio durante mucho tiempo, y así fue fácil para él robar a tantos hijos y arrinconarlos y finalmente guiarlos a la perdición, su infierno; ellos se fueron por su propia voluntad, sólo que no lo sabían.
A los que sí lo sabían se les mintió y se les engañó. Se dejaron mentir por el mismo padre de la mentira. Esa es ahora su recompensa.
Pero los otros, Mi hija, me generaron mucha más tristeza, porque ellos estaban buscando [la verdad], muchos de ellos, y fueron engañados de la manera más vergonzosa. Estos son los hijos que, después del cisma de su Santa Iglesia, corren directamente hacia el falso, lo adoran y se pierden.
Mi hija. Es muy complejo lo que vi. Y lo vi para este tiempo en el que viven.
Díselo a los hijos: recen, recen, Mis hijos, porque lo peor puede mitigarse, incluso evitarse.
Mi hija. Vi el hambre. El hambre generada. La sequía, el calor.
Su sol quema y deben tener cuidado. Muchas enfermedades de la piel les traerá, así que protéjanse, Mis hijos.
El clima, Mi hija, es el clima del final de los tiempos. Fue predicho y es lo que yo también vi.
Todos estos son signos, Mis hijos, pero muchos no los ven, no quieren verlos. También esto lo vi para este tiempo, que la gente cerraba los ojos a estas y otras verdades.
Y la Iglesia, Mi hija. ¡Tan pocos sacerdotes siguen fieles a Jesús! ¡Tan pocos predican Su verdadera Palabra!
Pero ¡son tantos los que cambian! ¡Tantos que modernizan!
No tienen escrúpulos y se auto colocan en la «luz santa» en lugar de dejar que el Señor brille y resplandezca, y yo les digo: ¡Su luz no es santa! Yo también esto lo vi, Mi hija.
No tiene por qué haber hambre en su mundo, pero a través del hambre, de las guerras y de otros actos vergonzosos, se acercan cada vez más a sus objetivos: el Gobierno y la Religión Únicos Mundiales.
Mi hija. Vi que el Padre escuchó las súplicas de Sus hijos.
Así que oren, porque es la oración, su oración, la que ayudará a que el final sea más suave y aguantable. Amén.
Tu Juan. Apóstol y «favorito» de Jesús. Amén.
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