1446. … ¡para que sobrevivan el final! — 05.08.2024

Mi hija. Tiempos horribles los esperan en la tierra, pero no tema, no teman, porque Yo, tu y su Padre en el Cielo, ya he mitigado y sigo mitigando para que Mis hijos puedan perseverar y los mayores males sean retenidos.

Jesús: Mi hija. Mi Padre escucha sus oraciones. Todas y cada una, Mi hija. Así que díselo a los hijos del mundo, para que sigan rezando, mucho y con fervor.

Dios Padre: Porque escucho sus oraciones y Yo concedo mitigación para que el final sea llevadero y soportable para ustedes.

Madre de Dios: Pero, amados hijos, y es eso lo que son, deben permanecer en oración y siempre fieles y entregados a Mi Hijo, su Jesús.

Jesús: El que no Me siga, el que se haga apóstata, el que no se mantenga firme, que se le diga:

El fin caerá sobre él y no habrá misericordia para él, porque se ha vuelto infiel a Mí, su Jesús, y ha puesto su bienestar por encima del [bienestar] Eterno.

Madre de Dios: Así que permanezcan firmes amados hijos, y es eso lo que son, y siempre fieles y entregados a Mi Hijo.

Jesús: El demonio los tentará y las tentaciones serán cada vez más fuertes.

Madre de Dios: Pero, amados hijos, y es eso lo que son, no tienen nada que temer si permanecen escondidos en Mi Hijo.

Dios Padre: Podrán resistir a las tentaciones si permanecen fieles a ÉL, su Salvador.

Madre de Dios: ¡Y deben orar, Mis hijos, porque donde haya oración, ¡el demonio no tiene poder!

Amados hijos, y es eso lo que son: Yo, un Ángel del Señor, les advierto hoy:

Tomen en serio la palabra del Padre, del Hijo y de la santísima Madre María, su Madre Celestial, porque el tiempo está avanzado y los males se desatarán cuando menos lo esperan.

Juan: ¡Todo vendrá de golpe a golpe [en rápida sucesión] y no tendrán tiempo para preparaciones!

María Magdalena: ¡Hijos, hijos! Tomen muy en serio la palabra de la madre y de Nuestro Señor. El Padre ya está mitigando, ¡pero no bajen la guardia y la oración! ¡Hacerlo sería bajar el escudo y recibirían un golpe inesperado, desprevenido y duro!

Madre de Dios: Sus oraciones mitigan, Mis hijos, pero no dejen ningún espacio de acción al maligno:  

Permanezcan en oración y permanezcan vigilantes.

Jesús: Estén preparados amados hijos, y es eso lo que son, porque todo está muy cerca.

Un Ángel del Señor: ¡Den gracias al Padre, amados hijos, denle gracias a ÉL, a QUIEN se debe todo honor, porque ÉL mitiga y ÉL protege a Sus hijos para que sobrevivan el final y no caigan presa del demonio!

Madre de Dios con María Magdalena: Ahora vete. Hija Mía.

Dios Padre: Mi hija. Todo ha sido dicho.

Tu Padre en el Cielo, con Jesús, la Madre y muchos santos y ángeles presentes. Amén.