1461. El amor triunfará — 21.11.2024

Dios Padre: Mi hija. Los tiempos son difíciles, pero no desesperen.

Jesús: Un alma que Me ha encontrado a Mí, que está Conmigo, su Jesús, que Me ama, sincera, honesta y devotamente, esta alma no perecerá, porque Yo la defenderé, no sólo ante Mi Padre en el Día del Juicio, sino de todas las impugnaciones y daños del malvado enemigo, para que permanezca pura y Me siga a Mí, su Jesús.

Dios Padre y Madre de Dios: Mi hija. Mi Hijo está a la espera para ayudarles y esperando que Le hablen. Los asuntos mundiales están acelerados y rápidamente ustedes están siendo “llevados al paredón” por parte de la política y la justicia, por parte de la oficialidad, por parte de la banca y por el mismo diablo, cuyo anticristo está entre ustedes y que está causando grandes daños a toda la situación mundial.

Hijos, hijos, estén advertidos, porque si siguen al equivocado, que se les diga: ¡su perdición estará sellada si creen las mentiras, siguen a los advenedizos, juran lealtad al anticristo y no se mantienen firmes!

Mi Hijo, su Jesús, está a la espera para defenderlos, ¡pero aprendan a discernir!

¡No todo lo que les está siendo predicado es palabra del Señor! ¡No todo lo que dicen y a lo que insisten tantos de los hijos consagrados de Mi Hijo es lo que Dios quiere!

Dios Padre: ¡Hijos, hijos, tienen que aprender a discernir! Yo, su Padre en el Cielo, estoy muy preocupado por ustedes. Mi Hijo, Jesucristo, está a la espera, ¡pero no Lo confundan [con el anticristo]!

Un ángel del Señor: ¡Ustedes creen las mentiras! ¡Ustedes siguen a los advenedizos! ¡Ustedes toman al pie de la letra lo que “ellos” les dicen e instruyen!

Hijos, hijos, ¡estén advertidos, porque son tantos los que están dando paso al anticristo y ustedes no lo ven!

¡Enciendan su corazón y recen y supliquen al Espíritu Santo por claridad, sabiduría y discernimiento!

Deben entender cuán astuto es el maligno, y sólo pueden hacerlo con y a través del Espíritu Santo del Señor y Padre.

Quien sigue viviendo como si todo estuviera bien, quien cree que todo eso no le afectara, a él que se le diga: ¡Yo, un ángel del Señor, les he advertido en nombre del Padre!

¡Jesús sólo defenderá al que Le ama y que esté con Él! ¡Este amor es incondicional! ¡Es puro, sincero y honesto! ¡Viene del corazón y Jesús DEBE ser lo primero en su existencia!

Examínense a ustedes mismos, y si no es así ¡cambien! Corran hacia Él, que es su Salvador, ¡y den la espalda al mundo! ¡No cedan sólo para vivir cómodamente unas horas más! ¡Su comodidad les costará la eternidad! Así que, ¡estén advertidos! Y estén preparados para el Señor, Jesucristo, su Salvador, pues el día en que Él volverá está cerca, ¡pero no morará entre ustedes por segunda vez!

El amor, el amor honesto y sincero triunfará, ¡pero todo lo demás morirá en el pantano del fuego del infierno, arderá y quemará y el sufrimiento eterno caerá sobre aquellos que no escuchen la palabra del Señor y Padre!

Hijos, hijos, ¡Jesús es su única oportunidad! ¡Él es el único camino! Quien no encuentre su camino hacia Él se perderá y los fuegos del infierno se convertirán en su hogar…

Ustedes no pueden imaginárselo, de lo contrario ya se habrían convertido, pero escuchen, amados hijos, escuchen la palabra del Señor y del Padre y conviértanse antes de que sea demasiado tarde y caigan [a las profundidades] con todo el pantano y la miseria por toda la eternidad. Amén.

Yo, un ángel del Señor, les traigo hoy este mensaje con el Padre y Jesús, así como con la Madre, y muchos santos y santos ángeles, poderosos, arcángeles, sanadores y gentiles y muchos más.

Si supieran cuántos ángeles existen que el Señor y Padre ha enviado para ustedes, ¡gritarían de alegría y aceptarían e implorarían su ayuda!

Amados hijos, y es eso lo que son: ¡recen y encuentren al Señor! No hay otro camino.

¡Conviértanse y recen! ¡Deben encontrar a Jesús! El tiempo apremia. Amén.

Tu Ángel del Señor con Jesús, el Padre y todos los mencionados presentes. Amén.

Madre de Dios: Mi hija. El Ángel del Señor te ha hablado, así como el Padre y Jesús. Divulga esto. Amén.