1462. ¡No crean que la ignorancia les jugará en favor! — 22.11.2024
Jesús en agonía: Diles a los hijos que los amo. Mucho. Díselo de Mi parte, de su Jesús en agonía. Amén.
Madre de Dios: Mi hija. Yo, tu Madre en el Cielo, los amo mucho. Diles a los hijos de la tierra que sólo convirtiéndose a Jesucristo sus almas no se perderán.
Si no se convierten ahora, van a experimentar el mayor sufrimiento y penas y nunca conocerán la gloria y la bondad del Padre y del Hijo.
La claridad y la sabiduría del Espíritu Santo permanecerán cerradas para ellos y para sus almas, y la vida será difícil e insoportable.
Para muchos ya lo es, sin embargo, amados hijos, y es eso lo que son, será cada vez peor.
Mi Hijo, su Jesús, está a la espera para ayudar a cada uno de ustedes, pero deben dirigirse a Él, es decir: ¡récenle a ÉL! ¡Pídanle a ÉL! ¡Suplíquenle a ÉL! ¡Y ámenlo a ÉL!
¡A nadie, repito, a nadie que LO busque sinceramente, LO ame honestamente y LE sea entregadamente fiel ÉL dejará solo!
Dios Padre: ¡Así que encuentren a Mi Hijo, porque ÉL es el camino hacia Mí!
Madre de Dios: Mis hijos. Los días que les quedan son cortos. Así que preparen sus corazones para Mi Hijo.
EL vendrá a redimir a todos aquellos que son verdaderamente entregados y fieles a EL.
Su amor sincero por ÉL será puesto a prueba ahora, y ¡bendito el que se mantenga firme y que entregue su amor a Jesús! Quien no lo haga estará perdido, ¡pues los días se oscurecerán y el mal prevalecerá!
Ustedes no lo creen, pero es como yo, su Madre en el Cielo, les digo:
El anticristo ha completado hasta ahora sus preparativos y se está siendo implementado y puesto en acción el mal que ha “elaborado”. ¡Él lo hace en nombre de su padre, que es el diablo, y bienaventurado quien NO haya entrado en un pacto con él, porque él es falso, es astuto y engañoso y no conoce la misericordia! Una vez en su mano, no soltará a nadie que haya entrado en un pacto con él, ya sea consciente o inconscientemente. Hijos, hijos, ¡no saben las consecuencias que los esperan!
Sólo tienen una oportunidad de no perder su salvación, y es la conversión, SU conversión a Mi Hijo, Jesucristo, para no causar más sufrimiento y tormento en este mundo -ya sea activa o pasivamente- ¡y para no perderse y pasar la eternidad en el reino del diablo!
Escuchen Mi llamada amados hijos, y es eso lo que son, ¡pues el tiempo apremia y ¡no saben lo que está en juego! Este mundo pasará y vendrá uno mejor y más bello, pero sólo será alcanzable para los hijos fieles a Jesús, ¡mientras todos los demás no lo alcanzarán!
Así que dense vuelta, den su Sí a Jesús, recapaciten y empiecen a vivir su vida con ÉL que es su Salvador, a guardar los mandamientos del Padre que es su Creador y a llenar sus corazones con el amor de Jesucristo y a transmitir este amor a su prójimo.
Si no lo hacen estarán perdidos, pues el diablo los tiene en su mano y en sus garras, ¡aunque ustedes no sean capaces de verlo!
Yo, su Madre en el Cielo, se lo advierto, pues está en juego su salvación y la de sus seres queridos y de su prójimo.
Cuanto más pequen ustedes, más terrible será su eternidad.
¡No crean que la ignorancia les jugará en favor! ¡Al contrario! El diablo la utiliza para atraparlos con sus tentáculos y está tensando las cuerdas que ha tendido como una red alrededor de ustedes, alrededor de su vida y del mundo, ¡de tal forma que no puedan escapar y así él tenga un derecho eterno sobre su alma!
No sean tontos, amados hijos, ¡no sean ciegos!
El diablo no tiene buenas intenciones, y su única esperanza es y sigue siendo Jesús, pero ustedes deben encontrar su camino hacia ÉL para que ÉL pueda salvarlos, ¡y su oración es el primer paso hacia ÉL, su SÍ irrevocable y su voluntad de amarlo y de ponerlo a ÉL en primer lugar de su existencia!
¡Así que escuchen Mi llamada, conviértanse y entréguense completamente a Jesús! ¡Sin ÉL estarán perdidos y su sufrimiento será grande! Pero con ÉL estarán preparados para estos días venideros, y grande será la alegría en sus corazones cuando ÉL regrese para redimir y llevarse a aquellos que fueron verdaderamente fieles a ÉL.
¡Así que oren y abandonen el pecado, purifíquense! En la Sagrada Confesión y a través de la penitencia y el arrepentimiento Mi Hijo perdonará sus pecados, ¡pero deben usar el Sagrado Sacramento de la Confesión para ser liberados del pecado!
Quien no se arrepienta, quien no haga penitencia, quien continúe pecando perderá la eternidad y no alcanzará ni el Nuevo Reino de Mi Hijo ni la gloria eterna del Padre.
Así que escuchen Mi llamada y conviértanse amados hijos, y es eso lo que son. Yo, su Madre en el Cielo, se lo imploro, porque el tiempo es corto, el Aviso está cerca, y el tiempo oscuro será duro, muy duro. Amén.
Con profundo amor,
Su Madre en el Cielo.
Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación. Amén.