1464. ¡El amor y la alegría del Señor en sus corazones! — 24.12.2024

Mi hija. Gracias por haber venido. Me alegro mucho. Que tengan una Navidad maravillosa y bendita, y el amor del Señor llévenlo SIEMPRE y en TODO MOMENTO en sus corazones, porque quien lleva el amor de Jesús, nuestro Señor, en sí mismo es bendecido, y quien transmite el amor del Señor, quien se encuentra con otras personas en ÉL es especialmente bendecido, y los dones, las gracias y los milagros del Señor serán suyos y harán, diseñarán la vida de su entorno / de sus semejantes mucho más bella y gloriosa, porque donde está el amor del Señor, allí está Dios mismo, donde se transmite Su amor, allí está y obra Dios también en otras personas, así que quien vive en el amor del Señor, quien no sólo llena su corazón con este amor siempre y en todo momento, sino que también irriga e inunda su corazón, su ser con este amor, es bendecido y un “ángel” en la tierra, es decir, un siervo bendito de Dios que transmite el amor y el poder curativo asociado del alma y lo distribuye a sus semejantes y a su entorno.

Les deseo a todos una Navidad bendita y el amor y la alegría del Señor en sus corazones, hoy y siempre, porque quien esté lleno de este amor y esta alegría es bendecido y está cerca del Cielo.

Ahora, pues, vaya(n) en paz y celebre(n) esta fiesta en el amor del Señor.

María dio a luz a Jesús, el Salvador de todos nosotros, para nosotros y para ustedes, para que podamos encontrar el camino de vuelta a Dios, nuestro Padre, y para dar sentido a nuestra vida.

Así pues, piensen en Mis palabras y tómenlas a pecho. Yo, su Bonaventura, ¡les deseo una vez más un feliz tiempo de Navidad, que se prolonga hasta el año nuevo y recién termina en la fiesta de la Virgen de la Candelaria!

Con profundo, honorable y sincero amor por todos los hijos de Dios,

Su Buenaventura. Amén.

Madre de Dios: Mi hija. Bonaventura ha hablado. Aunque esta felicitación de Navidad salga tarde, es intencionada e importante.

Tengan un tiempo bendito y dejen que sus corazones y por tanto sus almas brillen con la luz, la alegría y el amor de Mi Hijo, su Jesús, a quien Yo, su Madre en el Cielo, di a luz hace más de 2000 años en el establo de Belén. Amén.

Tu y su Madre en el Cielo, que tanto te amo y los amo. Amén.