1478. ¡Aprovechen estos días de Pascua! — 31.03.2025
Nuestra Señora de Guadalupe: Mi hija. Diles a los hijos que deben aprovechar estos días de Pascua para su conversión, para el arrepentimiento, Mi hija, ¡el arrepentimiento de sus pecados que tanto pesan en sus almas y en el mundo, que hielan sus corazones y petrifican sus almas, y que cortan el camino hacia Mi Hijo, su Jesús!
Así que, ¡diles a los hijos que se confiesen, que hagan penitencia y que se arrepientan!
La confesión, con un sacerdote católico, les traerá alivio, y el perdón de Mi Hijo, A TRAVÉS DEL SACERDOTE CATÓLICO, ¡les dará alegría y felicidad de nuevo!
Su arrepentimiento, con el propósito verdadero y honesto de no volver a cometer este pecado confesado, ni ningún otro pecado les hará irradiar de alegría, ¡y volverán a encontrar el camino hacia Mi Hijo!
Pero, amados hijos, y es eso lo que son, si no se arrepienten de sus pecados entonces (¡) ustedes mismos (!) se están cortando su camino hacia Jesús y, por tanto, el camino hacia la gloria del Padre, lo están obstruyendo para ustedes mismos y ustedes se perderán.
No van a alcanzar un final dichoso, sino que seguirán viviendo petrificados y fríos en el mundo del demonio y ¡NUNCA llegarán a conocer ni a experimentar el verdadero y misericordioso amor de Mi Hijo!
Ustedes mismos se están cortando su camino a la bienaventuranza y se quedan en el aquí y ahora, siempre buscando [recibir] aún más, porque no conocen a Jesús y nunca llegarán a DONDE SU ALMA ANHELA ESTAR, dada por la naturaleza y por Dios: una vida eterna en la gloria, una vida plena con Jesús y el regreso al Padre, su Creador. Amén.
Así que aprovechen este tiempo de Pascua y ¡conviértanse, confiésense, hagan penitencia, arrepiéntanse!
Sus días están contados y mucho mal se desatará ahora.
Estarán solos expuestos a todas las tentaciones que el diablo les tiende y les ofrece, y seguirán al falso, el hijo del maligno, y acabarán en la perdición si no encontrarán ahora a Jesús y se anclan firmemente en ÉL, que es su Salvador.
El tiempo es corto, el fin está cerca, y ¡ay de aquel que confunda al anticristo con Jesús, Mi Hijo!
¡Ay de aquel que ha caído presa de las mentiras y la discordia del Falso Profeta!
¡Ay de aquel que no reconoce!
¡Sólo Jesús es su camino! No hay otro. Amén.
Tu y su Madre de Guadalupe.
Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación. Amén.