76. Desolación y depresión — 28.03.2013
Mis hijos. Mis queridos hijos. Hay una enfermedad que está condicionada por la oscuridad en su mundo que se infiltra a su corazón y los «come». Les ayudamos, cuando deseen eso, pero también ustedes deberían colaborar. Deben empezar a confiar en Jesús. Si no lo hacen, tendrán tiempos difíciles una y otra vez y difícilmente superarán esta enfermedad. Ella afecta al alma que se siente sola y triste.
Mis hijos. Esta enfermedad es una enfermedad de las circunstancias que prevalecen en su mundo. El cambio está en todos ustedes. Las personas que confían en Mi Hijo, que verdaderamente confían en Él, no contraerán esta enfermedad porque Mi Hijo da amor, pero el diablo da desolación y depresión, como ustedes llaman a esta enfermedad en su idioma actual.
Mis hijos, vengan todos a Jesús, Mi Hijo, entonces encontrarán el salvamento que su alma necesita para vivir en paz y extraer del amor que tiene el poder de sanarlos de cuerpo, mente y alma.
Mis hijos, los amo. Su Madre en el Cielo.