95. Muy pronto el cielo se abrirá y las señales serán visibles para todos en el horizonte — 09.04.2013
Mi hija. Mi querida hija. Sabemos lo difícil que es para Nuestros hijos resistir los tiempos de hoy, por eso estamos aquí para ustedes, para ayudarlos, guiarlos y fortalecerlos.
Ahora se coloca una gran carga sobre todos los hijos de Dios. Todo lo que no puedan llevar, dénselo a Mi Hijo. Él se lo entregará a Dios Padre, los envolverá a ustedes en amor y les dará confianza. Quien viva con Mi Hijo lo tendrá más fácil, porque el caos de su mundo no trae ningún bien para Nuestros hijos.
Siempre sean fieles a Mi Hijo y recurran siempre a Él, para que Él pueda intervenir donde se necesite ayuda y consolarlos cuando estén tristes. Él cuidará de todos Sus hijos y les dará la paz eterna. Ámenlo, hijos Míos, y su alegría será grande. Nunca tengan miedo y confíen en Él, entonces las promesas se harán realidad y SU Reino les estará asegurado.
Vengan, Mis amados hijos, ¡vengan! Ya pronto, muy pronto el cielo se abrirá y las señales serán visibles para todos en el horizonte, y Mi Hijo vendrá como está escrito, en lo alto del cielo con todas las señales, y todos Lo verán, pero solo quienes realmente Lo aman esperarán este día con alegría.
Mis hijos. ¡Levántense y estiren su mano a Jesús! ¡Denles su SÍ y sean fieles a Él! Entonces, Mis amados hijos, la alegría también será grande para ustedes cuando Mi Hijo venga y le ponga su fin al maligno.
Alégrense, porque la salvación es inminente. Acepten todas las gracias que Mi Hijo quiere darles ahora, y prepárense para un tiempo maravilloso cuando el mal sea destruido y el amor y la paz tomen su lugar para siempre. Que así sea.
Su Madre en el Cielo.
Gracias, hija Mía. Sé lo cansado que estás. Gracias.