147. Se acerca el tiempo del fin y aún se necesitan mucha purificación y ayuda para liberar a tantos hijos de Dios como sea posible de las garras de Satanás — 21.05.2013
Mi hija. Mi querida hija. Yo, tu Madre en el Cielo, hoy me gustaría decirte a ti y a todos Nuestros amados hijos lo siguiente:
El cielo como ustedes lo conocen con todos sus santos y ángeles bajará a la tierra pronto, muy pronto. Es decir, ustedes sentirán la presencia de Nuestros Santos Ayudantes aún más intensamente, porque se acerca el tiempo del fin y aún se necesitan mucha purificación y ayuda para liberar a tantos hijos de Dios como sea posible de las garras de Satanás.
El Espíritu Santo ilumina “sin parar”, constantemente y con mucho entusiasmo las almas de aquellos que todavía se encuentran muy lejos de Mi Santo Hijo. Él ilumina a todos los hijos de Dios, y se les están dando grandes gracias a través de Su presencia aquí en la tierra.
Los santos y los ángeles ayudan miles y millones de veces a guiar almas hacia el camino correcto. Están entre ustedes – aunque muchos de ustedes no los pueden ver, no los pueden oír – y los guían de la manera que puedan.
Satanás trabaja mucho y de manera eficiente con susurros. También lo hacen los Santos Ángeles de Dios. Hablan con ustedes y animan su mente, aunque desafortunadamente muchos de ustedes no se dan cuenta de esto. Hay demasiados que solo escuchan los susurros del maligno. También aquí lo hacen de manera inconsciente, pero están tan acostumbrados a esto que para ellos es lo más normal.
Pregúntense a sí mismos por qué de repente «explotan» desde la «nada» [sin ninguna razón]. ¿Por qué reaccionan una y otra vez a ciertas cosas con el mismo tono de enojo o – peor aún -con acciones? Todo esto viene de Satanás y sus demonios, que los mantiene inquietos y los hace bailar como una marioneta. «Si él es así, yo [también] soy así».
¡Dense cuenta de esto, Mis queridos hijos! Comiencen a escuchar las palabras buenas. No le den ninguna oportunidad al maligno. ¡Escuchen a los Santos Ángeles de Dios Padre! Visiten sus lugares sagrados y rueguen por el don del discernimiento. Entonces, Mis amados hijos, se alejarán de los susurros del maligno y seguirán el bien.
No dejen que entren pensamientos malvados y oscuros. Escuchen a los ángeles de Dios. Incluso, si eso no les sea posible hacer con su oído, su oído sí percibe las voces de los ángeles. Estas son pequeñas inspiraciones que son positivas y buenas y que les dan paz y comprensión.
¡Digan NO a Satanás y denle la bienvenida a Dios Padre! Vivirán mucho más felices que antes, y una alegría maravillosa y profunda los invadirá.
Que así sea.
Su Madre en el Cielo quien los ama.