183. El camino a Nuestro Señor es tan fácil — 25.06.2013
Mi hija. Mi querida hija. Buenos días Mi sol. Que bonito que te hayas sentado conmigo. Yo tu Santo Ángel de Dios, te pido que escribas para Mí, porque lo que Dios Padre Me ha encargado es grande y significativo, y grande y significativo es la palabra que ÉL les regala a ustedes en estos mensajes.
Mi hija. Mi querida hija. Todos ustedes son hijos del Señor y esa es una comprensión maravillosa, porque como tales, como hijos de Dios, nunca perecerán siempre y cuando se tomen consciencia de DÓNDE vienen, QUIÉN los creó y escuchen a Él, al Padre Todopoderoso.
Mis hijos, el camino a Nuestro Señor es tan fácil, pero el adversario tiene su mundo cubierto y atravesado con velos de niebla, de tal forma que muchos de ustedes pobres almas no puedan reconocer la verdad. Están atrapados detrás de las tinieblas y mal guiados por los ayudantes del maligno de tal forma que no reconocen el camino de la luz y moran como si estuviesen aislados de su creador, Dios Altísimo.
Por supuesto, no están realmente separados de ÉL porque eso no es posible. La luz divina también arde en ellos, sin embargo se marchita cada vez más hasta que casi se apaga y así son una presa fácil para el diablo.
Ustedes deben liberarse de estos velos del diablo. Deben salir de las tinieblas que traen nada más que tribulación e insatisfacción. Díganle SÍ a Jesús porque así es como sean liberados! Díganle SÍ a ÉL, su Redentor, y nada hay que el diablo pueda hacerles. Fracasará con ustedes porque no podrá robarles el alma.
¡Estén conscientes de eso! Un simple SÍ a Jesús y su alma será salvada. Mis queridos hijos, vengan todos a Jesús y escuchen a Su Santísima Madre María, su Madre Celestial, y todo estará bien para ustedes y sus seres queridos si piden por ellos con un corazón puro.
Que así sea.
Su Santo Ángel de Dios.
«Mi niña. Mi hija. Hazlo saber. Este ángel es enviado por Mi Padre y proclama la Santa Palabra de Dios.
Tu Jesús quien te ama.»
«Amén, les digo esto:
Quien no vive de acuerdo con los mandamientos de Dios,
quien LO niega a ÉL, el Padre Todopoderoso,
quien vive solo y sin esperanza de una vida en la eternidad,
para él será difícil, porque su alma perecerá y caerá presa de la condenación eterna.
Así que vengan a Mí, su Jesús, y denme su SÍ. Entonces vendré a salvarlos y el diablo no tendrá más poder sobre ustedes.
Que así sea.
Su Jesús Quien los ama.
Redentor de todos los hijos de Dios.»