1232. La luz de Jesús — 05.02.2020
La Luz de Jesús
La Luz de Jesús es lo que necesitan,
para traer la paz al mundo,
solazarse en su alegría,
sentir la felicidad del cielo,
para no despertar más la envidia y el odio,
porque créanme, hijitos Míos,
no le importa al diablo,
verlos en dolor y sufrimiento,
a él no le duele en absoluto.
Y peor, queridos hijos,
él se deleita en eso, y muy rápidamente
gana a ustedes a través de la envidia y el odio,
que atiza donde la noche oscura
vive en sus corazones, hijos,
y luego se atraparán muy rápidamente
en la trampa del diablo,
y permanecerán allí por mucho tiempo
pero no se darán cuenta, hijos,
porque el diablo es astuto y rápidamente como el viento
los usa y ustedes no lo ven,
y mucho se alejan de la luz
del Cielo y de Jesucristo,
y su alma está cada vez más perdida.
Así que sean leal al Señor,
porque solo ÉL es su estrella,
que brilla en la bóveda celeste,
que les da paz y la mayor alegría.
Así que manténganse fieles, queridos hijos,
que no se pierdan en el viento
del maligno quien quiere atraparlos,
para que él, en secreto y muy silenciosamente,
los pueda manipular y robar,
y luego estarán muy mal, hijos Míos.
Alégrense, querida gente,
porque el Señor los ama, y lleno de alegría
ÉL se reconcilia con cada niño,
quien Le traiga sus pecados a ÉL.
Hagan penitencia y sean buenos de corazón,
así es como alivian el dolor del Señor,
por éste, su mundo vuelto malvado,
que tristemente desplaza a nuestro Señor,
donde el pecado, el poder y mucho dinero
ustedes prefieren antes que el amor del Señor,
y por eso que están lejos del Cielo.
Entonces, dense vuelta, querida gente,
porque solo así experimentarán todas las alegrías,
que el Señor le da a cada uno,
quien viene a ÉL y no se preocupa del dinero,
del poder, del prestigio y cada vez más,
que muchos quieren y tanto lo quieren
y que caen ciegamente en la trampa
y que luego se arrancarán el pelo,
por envidia, ira y tristeza,
porque solo la alegría celestial los hace feliz,
la que no conocen, no sienten,
porque siguen a quien les traiga desagracia,
y así es como se alejan más y más,
y de repente se quedan ahí con las manos vacías,
luego no saben que hacer,
porque han construido todo sobre arena,
su tiempo dieron por lo perecible,
y Jesús ahora es extraño para ustedes,
porque nada hicieron por EL, Mi gente,
y ahora ni siquiera haya tiempo para que se arrepientan.
Así que no esperen hasta que sea demasiado tarde.
Hagan penitencia y arrepiéntanse y oren mucho,
porque eso es lo que su mundo necesita tanto,
no es el poder, no es la apariencia, porque todo eso es humo
y sonido en el Reino de Jesucristo,
Quien es tan benevolente con ustedes,
sin embargo, ustedes LO pisotean,
TODOS ustedes solo quieren disfrutar de su vida,
pero niños, despierten rápidamente,
porque todo eso pasa y pronto, como el viento.
Así que encuentren al Señor, su Jesucristo,
porque pronto, para aquello demasiado tarde será,
y cuando entonces se pierdan,
entonces ya será realmente demasiado tarde.
Los estoy advirtiendo, querida gente,
porque todavía no escuchan el gran campaneo,
que anuncia el fin de los tiempos,
así que mejor prepárense todos,
porque cuando llegue el momento, hijitos,
tienes que ser puros y leales al Señor,
devotos, piadosos y puros de corazón,
porque de lo contrario, hijos Míos, experimentarán grandes dolores,
y muchos de Nuestros hijos se perderán,
porque no cambian y descaradamente
blasfeman y deshonran al Señor,
insisten en su propio bienestar y se burlan de ÉL
y LO declaran como insignificante,
oh hijos, si ÉL se defendiera,
como ustedes lo desean como testimonio de fuerza y poder,
entonces la obra de salvación se habría llevado a cabo en vano.
Ustedes no entienden el misterio de Jesús,
No saben lo que significa ser un cristiano verdadero.
Solo a través de la conversión, la oración y la penitencia
aún puedan encontrar el camino para descansar,
cuando haya llegado el momento en el Reino del Señor,
en amor y alegría y nada está lejos,
de lo que el alma desea y anhela,
así que dense la vuelta y tengan el coraje,
para decir: ¡no! Voy a cambiar ahora,
porque quiero ser como el Señor pretendía.
Quiero ser amor puro y alegría en el Señor,
liberado del pecado y siempre puro,
para complacer al Señor y ser feliz,
aquí en la tierra y luego en la eternidad.
Entonces, dense vuelta, Mis queridos hijos,
porque el Señor los espera y les da regalos en abundancia,
cuando se vuelvan los Suyos, pacíficos y puros,
entonces los envía la mayor alegría
en el corazón, en la vida y pase lo que pase,
Él está a su lado y los está guiando,
y cuando luego su vida termine,
será EL que los lleve al Cielo y su alma se solaza,
con gozo y dicha,
y vivirán con Él por la eternidad.
Los amo, queridos niños,
escuchen Mis palabras porque más rápido que el viento,
su tiempo terrenal habrá terminado,
así que piensen bien dónde entonces quieran estar.
Me voy ahora. Hasta pronto y adiós.
Su Bonaventura, Hasta otra.