254. ¡Ustedes inventaron una esclavitud moderna! — 01.09.2013
(San Buenaventura se ve muy, muy triste)
Mi hija. Sí, me entristece el estado de su mundo. Cámbiense y encuentren de vuelta al Padre, porque sólo así encontrarán la paz, sólo así se reconciliarán verdaderamente, sólo así podrán experimentar y transmitir el amor que tanto le falta a su mundo, porque está lleno de odio, lleno de envidia, lleno de venganza y absolutamente insano.
¡»Todos contra todos» y «todo sólo para mí», así es como veo su mundo hoy, que ha sido tomado por gente hambrienta de poder y en el que los fieles, honestos y amorosos hijos de Dios son esclavizados, torturados y oprimidos por monstruos sin escrúpulos!
¡Ustedes inventaron una esclavitud moderna y sus métodos de tortura también están adaptados a la «modernidad»! Están esclavizados por el dinero, las posesiones y el «querer tener», pero es el dinero el que les ha convertido en un verdadero esclavo. Sin dinero no pueden sobrevivir en esta «modernidad», así que hacen todo lo posible para conseguir dinero. Así que son esclavos del dinero, que a su vez pertenece al grupo de los malvados, es decir proviene del animal. Así que ustedes son esclavos del animal.
Sus métodos de tortura son malos y terribles, ¡porque en su «modernidad» están torturando el alma! ¡Estén conscientes de esto! Su alma está siendo destruida y para tener que soportar lo menos posible, continúan esclavizándose y caen cada vez más profundamente en la trampa del animal.
Y su «modernidad», ¿qué tiene de moderno? ¿Hasta dónde han llegado, cuando nada ha mejorado desde entonces? Por el contrario, todo se ha vuelto aún peor y más cruel, solo ahora envuelto en nuevas tecnologías que significan control -porque los están controlando-, envuelto en monedas unitarias que han destruido su individualidad, en la religión unitaria que se aproxima ahora y que los hará o bien esclavos directos del animal -porque es allí por donde proviene- o que los torturará, porque cuando no obedecerán -no esperen amor y tampoco el respetar de su libre albedrío por parte de quien ha arreglado todo esto- serán perseguidos, rechazados y quedarán sin trabajo, respeto y excluidos.
¿Ven, entonces, por qué estoy triste? Porque todo esto lo que no quieren ver, no pueden ver, a que persiguen ciega y sordamente, no es otra cosa que la caída de ustedes mismos, de su mundo y mucha, mucha tristeza aún van a experimentar su mundo y ustedes, si no se conviertan y vuelvan a Jesús y a Dios Padre.
Despierten y pónganse en las manos amorosas de su Padre, porque sólo ÉL los abrazará con amor, sólo ÉL los liberará y les concederá la Vida Eterna en el Paraíso.
Que así sea.
Su San Buenaventura quien los ama.
(San Antoni asiente con la cabeza)
«El cielo ya está llorando por ustedes y por todo lo que está por venir. Ahora oren y pídanle al Padre que ÉL lo mitigue. De este modo, Su mano castigadora caerá sobre aquellos que desean causarles gran sufrimiento y levantar a aquellos que LE son fieles y devotos.
Que así sea.
Su San Antoni M. C.
Gracias, Mi niña, Mi hija. Vete ahora. Amén.