350. ¡No permitan que el miedo se apodere de ustedes y que por eso cierren sus santuarios! — 21.11.2013
Mi hija. Mi querida hija. Yo, tu madre en el Cielo, te amo mucho. Gracias por difundir Nuestra Palabra y gracias por ponerte a ti, a los tuyos y a tu vida al servicio de Mi Hijo.
Mi hijo. Mi fiel flor. El Cielo está muy entristecido por lo que está ocurriendo en todo el mundo, pero especialmente también donde tú estás, porque vemos como estás sufriendo y sentimos cuánto necesitas Nuestro lugar.
Mi hija. Mi sol. Oren que vuelva la paz y que puedan seguir visitando y entrando en sus Santos Lugares, porque el venir a Nosotros y estar con Nosotros es tan importante para Nuestros hijos.
Será tan difícil [la situación] cuando pronto les serán quitados sus Santas Misas, así que recojan, hijos Míos, y reunan todos sus Santos Objetos, porque así seguirán teniendo la posibilidad de venir a Nosotros, de estar con Nosotros y de celebrar sus Santas Misas según la enseñanza de Jesús.
No permitan que el miedo se apodere de ustedes y que por eso cierren sus santuarios. Esto es precisamente lo que el diablo quiere: intimidarlos tanto que ustedes mismos lleven a cabo «sus» planes, sin que él tenga que hacer nada más.
Así que estén advertidos y guarden sus Libros y Objetos Sagrados, porque todo les será quitado y las enseñanzas de Jesús serán reemplazadas por otras paganas y satánicas.
Mis hijos. Estén en guardia y protejan lo que tienen del Cielo. Los amo.
Su San Bonaventura. Amén.