424. ¡Con la muerte física comienza su eternidad, porque el alma no conoce la muerte! — 25.01.2014
Mi hija. Mi querida hija. Gracias por venir. Mi hija. Yo, tu Santo Padre, estoy aquí para decirte a ti y todos los hijos lo siguiente:
Los amo, Mis queridos hijos, y Mi amor por ustedes es infinito. Los he creado, a cada uno de ustedes, en el más grande e íntimo amor, pero ustedes no conocen de este amor, han olvidado de dónde vienen, Me han olvidado a Mí.
Es muy triste para Mí, su Padre que tanto los ama, ver que tan lejos se han distanciado de Mí. Aún más Me entristece verlos, inconscientes pero llenos de orgullo caer en las trampas del demonio, que obtiene su única satisfacción de hacerlos daño para atormentarme a Mí, pues conoce Mi amor por cada uno de ustedes y, como adversario Mío, se ha propuesto como objetivo quitarme lo que Me es más querido: ustedes, hijos Míos, sin embargo, el ya ha errado en esto en Jesús, mi Hijo Santísimo, y no ha entendido que con la muerte viene la vida y que todo tormento se convierte en amor, misterio que sólo unos pocos entienden, y sin embargo es así, pues quien profesa su fe en Mí, quien confía en Mí, quien ofrece su vida como sacrificio, todo bueno y todo malo, todo bello y todo doloroso, alcanza la Vida Eterna, porque el alma no conoce la muerte, y la Vida Eterna se le da a quien da su SÍ a Mí y a Mi Hijo.
Mis hijos. Mis tan queridos hijos. ¿Entienden ahora lo importante que es encontrar a Jesús? ¿Ven que cuando se han confesado su fe en Mí y en Jesús, el diablo no puede hacerles ningún mal?
Con la muerte física comienza su eternidad, cada sufrimiento que Me regalan vuelve como amor a ustedes y a los demás. Quien siga a Jesús entrará en el Nuevo Paraíso, sin muerte, sin sufrimiento, porque el diablo no tiene poder sobre ustedes, pero, Mis queridos hijos, deben dar su SÍ a Jesús para liberarse del diablo, de lo contrario los reclamará y la condenación será su última morada.
Por eso Yo, su Padre que tanto los ama, estoy triste, porque veo cómo muchos de Mis hijos no han dado todavía su SÍ a Jesús. Por favor, vuelvan y corran hacia Mi Hijo, porque a través de Su muerte ÉL ha conquistado el mal y los ha liberado del pecado.
Acepten este regalo y síganlo a ÉL, así ustedes también vencerán al mal, porque Jesús vendrá a encadenar al diablo y 1000 años de paz serán los suyos.
Que así sea.
¡Vengan a Jesús!
Con el amor profundo,
Su Padre en el Cielo.
Dios, el Altísimo. Amén.
Gracias, Mi hija. Divulga esto. Amén.