425. ¡Sin ÉL no somos nada! — 26.01.2014
Mi niña. Mi querida niña. Gracias, Mi hija. Hoy queremos decirte a ti y a Nuestros hijos lo siguiente:
Pronto llegará el tiempo prometido, pero muchos hijos aún siguen avanzando hacia el abismo y no les importa nada la Palabra del Señor que les damos en estos y otros mensajes.
Mis hijos. En lugar de acumular más y más riquezas terrenales, empiecen y avancen en el camino hacia Dios. Jesús los espera a cada uno de ustedes para llevarlos al Padre, pero el camino hacía allá no es lo exterior, el reconocimiento, la riqueza y otros símbolos que representan estatus para ustedes, sino lo interior, la humildad, la gratitud, el hacerse pequeño ante el Señor, la fe y la confianza, porque sin ÉL, el Padre Todopoderoso, no somos nada, y sin Jesús, Nuestro hermano y Redentor, no podemos recorrer el camino de vuelta a casa, al Padre.
El Señor envió a Su Hijo para redimir a Sus hijos perdidos, por lo que ÉL (Dios Padre) hizo de ÉL (Jesucristo) el camino para ustedes de vuelta hacia ÉL (el Padre). ¡Así que profésense y den su SÍ a Jesús! Entonces, si lo dicen sinceramente, nada se interpondrá en su regreso a casa.
Mis hijos. Digan su SÍ y entréguense a su Redentor, de esta manera el diablo perderá el poder sobre ustedes y se harán fuertes y poderosos, porque el Señor les regalará Sus milagros, les enviará Sus ángeles y les concederá protección y fuerza.
Así que conviértanse y pónganse plenamente a Su cuidado, así pasarán los próximos días (tiempo) con Jesús y al final de los días entrarán con ÉL en Su Nuevo Reino.
Que así sea.
Los amo. Conviértanse.
Su Madre en el Cielo con la Comunión Celestial de Ángeles y Santos. Amén.