428. ¡Ni un solo siervo de Dios está hoy entre ustedes que pueda hacer milagros por sí mismo! — 29.01.2014
Mi hija. Por favor, dile a Nuestros hijos que Mis apariciones aquí con ustedes en la tierra son un gran regalo de Dios Padre para todos ustedes, porque grande es Su amor por ustedes, y por este amor ÉL permite que sucedan estos milagros, para que cada uno de ustedes pueda encontrarme a Mí y a Mi Hijo y así comenzar el viaje a casa con Nosotros hacia el Padre Celestial.
Mis hijos. Alégrense y estén contentos, porque la hora de la misericordia aún no ha terminado, y mientras siga, Dios, el Padre de todos Nosotros en el Cielo, ¡obrará milagros para Sus hijos!
¡ÉL les regala gracias, amor y bendiciones y muestra incluso a los más incrédulos que NOSOTROS existimos, que NOSOTROS estamos ahí para ustedes y les explica QUÉ es lo que va a suceder ahora y CÓMO va a suceder y POR QUÉ!
¡Ábranse a Sus palabras! ¡Ábranse a Su amor! ¡Y acepten todos Sus regalos tan generosos! Tan pronto como la hora de la misericordia haya pasado, la justicia los alcanzará y los castigos serán grandes y severos para los que no aceptaron los regalos del Señor.
Por lo tanto, conviértanse a tiempo, porque el gran juicio llegará y no les queda mucho tiempo.
Mis hijos. Den su SÍ a Jesús y sálvense así del demonio y del castigo del pecado, porque tan pronto como la mano del Señor golpee llegará a todos aquellos que pensaron que pudiesen vivir sin ÉL, el Padre Todopoderoso.
Así que profesen su fe en Jesús y acepten el Sello del Dios Vivo. ¡Entonces se librarán de las plagas y otras penurias y sufrimientos y entrarán en el Nuevo y glorioso Mundo! Pero aquellos que tampoco aceptan los milagros que ahora vienen, que nieguen públicamente Mis apariciones y que desvíen a otros del único camino verdadero que les revelamos en estos y otros mensajes, tendrán que responder ante Dios, Nuestro Señor, y grande será su castigo si no se han convertido a tiempo.
Mis hijos. ¡Crean, confíen y acepten Mis milagros! Milagros que Dios, su Padre, hace que se produzcan para ustedes, a través de Mí, Su humilde sierva y de otros Santos Siervos que NO habitan entre ustedes, sino que están en casa al lado del Señor, Nuestro Padre Todopoderoso.
Así que estén advertidos de los falsos milagros de sus lobos con piel de oveja que los manipulan, porque NO fueron enviados por Dios, ¡sino que únicamente sirven al diablo que los envió al mundo para sus propósitos egoístas!
¡NI un solo siervo de Dios está hoy entre ustedes que pueda hacer milagros por sí mismo!
Crean y confíen y no se dejen cegar por los falsos milagros, pues son cosa del diablo. Yo, su Santa Madre en el Cielo, los advierto, ¡pues quien cae en esta falsedad está muy cerca del infierno!
¡Confíen SÓLO en Mi Hijo, pero no en los hombres!
Con profundo amor,
Su Madre en el Cielo Quien los ama.
Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación. Amén.
«Mi hija. Los falsos están a la espera. Diles esto a Nuestros hijos, pues deben ser advertidos. Te amo, tu Jesús. Amén.»