1400-24. Parte 2, Mensaje de Juan, el 23.03.2023 en un Lugar Santo
El 23 de marzo de 2023 en un Lugar Santo
Mensaje de Juan
Mi hija. Yo, tu Juan, estoy aquí, vine para decirte y mostrarte lo siguiente.
El Santo Ángel del Señor y Padre Me mostró lo que sucederá al final de este tiempo. Él Me mostró todo el sufrimiento que se planifica infligir a los hijos de los hombres y lo que ellos se hicieron a SÍ MISMOS. Me mostró que la oración es el arma más poderosa de todas las armas, y Me explicó que los hijos de los últimos tiempos pueden cambiar su «destino», como lo vi Yo, tu Juan, a través de la oración y súplicas fervientes a Dios, el Altísimo. Estos hijos que oraron fueron protegidos en todo momento en la vida, así como en los últimos tiempos. Ellos recibieron un poder divino a través de la oración ferviente y su fe firme en Jesús, su Redentor. Se aferraron a la fe y a Jesús, y no perecearon. Ya te he dicho todo esto, pero quisiera repetirlo una y otra vez, porque el ángel Me mostró este mundo y esta protección que emanaba de su oración. Él Me dijo:
Juan, Mi hijo, debes repetirlo a los hijos de la tierra al final de los tiempos muchas veces y constantemente, porque solo, y lo repito, solo por su ferviente oración al Padre no perecerán y permanecerán firmes hasta el Señor Jesucristo vuelva.
¡Y es solo a través de sus fervientes súplicas que el Señor y Padre intervendrá y mitigará y acortará el tiempo del anticristo!
Díselo a los hijos de los últimos tiempos una y otra vez Mi hijo, ¡porque el que no ora vacilará, el que no esté anclado en Jesús seguirá al anticristo, el que no esté verdaderamente con el Señor aceptará todo lo que venga del diablo solo para sobrevivir!
Pero, Mi querido Juan, esto significará la muerte eterna para estos hijos, por eso debes seguir diciéndoselo una y otra vez.
Por eso, Mi hija, te lo repito una y otra vez: la oración cambia y los mantiene fuertes, les da fuerzas y les permite perseverar.
Díselo a los hijos de la tierra de Mí y del Santo Ángel del Señor y Padre, porque sólo, y repito, sólo a través de su ferviente oración se mantendrán firmes y fieles a Jesús. Sin embargo, sin oración cederán y perecerán.
Es importante que TODOS los hijos lo sepan y lo pongan en práctica.
Mi hija. Yo, tu Juan, vi mucho sufrimiento. Muchas familias sufrieron hambre. Los padres se quedaron sin trabajo porque no aceptaron el chip al maligno. Los excluían, mientras que los demás parecían celebrar la vida feliz y alegremente. Sin embargo, cada hijo sintió que algo era «diferente» que antes, y esto comenzó incluso antes de que apareciera el anticristo.
Mi hija. Lamentablemente, muy lamentablemente, estos hijos persiguen su bienestar más que escuchar a su corazón y cuestionar lo que están sintiendo. Si lo hicieran, descubrirían muchas verdades, pero éstas por supuesto son incómodas porque requieren un cambio en sus vidas. Así que «se» prefiere seguir viviendo como antes y hacer un compromiso tras otro. ¿Qué tantos problemas podría traer un chip digital? ¡Trae tantos beneficios! Tuve que aceptarlo o hubiera perdido mi trabajo… Excusas tras excusas solo para seguir viviendo cómodamente.
Me entristeció mucho que estos hijos no quisieran aprender nada en absoluto. Reprimieron cualquier forma de «despertar» solo para que no les resultara incómodo.
Hijos, hijos, TODOS ustedes despertarán, pero desafortunadamente muchos de ustedes demasiado tarde. ¡Si supieran acerca de la miseria y el sufrimiento que le espera a su alma, habrían escuchado sus sentimientos y habrían mirado la verdad a los ojos!
Sufrí mucho con todas estas imágenes que Me mostró el ángel. La gran mayoría de los hijos en la tierra vivieron una vida sin sentido, y eso Me puso muy, muy triste. Me hubiera gustado sacudirlos para que despertaran, pero por supuesto esto no era posible.
Mi hija. ¡Así que cuenta ahora lo que vi y escribí y comí a instancias del ángel, porque es ese tiempo [presente] que vi y los hijos de la tierra deben despertar y convertirse!
El Aviso del Señor está cerca, tan cerca, ¡y los hijos deberían aprovechar ese tan gran acto de misericordia!
Es la última oportunidad para no perderse, porque después de eso comienza el tiempo verdaderamente horrible.
Yo, su Juan, les pido: ¡conviértanse!
¡Solo así alcanzarán la Vida Eterna al lado del Señor! ¡Solo así serán verdaderamente felices, ahora y en el Reino de los Cielos! ¡Renuncien a los bienes y riquezas terrenales y recogen tesoros para la eternidad! Eso es todo lo que cuenta, Mis hijos, ¡eso es todo lo que cuenta!
Vivan con el Señor Jesucristo. Es ÉL quien los redimió, pero sólo encontrará verdaderamente la salvación quien LE dé su Sí y se entregue a ÉL.
¡Reaccionen, amados hijos! Deben convertirse, no hay otro camino.
El Nuevo Reino está cerca. Quien no se convierte se encontrará frente a puertas cerradas. Amén.
Mi hija, diles a los hijos que su vida solo vale la pena y tiene sentido a través de la conversión. Quien vive SIN el Señor está separado de la vida verdadera y eterna. Díselo a los hijos. Amén.
Tu Juan Apóstol y «favorito» de Jesús. Amén.
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