468. ¡Siempre estaré con ustedes! — 08.03.2014
Mi hija. Mi querida hija. Acepta todo tal como es, pues es necesario.
Mi hija. Todo sufrimiento, todo cansancio y pesadez y todo lo que impide una rutina diaria normal es necesario en este momento para tocar y convertir las almas de los melancólicos. Así que ofrézcanme a Mí, su Santo Jesús, también esta «carga», porque de esta manera muchas más almas Me encontrarán y Nuestro Ejército Remanente será cada vez más numeroso.
Mis hijos. Sé lo difícil que son para ustedes estos últimos días del final de los tiempos, pero pronto pasarán y todo su sufrimiento, su sacrificio, su expiación, los cosecharán como frutos en Mi Nuevo Reino.
Así que perseveren, Mis tan amados hijos, y esperen con alegría la Nueva Era donde vivirán a Mi lado en plenitud y en el amor, en la alegría y en la gloria, sin sufrimiento ni preocupaciones, porque ustedes son Mis hijos amados en los que Yo y el Padre de todos Nosotros, estamos complacidos.
Mis hijos. Todos ustedes los que están a Mi lado se irán conmigo, porque Mi Reino es su herencia. Mi amor por ustedes es grande e íntimo y Mi es deseo verlos liberados del pecado y viviendo en la plenitud como verdaderos hijos de Dios.
Siempre estaré con ustedes y los acompañaré a través de estos días del fin. Crean y confíen, porque así será.
¡Los amo tanto!
Su Jesús quien los ama.
Salvador de todos los hijos de Dios. Amén.
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Mi Hijo los está esperando. Permanezcan fieles a ÉL. Amén.
Su Madre del Cielo.»