473. ¡Estos días trascendentales! — 10.03.2014
Mi hija. Mi querida hija. (Jesús aparece radiante, sonriente, envuelto de luz blanca, pura, resplandeciente, lleno de alegría). Buenos días, Mi hija. Yo, tu Santo Jesús, estoy aquí para decir lo siguiente a Nuestros hijos hoy:
Todo está preparado (en el Cielo). Díselo a Nuestros fieles seguidores, porque su redención sucederá pronto. Tan pronto como Yo, sus Jesús quien tanto los ama, venga a ustedes, miles de millones de almas más Me reconocerán a Mí, su Salvador, se volverán dirigir sus vidas hacia Mí y Mi Padre, es decir se convertirán y se volverán ser fieles hijos de Dios.
Esto será un gran regalo para todos ustedes, pues Mi venida también tocará y agrandará sus corazones y ¡los llenará de una alegría indecible! Entonces se harán una idea de lo maravillosa que será la vida eterna, porque este amor que los traigo permanecerá inolvidable para ustedes y los hará fuertes y preparados para lo que aún estará por suceder aquí en su tierra antes de que Yo venga por segunda vez y el fin se sellará.
Mis hijos. Perseveren, porque les esperan tiempos gloriosos. Pronto, ya muy pronto, estaré delante de todos y cada uno de ustedes y ¡su alma gritará de alegría!
Pero aquellos que han jurado lealtad a la bestia huirán de Mí, ¡de Mi presencia! Nunca habrían podido imaginar lo “poderosa-potente” que es Mi luz y huirán a los brazos de Mi adversario. Él les dirá aún más mentiras y el mundo se oscurecerá una vez más después [a pesar] de este maravilloso evento y los miles de millones de conversiones.
Los seguidores de Satanás creerán entonces que hubiesen alcanzado su meta cuando su demonio haya ascendido al trono del mundo, y su regocijo será grande, pero de corta duración. Será entonces cuando Yo vendré por Segunda Vez y obtendré la victoria para todos Mis hijos que llevan el sello del Padre. El mal será derrotado, Satanás encadenado y sus seguidores destruidos, tragados por las fauces del infierno, que será su morada.
Mis hijos. ¡Mis queridos, fieles hijos! ¡Todos ustedes se irán conmigo y las glorias de Mi Padre serán suyas! Los amo tanto y espero con alegría estos días trascendentales: la gran conversión de los hijos que aún están perdidos, así como la victoria final sobre Lucifer y sus demonios.
Mis hijos. ¡Sus oraciones hacen tanto bien! ¡Recen las oraciones que les hemos dado en estos y otros mensajes! ¡De esta manera, el número de los que van con ustedes al Nuevo Reino aumentará día a día y el sufrimiento que Satanás quiere infligirles será mitigado!
¡Oren, Mis hijos! ¡La oración es el arma más fuerte que tienen! Es su arma en la lucha contra el mal. Amén.
Los amo tanto.
Su Jesús quien los ama.