514. Sus mandamientos, ¡dados a ustedes por amor! — 11.04.2014
Mi hija. Mi querida hija. Su mundo es una maravillosa creación del Señor. ÉL lo creó con gran amor y les regaló el paraíso. El pecado original de sus antepasados es ampliamente conocido. Sin embargo, Dios, el Padre de todos ustedes, nunca ha dejado de amar a Su creación, a Sus hijos.
Una y otra vez ÉL les ha dado y continúa dándoles «guía», sin embargo, ustedes transgreden todos Sus mandamientos, los cuales ÉL no dio como un castigo para ustedes, sino por amor a ustedes para darles a todos ustedes una vida sana, amorosa y pacífica, porque es exactamente eso lo que Sus mandamientos hacen posible: ¡una convivencia amorosa y pacífica en la que no hay ni discordia, ni codicia ni ningún otro pecado! Es la guía para una vida de alegría y plenitud, pero ustedes pisotean Su amorosa «guía», la escupen y la desprecian.
Su codicia los ha llevado a saquear y desplumar la tierra, así como a sus prójimos. Ustedes no se preocupan ni por el bienestar de sus hermanos ni por el bienestar de su tierra, ¡que está completamente desequilibrada por sus vergonzosas y codiciosas acciones! Ustedes quieren tener y poseer más y más, y nada quieren dejar a los demás.
Mis hijos. ¡No es así como funciona! ¡Encuentren el camino de vuelta al Padre y guarden Sus mandamientos! Vengan a Jesús, Mis hijos, y no se pierdan, porque el diablo ha tendido sus trampas para atraparlos y robarlos. ¡Sólo Jesús puede salvarlos de la «caída»! ¡Vuelvan a ÉL! Denle su SÍ a ÉL, a su Salvador que tanto los ama, y únanse a ÉL en la lucha contra el mal (¡su oración!).
Quien siga a Jesús, LO ame, LE dé su lealtad no perecerá, pero quien siga negando a Mi Hijo, LO rechace y destierre, ya pronto se encontrará en los abismos del infierno. Amén.
Yo, su Santa Madre en el Cielo, los advierto, Mis tan amados hijos. Vengan a Jesús, de lo contrario se perderán. Amén.
Con amor y afecto,
Su Madre en el Cielo que tanto los ama.
Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación. Amén.
Mi hija. Divulga esto. Amén.
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«A quien desobedezca los mandamientos de Mi Padre, no lo llevaré a Mi Nuevo Reino, porque es indigno de recibir este regalo tan precioso.
Así que conviértanse, Mis hijos, y síganme, de esta manera no se perderán al diablo, pues Yo vendré a salvar a todos los hijos fieles a Mí.
Con profundo y humilde amor.
Su Jesús quien los ama.
Amén.»
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«La humildad es un don. (Del Señor para ustedes, así como de ustedes para el Señor). ¡Vívanla!
Sus santos de la Comunión de los Santos.
Amén.»
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Divulga esto, Mi hija.
Amén.