543. ¡La profanación comienza desde Roma! — 04.05.2014

Mi hija. Mi querida hija. Siéntate Conmigo y escucha lo que Yo, tu Madre en el Cielo que tanto te ama, tengo que decir hoy a los hijos de la tierra:

“Escribe, Mi hija, pues es de suma importancia que Nuestra Palabra sea escuchada. Dios Padre en el Cielo”.

Mi hija. El mundo está a punto de ser destruido. Por lo tanto, dense prisa y conviértanse, porque una vez que los peores males vengan sobre ustedes, muchos ya no encontrarán el camino.

La luz del Señor será cada vez menor, es decir, con cada profanación, con cada blasfemia, con cada alteración de la Santa Palabra del Señor, ustedes profanan lo que es Santo y Mi Hijo ya no estará entre ustedes tal como lo están acostumbrados hasta ahora.

La profanación comienza desde Roma y se extiende desde allí a todo el mundo cristiano y no cristiano. En cada congregación se verán los cambios en los Ritos Sagrados, los libros y las misas, pero la mayoría de la gente no lo notará como algo negativo.

Muchos se alegrarán de la “innovación” que está empezando a suceder en la iglesia católica, y más rápido que crean -y más rápido que los verdaderos seguidores de Cristo lo quieran- el diablo será adorado donde una vez fue adorado Jesús.

Mis hijos. ¡Despierten y enfrenten los hechos! ¡No permitan que esto suceda en sus iglesias y congregaciones! ¡Defiéndase! ¡Y organicen Santas Misas en secreto si fuese necesario! Preparen todo esto ahora, porque una vez que el maligno haya entrado en sus iglesias, ¡será demasiado tarde para ustedes!

Muchos de los libros sagrados ya han sido cambiados y sustituidos por otros libros “profanos”. ¡Esto sucederá en todo el mundo! Por lo tanto, Mis hijos, ¡recojan todos sus objetos y libros sagrados! Manténganlos a salvo, ¡porque LOS NECESITARÁN!

¡No acepten simplemente estos “cambios” que ya están ocurriendo AHORA! ¡Prepárense y encuentren sacerdotes, hijos consagrados del Señor, que estén preparados para celebrar Misas con ustedes como Mi Hijo desea!

¡Adoren NUNCA a la bestia, porque eso será su perdición! Amén.

Con profundo amor y siempre unidos,

Su Madre en el Cielo quien los ama.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación. Amén.