1450. … ¡porque el tiempo se acaba! — 18.09.2024

Madre de Dios: Mi hija. La apostasía es grande.

Dios Padre: Va en aumento, hija Mía.

Madre de Dios: Así que diles a los hijos que sólo Mi Hijo puede salvarlos para que vuelvan a creer y encuentren el camino de regreso al Padre.

Dios Padre: Mi hija. Mi tierna alma e hija tan amada por Mí, que eres tú. Ustedes están viviendo en un tiempo muy difícil y Yo, su Padre, lo veo.

Pronto, ya muy pronto no se le dará más tiempo al maligno, es decir en 3 días oscuros que vendrán se librará una batalla final.

Jesús volverá para reinar, ¡pero antes de aquello la tierra y TODOS LOS HIJOS serán PURIFICADOS del pantano, la tentación, la intriga y la maldad!

¡Ningún hijo que NO esté con Jesús entonces sobrevivirá estos días!

Sólo aquellos de ustedes que son fieles serán elevados. La Nueva Jerusalén, conocida por ustedes como el Nuevo Reino de Mi Hijo, descenderá a la tierra, es decir:

La tierra purificada de todo pecado se fusionará con lo que Yo, su Padre en el Cielo, he (pre)parado para ustedes, y ustedes se “mudarán” al entonces Nuevo Reino, es decir:

Comenzará un tiempo dichoso. Durará mil años y al diablo no se le permitirá tentarlos durante este tiempo.

Encadenado en el infierno, atormentará y torturará a aquellos que no han vuelto a [que no han profesado su fe en] Mi Hijo, Jesucristo.

¡Los tibios serán los que más sufrirán, pues reconocerán su tibieza y que fue por ella por lo que acabaron en el infierno!

Será un destino indeciblemente difícil para TODAS las almas que no se hayan convertido a tiempo, pues solo aquellos que verdaderamente amen a Mi Hijo aguantarán y sobrevivirán a la purificación venidera y vivirán felices.

La bienaventuranza permanecerá omnipresente en las almas de los hijos fieles, así que no la confundan con la felicidad terrenal-material, que el demonio les ha presentado durante siglos como algo por lo que merece la pena luchar.

Es un estado del alma que sólo conocen los hijos verdaderamente fieles, sinceros y entregados.

Un ángel del Señor: Mis hijos. El Padre les pide que LO amen por su propia voluntad, ¡PORQUE USTEDES QUIEREN!

ÉL, que es todopoderoso, es un Padre tan amoroso, pero la inmensa mayoría de ustedes no sabe de este amor.

Aquellos que lo han probado quieren que sea su compañero constante, tan curativo es, tan beneficioso que quieren morar en él para siempre.

Así que crean, amados hijos, crean y vuelvan, porque sólo el que esté preparado para Jesús va a (ser permitido) probar de este amor, sólo el que dé su Sí sincero a Jesús encontrará el camino hacia el Padre, sólo el que esté con Jesús, fiel y entregado a Él, “vivirá” la paz de los 1000 años y su alma se regocijará con la más dichosa alegría y plenitud.

Yo, un ángel del Señor, les traigo hoy este mensaje para que estén preparados para estos días que ahora vienen y para que serán permitidos entrar en el Nuevo Reino del Señor Jesucristo.

Aún no es demasiado tarde. Prepárense. Amén.

Madre de Dios: Mi hija. El Padre y un ángel del Señor te han hablado. Por favor, díselo a los hijos. Es importante porque el tiempo está avanzado. Muy avanzado, Mi hija, Mis hijos.

Juan: El mal se desatará. Se pondrá peor y aún peor. Sólo Jesús es su camino. Sin Él perderán su camino y perecerán y se perderán en el pantano del maligno. Amén.

María Magdalena: Mis hijos. Escuchen a la Madre, al Padre, al Hijo. Juan y Yo, María Magdalena, hemos venido porque el tiempo se acaba.

La revelación de su libro, dada por el Santo Ángel que le ordenó comérselo y darlo a conocer al final de los tiempos, ¡es ahora!

Así que no esperen a que llegue TODO, porque si no estén preparados, será demasiado tarde para ustedes.

Yo, su María Magdalena, con Juan, les advierto para que no perezcan y alcancen la vida eterna en el Reino de los Cielos. Amén.

Madre de Dios: Ahora vete, Mi hija. Todo está dicho. Amén.