1459. ¡La impureza de ustedes se estrellará contra Mi pureza! — 06.11.2024

Madre de Dios: Mi hija. Feos son los días en su mundo, y muchas tormentas por todas partes demuestran a las personas lo pequeño y perdido que están ante tales fuerzas que se han desatado y que [aún] están por desatarse.

Su seguridad, la que creían tener, está ‘flotando’ en las aguas, y con ella su fe en la benevolencia de sus gobiernos en tantas partes y áreas.

Jesús: Mis hijos. ¡Yo, su Jesús, soy su única seguridad!

Madre de Dios: Cuando se desaten las catástrofes del final de los tiempos, ¡dichoso el que esté con Mi Hijo!

En vez y cuando ahora ya están teniendo un anticipo de lo que vendrá y de lo impotentes que son ustedes.

Ustedes han ‘construido sobre arena’, pensaban que estaban seguros en su mundo, ¡vean ahora en qué tipo de seguridad creían!

Sólo Jesús es su camino, amados hijos, sólo Jesús, y ustedes harían bien en reconocerlo finalmente.

Yo, su Madre en el Cielo, lloro grandes lágrimas por los apóstatas, los que yerran en la fe y los que están aprisionados en las cosas terrenales.

No han aprendido nada, amados hijos, ¡y su alma sufrirá un gran daño si no se convierten! ¡No sólo sufrirán en la tierra, sino que también sufrirán en la eternidad si no recen y vuelven a Jesucristo, Mi Hijo, ¡su Salvador!

Hijos, hijos, ¡nada en la tierra es para la eternidad!

¡Así que no escuchen a los advenedizos que les predican lo contrario!

El infierno existe, amados hijos que son, ¡igual que el purgatorio!

¡No crean porque un apóstata les diga lo contrario y les predique que no es como yo, su Madre en el Cielo, se lo digo hoy!

El infierno es un lugar de horror, es un lugar de tortura y tormento eterno. El tormento de las almas que allí residen es incomparable a nada en la tierra en cuanto a dolor y tormento y agonía, y si creen que la tierra es el infierno, ¡entonces están equivocados!

Suelten el pecado y encuentren a Jesús, porque si no lo hacen, su(s) sufrimiento(s) será(n) interminable(s).

Sólo Jesús es el camino al Padre en gloria, ¡no hay otro!

Así que no crean a los advenedizos, ¡sino recen y conviértanse!

¡Supliquen al Espíritu Santo para obtener claridad y comprensión!

El Padre escucha sus oraciones, así que ¡supliquen a Él!

Jesús se apresura a socorrer a todos los que sinceramente Le piden ayuda, ¡pero ustedes deben dar el primer paso, amados hijos!

¡ÉL, que es su Salvador, los está esperando! Sin embargo, muchos Le han dado la espalda o sólo Lo ‘conocen’ cuando experimentan sufrimiento. Hijos, hijos, ¡así no es cómo funciona!

Ustedes mismos no quieren ser explotados o utilizados por sus semejantes, ¡pero lo están haciendo con Jesús!

Lo tratan como a un felpudo y luego Él debería rescatarlos del sufrimiento y de las penurias y de la injusticia sólo para luego, cuando tienen lo que querían, volver a humillarlo, olvidarlo, ridiculizarlo, despreciarlo, la lista es larga, Mis hijos, es tan larga…

¡Despierten!

¡Levántense!

¡Reconozcan!

¡Recen!

¡Supliquen!

¡Apártense del pecado!

¡Conviértanse!

¡Den su Sí a Jesús y amen a su prójimo!

No es difícil vivir una vida piadosa, ¡pero ustedes prefieren seguir al diablo!

¡Conviértanse, el tiempo se acaba!

Yo, su Madre en el Cielo, estoy preocupada por ustedes y muy triste al ver cuánto ustedes se han alejado de Mi Hijo y cuanto Lo están insultado, utilizado para luego rechazarlo. Ustedes son bárbaros y como tales tendrán que responder ante el juicio si no se arrepientan y vuelvan a Jesús y empiecen a amarlo de verdad. Amén.

Con profunda preocupación por ustedes,

Su Madre en el Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación. Amén.

Jesús: Mi Madre dice la palabra verdadera. Yo, su Jesús, lloro lágrimas amargas porque no quieren Mi amor.

Todavía hay tiempo para arrepentirse, pronto, muy pronto, este tiempo se acabará y tendrán que responder ante Mi Padre.

Todos sus pecados les serán mostrados primero, y mientras no perezcan de esta miseria, LA CUAL USTEDES HAN CAUSADO Y POR LA CUAL DEBEN RESPONDER, les será concedido un tiempo para arrepentirte desde este momento.

No lo desperdicien y aprendan las oraciones que les hemos dado en estos mensajes para el gran Aviso, que es inminente.

De esta manera podrán salvar sus almas y las de sus seres queridos para que no caigan presa al maligno en caso de que mueran en esta hora.

El Aviso es sólo un breve momento, ¡pero no sabrán cómo soportar Mi presencia si están atrapados en el pecado!

¡Pregunten a aquellos que han experimentado Mi luz!

¡La impureza de ustedes se estrellará contra Mi pureza y su alma no sabrá soportar este dolor!

Conviértanse ahora para que el Aviso se convierta en un regalo de gracia para ustedes y para su alma, un regalo que esperan y aceptan con amor.

Yo, su Jesús, se lo pido, porque el tiempo es corto y se está acabando más rápido de lo que pueden creer. Amén.

María Magdalena: Juan vino a revelar ‘su’ libro, y la última parte está aún por revelarse. No esperen a que se revele, ¡porque entonces no tendrán tiempo de convertirse!

Juan: Así que conviértanse, amados hijos, porque he venido a revelarles ‘mi’ libro al final de los tiempos, tal como el Santo Ángel del Señor y Padre Me lo instruyó a Mí, Juan, apóstol y ‘predilecto’ de Jesús, que soy yo. Amén.

¡No esperen! Amén.