339. ¡Levanten la voz e iluminen a sus sacerdotes! — 09.11.2013
Mi hija. Mi querida hija. Te amo. Dios Padre: escribe, Mi amada hija, porque Mi Palabra aún debe ser escuchada, recibida y actuada por muchas almas. Mi hija. El tiempo apremia. Su sociedad se está alejando cada vez más de Mi Hijo, y aquellos que oficialmente juraron su lealtad a ÉL son los que ahora […]