Mi hija. Mi querida hija. Buenos días, Mi amada hija. Yo, tu San José, estoy aquí para decirles a ustedes hijos de la tierra lo siguiente:

Vuelvan a sus raíces, a Dios Padre, su Creador, ¡y empiecen a dejar que la santidad entre en sus vidas!

Pónganse en contra del catastrófico cambio de su tiempo, porque no trae nada bueno para su alma, ¡sino que los llevará a la condenación!

Tengan cuidado y estén vigilantes, porque muchos de los horrores planeados que el maligno está preparando como una trampa para ustedes ya han comenzado y se están implementando en su mundo. Alemania está a la vanguardia de muchos cambios, sin embargo, estos no siempre son buenos. Miren entre bastidores y reconozcan el malvado juego de los adoradores de Satanás!

Lo que les están elogiando y vendiendo como innovaciones no es otra cosa que un paso más en la dirección de apoderarse de ustedes, y con cada movimiento que hace el diablo los está conduciendo más y más hacia sus tinieblas y los está alejando cada vez más de Jesús y de Dios Padre.

Mis hijos. El tiempo en el que están viviendo es el final de los tiempos. La confusión deliberada que está afligiendo cada vez más a los hijos de la tierra ha sido diseñada hábil y diabólica y deliberadamente, y seguirá aumentando cada vez más con el fin de apartar aún muchos más de ustedes del camino hacia el Padre. ¡Ustedes son esclavos del diablo si no se levantan y profesen su fe en Jesús!

Mis hijos. Encuentren a Jesús, porque ¡EL es la luz, el amor y el camino! Quien no LO siga, quien no se vuelva a ÉL perecerá como esclavo del príncipe de las tinieblas. Den a Jesús su SÍ, su amor, su existencia, y entren en una eternidad pacífica con ÉL en la que la plenitud perfecta será la suya.

Amén.

¡Los amo! Aspiren la santidad en su vida cotidiana, de esta manera no se perderán.

Su San José. Amén.

«Ven a Mí, Mi hija. Yo, tu San José, estoy aquí con Jesús. Diles a Nuestros hijos que los amamos y los libraremos de toda desesperación tan pronto que se dirijan a Nosotros.»

Gracias, Mi hija. Te amo.

¡Los fundamentos de su iglesia y de su vida de fe se basan en los valores del Padre!

Mi hija. Mi querida hija. Escucha lo que hoy quiero decirte a ti y a todos Nuestros hijos:

Los amo, Mi tan amado rebaño de hijos, y los conduciré a todos y cada uno de ustedes a Mi Hijo si así lo desean. Pídanme esto a Mí, su Santa Madre en el Cielo, y récenme. Entonces los presentaré a Mi Santo Hijo e intercederé por ustedes en el trono del Señor.

Así que confíen en Mi Palabra y sigan Mi llamada, porque Mi Hijo los está esperando a cada uno de ustedes, y Su amor es grande y misericordioso. Dios Padre, Nuestro Creador Todopoderoso, anhela su regreso a ÉL y a través de Jesucristo, Su Hijo Unigénito, van a poder recorrer este camino.

Mis hijos. Mis tan amados hijos. Vengan todos a Mí, a su Santa Madre en el Cielo, y Yo los guiaré a Jesús. Pongan su confianza en ÉL, su Santo Salvador, Hijo del Padre Todopoderoso, y ÉL los conducirá al Padre.

Mis hijos. Prepárense, porque el tiempo del fin se acerca con cada día (que pasa). El mal, la inmoralidad, la «normalización» del pecado y su aprobación se están extendiendo como un reguero de pólvora sobre su tierra. Estén advertidos, Mis queridos hijos, y estén vigilantes, ¡porque lo que parece volverse más y más NORMAL no es más que la entrada en el mundo del diablo!

Así que, ¡estén advertidos y manténganse alejados! Vivan como buenos y verdaderos hijos del Señor y no participen en las actuaciones, escenificaciones y seducciones pecaminosas del diablo. La aceptación de esta tendencia que tira por la borda todos los principios morales NO ESTÁ en consonancia con la Palabra del Señor, ¡y su iglesia DE NINGUNA MENERA debe aprobarla, adaptarse a ella ni abrirle sus puertas a esta tendencia diseñada por el diablo! ¡Permanezcan fieles a Jesús, a Su Palabra, a Sus enseñanzas! ¡Guarden los mandamientos del Señor y vivan de acuerdo a ellos!

No se trata en absoluto de una «demonización de la modernidad», como muchos de ustedes reclaman, ¡sino de una maniobra deliberadamente preparada por el diablo para empujar a muchas almas en el abismo! Los fundamentos de su Iglesia y de su vida de fe no son en absoluto rancios, anticuados o pasados de moda, sino que se basan en los valores del Padre, que ha provisto para el bien de todos Nosotros en todos los aspectos.

Desgraciadamente ustedes están demasiado ocupados siguiendo al diablo -sin darse cuenta a menudo- y así entienden cada vez menos estos preciosos valores, mandamientos y enseñanzas. No los están viviendo. ¡Están lejos de Dios!

Mis hijos. Conviértanse, ¡sólo así serán salvados! Sigan a Mi Hijo y escuchen Nuestra llamada en estos mensajes.

Los amo desde lo más profundo de Mi Sagrado Corazón Maternal y los bendigo.

Mi Hijo los ama. Denle a ÉL su SÍ y empiecen a vivir con ÉL como verdaderos hijos del Señor en lugar de seguir defendiendo las mentiras del diablo. Ustedes reclaman contra Dios, su Creador y contra Jesús, hoy como en ese entonces, y se comen las mentiras de Satanás y -lo que es aún peor- las difunden. Ustedes están más cerca del infierno que del Cielo. Así que conviértanse para que Mi Hijo pueda liberarlos. Amén.

Su Madre en el Cielo, que tanto los ama.

Divulga esto, Mi hija. Amén.

Mi hija. Mi querida hija. Yo, tu Santa Madre en el Cielo, hoy quiero decirte a ti y a todos Nuestros hijos lo siguiente:

¡Prepárense, porque no les queda mucho tiempo! Sálvense del diablo y de sus secuaces, porque no les traerán nada bueno ni a ustedes ni a su mundo, y los que no se salven serán víctima de ellos y de sus crímenes sin escrúpulos. Su alma perecerá y nada podrá hacer entonces Mi Hijo por ellos.

Así que prepárense, Mis queridos hijos, y oren. Quien sigue a Jesús, es y permanece fiel a ÉL, el diablo no podrá dañar ni un pelo de su cabeza, porque está bajo la protección del Cielo y el Padre le envía Sus santos ayudantes. Lleven el Sello del Señor, porque les distinguirá de los que no siguen a Mi Hijo, y los protegerá de la desgracia y de la vergüenza tan pronto como los castigos vengan sobre su tierra. La peste y el tormento caerán sobre los que no lleven el Sello del Señor, los sarpullidos afligirán los rostros y la piel de los impíos.

Hijos míos. ¡El peor tiempo aún no ha comenzado! ¡Aprovechen la «hora» que aún les queda y preparen sus mentes, sus cuerpos, sus corazones y sus almas para este tiempo del fin! Manténganse limpios a sí mismos y a sus hogares y abastézcanse de agua, velas y alimentos. ¡Vendrán tiempos oscuros, demonios del diablo vagarán por su tierra! Estén preparados y sigan lo que les decimos en estos y otros mensajes del tiempo del fin. ¡Sólo entonces sobrevivirán! ¡Sólo así entrarán en el Nuevo Reino de Mi Hijo!

¡Estén preparados y purifíquense! Quien no es puro NO está preparado; no ha escuchado Nuestra llamada y no se ha preparado para su Señor y Salvador. Sólo un corazón puro puede presentarse ante el Señor, pero quien es impuro de corazón y de alma, quien vive en el pecado y se entrega a la «carnalidad» ¡no está preparado!

¡Así que purifíquense! Conságrense a Mi Hijo. ¡Vivan según Sus enseñanzas y los mandamientos del Padre! ¡Estén preparados, porque el día de su redención está cerca! Que así sea. Amén.

Su Madre en el Cielo quien los ama. Madre de todos los hijos de Dios. Amén.

Mi hija. Divulga esto. Amén.

«Mi Hijo es santo. Sigan Su ejemplo. Amén.»

Gracias. Divulga esto. Amén.

Mi hija. Mi querida hija. (La Virgen sonríe alegre y amorosamente). Siéntate Conmigo y escribe, Mi hija. Yo, tu Santo Jesús, estoy aquí para decirte a ti y a los hijos de la tierra hoy lo siguiente:

Es Mi Luz la que ilumina su tierra, Mi Amor el que da calor al mundo. Se lo doy a cada uno de ustedes, son dos condiciones básicas las que dan y preservan su vida.

Mis hijos. Si ahora Me destierran de su mundo -ustedes lo están haciendo al permitir que sea expulsado de Mi Iglesia, que sea abolido y olvidado, que ya no participe en sus vidas- esta luz y este amor que sustentan la vida les serán arrebatados. Oscuridad descenderá sobre ustedes y seres insensibles y fríos del mal se extenderán cada vez más, porque ellos temen Mi luz, no aguantan Mi amor, y cuando ésta les sea arrebatado –porque Me rechazan, Me alejan de ustedes y Me deportan– estos seres desalmados se harán con el poder de su tierra. Son los demonios del diablo que saldrán en masa de las profundidades del abismo, y la vida aquí, su vida ya no valdrá la pena vivir.

Así que defiéndanme y oren, Mis tan amados seguidores, porque entonces permaneceré donde Me adoran y honran y daré Mi amor y Mi luz a todos aquellos que Me han permanecido fieles incluso en esta terrible etapa del final de los tiempos. ¡Nosotros como Ejército Remanente somos fuertes y al final de los tiempos seremos victoriosos! ¡Así que permanezcan fieles a Mí y defiéndanme! Oren en cuanto los llame y oren siempre lo que puedan. Ustedes alivian Mi sufrimiento, Mi tristeza, Mi dolor y las lágrimas de Mi Santísima Madre, que, tal como Mi Preciosa Sangre, limpian su tierra, de lo contrario ustedes ya se habrían perdido hace mucho tiempo.

Mis hijos. Los llamo por la noche a causa de los ataques tan graves sobre Mí, sobre ustedes, sobre Mi Madre y sobre muchos de sus santos. Sobre ustedes, porque «se» quiere evocar la Tercera Guerra Mundial a través de masas satánicas, ¡LA CUAL PUEDEN PREVENIR USTEDES COMO EJERCITO REMANENTE A TRAVÉS DE LA ORACIÓN CONSTANTE! ¡Oren todas las noches contra esta guerra! Cada vez que los despierte oren en MIS INTENCIONES, contra la guerra planeada (es decir, por la paz) y por Mi Santísima Madre y Nuestros Santos, porque son muchas las profanaciones que están sucediendo desde Roma y en el mundo entero, y Nuestro sufrimiento por ellas es grande.

Mis hijos. ¡Los llamamos porque los necesitamos! Trabajen en contra todo el mal que se está planeando y que ya se está llevando a cabo, ¡y defiéndanme a Mí, a Mi Madre, a sus santos y a su Iglesia! ¡Aférrense a Mis enseñanzas, a los mandamientos del Padre y oren al Espíritu Santo por claridad y guía! Invoquen al más fuerte de los ángeles, San Miguel Arcángel, porque Él tiene el poder de protegerlos de Satanás y sus mentiras. ¡Invóquenlo y recen las oraciones que les damos en estos y otros mensajes! Estén completamente Conmigo, porque quien esté Conmigo, Yo no lo dejaré. Que así sea.

Los amo. Gracias por sus oraciones y el sacrificio desinteresado de sus noches en oración por todo lo que les he pedido y les pediré siempre.

Su Jesús Quien los ama.

«A cada uno de ustedes lo amo como una parte de Mí, porque todos somos Uno (a los ojos del Padre). Amén. Su Jesús.»

Divulga esto, Mi hija. Gracias. Amén. Vete ahora.

Mi hija. Mi querida hija. Diles a Nuestros hijos que los amamos. Nuestro amor por ellos es infinito y Nuestra alegría por cada hijo que encuentra a Jesús es grande.

Dios Padre los espera a cada uno de ustedes. ÉL se extiende con los brazos abiertos hacia ustedes. ÉL da Su amor todopoderoso a cada hijo de la tierra, pero muchos de ustedes no saben cómo aceptarlo. Están confundidos y atrapados en las brumas y trampas del diablo y no ven la luz del Padre. Están tan distraídos que no perciben Su Espíritu Santo y tan perdidos que no conocen a Jesús o -peor aún- LO rechazan.

Mis hijos. Su conversión es el único camino que los salvará del infierno. Si vuelven a Jesús, el diablo (ya) no tendrá ningún poder sobre ustedes. Digan SI a Mi Hijo y comiencen a vivir como verdaderos hijos de Dios. Quien vuelva a Jesús recibirá alegría y felicidad. Su alma estará plena y nada en el exterior jamás lo volverá a arrancar de Jesús, porque se da cuenta de que la única plenitud está en Mi Hijo, pero lo exterior está plagado y manchado con las escenificaciones del diablo, quien JAMÁS puede dar la plenitud a un alma.

Vuelvan a Jesús, Mi amado rebaño de hijos, y grande será la alegría en el Cielo, así como la suya, porque a quien dé su SÍ a Jesús se le reglará la plenitud. Que así sea.

Los amo tanto,

Su Madre en el Cielo. Amén.

Gracias, Mi hija. Divulga esto. Amén.