Mi hija. Mi querida hija. Acepta todo tal como es.
Mi sol. Yo, tu San Buenaventura, estoy contigo. Quiero decirte a ti y a los hijos del mundo lo siguiente:
El dominio del maligno se está manifestando cada vez más visiblemente en muchas áreas y países. Muchas cosas siguen permanecer ocultas para ustedes, porque son hábilmente organizadas y luego encubiertas por los grupos del maligno. Su mundo no mejorará, aunque el falso profeta se lo haga creer, porque su misión es crear tanta confusión como sea posible entre los cristianos y otras religiones para luego «unirlos» en la religión única mundial.
Él, el falso ocupante del trono de Pedro, está ahí únicamente para guiarlos a TODOS en la dirección equivocada, y está haciendo este trabajo extremadamente bien, porque los hijos de Dios de todo el mundo están cayendo en su plan ideado por el diablo, ¡no importa a qué religión pertenezcan!
Ustedes claman tanto por cambio y renovación, pero ustedes mismos no quieren cambiar, sino que quieren que la gente se conforme a ustedes, que la iglesia católica se someta a sus «necesidades» y ustedes permiten que suceda que la Iglesia de Jesús ya no sea Su iglesia, porque ustedes cambian Su palabra, cambian Sus enseñanzas, LE están desterrando de sus iglesias -sí, hijos Míos, ya están a esas alturas- y aclaman los cambios que les trae el hombre en el trono de Pedro, hasta que luego estarán llegando a adorar a la bestia que riéndose y de manera orgullosa está entrando en sus iglesias, en sus corazones y en toda sus vida.
Mis hijos. La Palabra del Señor no se puede cambiar, ¡porque lo que dice el Señor es para siempre! Quien la cambie, la «adapte» al tiempo presente, ¡no está siguiendo a Jesús! ¡No es digno ante Dios, Nuestro Señor!
No es la Palabra del Señor la que necesita ser cambiada, ¡son más bien ustedes (los) que necesitan convertirse! ¡Ustedes se han perdido en el laberinto del diablo, cayendo paso a paso en sus trampas! Ustedes ven su mundo como normal y la palabra y las enseñanzas del Señor como «anticuadas, pasadas de moda y enmohecidas».
Mis hijos. ¡Lo único que realmente cuenta es el Señor! ¡ÉL los ama! ¡ÉL los cuida! ¡ÉL los creó! ¡Y volverán a casa con ÉL! Pero el que se aleja de ÉL, nada bueno lo espera, y miren a su mundo y verán cuánto desgracia, sufrimiento, penurias, tristeza, destrucción, violencia y división ya hay.
¡Así que conviértanse ustedes y vuelvan a Jesús y a Dios Padre! ¡Fíjense bien y no sigan a los advenedizos! El maligno ha enviado a sus marionetas y las ha colocado en los puestos más altos. ¡Todo esto ya se lo ha sido predicho! ¡Lean las Revelaciones [Apocalipsis]! Lean el Libro Sagrado del Señor y comiencen a comprender que lo que se les ha sido predicho está sucediendo ahora.
Ustedes están viviendo en el final de los tiempos y sólo Jesús podrá salvarlos.
Despierten y oren, porque su oración aún podrá evitar muchos desastres. Lean las Revelaciones, entonces sabrán lo que viene.
Con profundo amor,
Su Buenaventura
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«Los hijos de la tierra no entienden. Despiértenlos para que no perezcan.
Con amor,
Su Antoni.»
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«Sean conscientes de que cuanto más se acerquen a Jesús, más los atacará el diablo. El camino estará lleno de baches, pero siempre estarán más cerca de Dios.
Sean conscientes también de que el diablo no tendrá poder sobre ustedes una vez que hayan vuelto de verdad a Jesús.
El que vive con Jesús vive protegido y verá al Padre.
Un Ángel Santo y la Comunión de los Santos. Amén.»