475. Este tan maravilloso acontecimiento. — 12.03.2014

Mi hija. Mi querida hija. Buenos días, hija Mía. Yo, tu Santo Padre en el Cielo, he venido a darte las gracias, hija Mía.

Mi hija. Por favor, diles a Nuestros hijos lo siguiente hoy: Yo, su Santo Padre en el Cielo, los amo mucho. Perseveren, Mis amados hijos, y encuentren completamente a Mi Hijo. EL los guiará. EL los sanará y EL los cuidará. ¡ÉL les dará el amor del que carecen casi todos los hijos de la tierra y ÉL les dará alegría si vienen a ÉL completamente, se encomiendan a ÉL y confían en ÉL!

Mis hijos. Mis tan queridos hijos. Prepárense, porque el fin está cerca. La Segunda Venida de Mi Hijo es inminente, pero antes de eso a cada alma perdida se le dará la posibilidad de llegar a conocer a Mi Hijo en todo Su amor y divinidad, ¡de aprender a amarlo y darle a ÉL su SÍ!

Mis hijos. Estén preparados para este gran día, este tan maravilloso acontecimiento, cuando miles de millones de almas encontrarán a Mi Hijo antes de que el diablo entonces tome su último «aliento», cometa su última travesura en esta tierra.

Mis hijos. Mi Hijo vendrá a redimirlos y ÉL los llevará con Él a Su Nuevo Reino. Crean y confíen, porque así es como será.

En profundo amor,

Su Padre en el Cielo y su Santa Madre María. Amén.

«El Señor ha hablado. Crean en Su palabra, porque es santa. Yo, el Ángel del Señor, se lo digo. Amén.

Su Ángel del Señor».

«Mi hija. Vendré. Tu Jesús quien te/los ama. Amén.»

«Así que estén preparados para la gloria del Señor, porque ÉL vendrá, les traerá la salvación. Un ángel de los 7 coros».

Mi hija. Divulga esto.

474. ¡Un cambio muy grande vendrá sobre su tierra! — 11.03.2014

Mi hija. Mi querida hija. Yo, tu Santa Madre en el Cielo, estoy aquí para decirte a ti y a los hijos del mundo lo siguiente hoy:

La luz de su tierra pasará. Ocurrirán muchos e inexplicables cambios. Dios Padre ya les está dando señales en el cielo, el agua y la tierra de que TODO está en cambio y que en un tiempo espacioso y muy cercano nada será como lo conocen.

Continentes desaparecerán parcialmente. Países enteros desaparecerán. Mares que conocen cambiarán, ríos y montañas emergerán, es decir, un cambio muy grande vendrá sobre su tierra, y ay de aquel que no quiera reconocer los signos del Padre: perecerá en cenizas y escombros, se ahogará o será alcanzado por el fuego. Pero si lograse escapar a todas estas catástrofes y sigue sin convertirse, entonces las fauces del infierno se lo llevarán y caerá en las profundidades del abismo.

Mis hijos. ¡Su oración es poderosa! ¡Úsenla! ¡Úsenla! ¡Y conviértanse! Esto incluye que deben purificarse, es decir, arrepentimiento, penitencia, confesión, ¡un nuevo comienzo con Jesús! ¡Denle a ÉL su SÍ! ¡Su vida! ¡Su ser! Así se salvarán de las profundidades del abismo, el fuego no los consumirá, los terremotos y las inundaciones no tendrán poder sobre ustedes. Pero donde se haya colado el diablo, ¡la mano de Dios lo detendrá! ¡Lleven el santo sello del Señor y confíen! Amén.

Su Madre del Cielo quien los ama.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación. Amén.

«Entren en oración. Un ángel de los 7 coros».

Gracias, Mi hija. Divulga esto. Amén.

473. ¡Estos días trascendentales! — 10.03.2014

Mi hija. Mi querida hija. (Jesús aparece radiante, sonriente, envuelto de luz blanca, pura, resplandeciente, lleno de alegría). Buenos días, Mi hija. Yo, tu Santo Jesús, estoy aquí para decir lo siguiente a Nuestros hijos hoy:

Todo está preparado (en el Cielo). Díselo a Nuestros fieles seguidores, porque su redención sucederá pronto. Tan pronto como Yo, sus Jesús quien tanto los ama, venga a ustedes, miles de millones de almas más Me reconocerán a Mí, su Salvador, se volverán dirigir sus vidas hacia Mí y Mi Padre, es decir se convertirán y se volverán ser fieles hijos de Dios.

Esto será un gran regalo para todos ustedes, pues Mi venida también tocará y agrandará sus corazones y ¡los llenará de una alegría indecible! Entonces se harán una idea de lo maravillosa que será la vida eterna, porque este amor que los traigo permanecerá inolvidable para ustedes y los hará fuertes y preparados para lo que aún estará por suceder aquí en su tierra antes de que Yo venga por segunda vez y el fin se sellará.

Mis hijos. Perseveren, porque les esperan tiempos gloriosos. Pronto, ya muy pronto, estaré delante de todos y cada uno de ustedes y ¡su alma gritará de alegría!

Pero aquellos que han jurado lealtad a la bestia huirán de Mí, ¡de Mi presencia! Nunca habrían podido imaginar lo “poderosa-potente” que es Mi luz y huirán a los brazos de Mi adversario. Él les dirá aún más mentiras y el mundo se oscurecerá una vez más después [a pesar] de este maravilloso evento y los miles de millones de conversiones.

Los seguidores de Satanás creerán entonces que hubiesen alcanzado su meta cuando su demonio haya ascendido al trono del mundo, y su regocijo será grande, pero de corta duración. Será entonces cuando Yo vendré por Segunda Vez y obtendré la victoria para todos Mis hijos que llevan el sello del Padre. El mal será derrotado, Satanás encadenado y sus seguidores destruidos, tragados por las fauces del infierno, que será su morada.

Mis hijos. ¡Mis queridos, fieles hijos! ¡Todos ustedes se irán conmigo y las glorias de Mi Padre serán suyas! Los amo tanto y espero con alegría estos días trascendentales: la gran conversión de los hijos que aún están perdidos, así como la victoria final sobre Lucifer y sus demonios.

Mis hijos. ¡Sus oraciones hacen tanto bien! ¡Recen las oraciones que les hemos dado en estos y otros mensajes! ¡De esta manera, el número de los que van con ustedes al Nuevo Reino aumentará día a día y el sufrimiento que Satanás quiere infligirles será mitigado!

¡Oren, Mis hijos! ¡La oración es el arma más fuerte que tienen! Es su arma en la lucha contra el mal. Amén.

Los amo tanto.

Su Jesús quien los ama.

472. ¡Dejen que arda en ustedes la llama divina! — 09.03.2014

Mi hija. Mi querida hija. Sean siempre buenos los unos con los otros y lleven amor en sus corazones. Así serán puros y dignos de encontrarse con el Señor. El que está contrito, viviendo en discordia y con un corazón impuro tendrá dificultades para enfrentarse al Señor, porque se ha involucrado con el demonio, no le ha resistido, y su luz se ha oscurecido y no podrá soportar el amor y la luz purísima de Mi Hijo.

Por tanto, ¡sean buenos los unos con los otros y no peleen! No le den al demonio ninguna oportunidad sobre ustedes, pues se ríe burlonamente cada vez que pecan. No se dejen provocar y no cedan a las tentaciones, por grandes o pequeñas que sean, porque [entonces] pecan y causan sufrimiento al otro, a ustedes mismos y a Mi Hijo, que tanto los ama.

Sean, pues, buenos los unos con los otros y ¡dejen que arda en ustedes la llama divina! Entonces el amor y la alegría estarán en ustedes y no habrá ira ni cólera en su corazón.

Sean buenos, Mis hijos, ¡y sigan aguantando estos últimos días! Ya pronto vendrá Jesús y los liberará de este mundo diabólico.

¡Tengan valor! ¡Sean fuertes! ¡Y sigan a Mi Hijo! Cuanto más profundamente se entregan a Mi Hijo, ¡menos influencia tendrá el diablo sobre ustedes! Cuanto más se entregan a Jesús, más resistentes se volverán a las tentaciones del diablo. Cuanto más se unan con Jesús, más deberá ceder el diablo, porque Jesús vivirá a través de ustedes si se entregan completamente a ÉL.

Que así sea. Por favor, da a conocer esto, Mi hija.

Tu/su Madre en el Cielo que te/los ama. Amén.

«Vengan a Mí y les prometo que los ataques del demonio tendrán cada vez menos poder sobre ustedes.

Su Jesús que tanto los ama. Amén.»

471. Todos los hijos de su tierra. — 09.03.2014

Santa Teresita del Niño Jesús: «Mis hijos sufren mucho. Por favor, oren por ellos.»

«Los niños de la tierra están sufriendo. Oren, Mis hijos, oren, porque sólo su oración puede aliviar su sufrimiento, vivan en la pobreza o en la riqueza.

Cuídenlos, ámenlos y dejen que sean niños. Yo, su San Josep de Calassenç, se lo digo y les pido su más ferviente oración por todos los niños de su tierra, incluidos los que viven en el seno materno. Amén».

«Mis hijos. Su mundo está contaminado por el demonio y sus hijos están sufriendo. ¡Ayúdenles! ¡Oren por ellos! ¡Apóyenlos! ¡Compartan con ellos! ¡Ámenlos! Nosotros, los santos aquí reunidos, se lo pedimos. Amén.»

La Madre de Dios: «Tanta miseria, tanto sufrimiento. Ayúdense mutuamente y salven a sus hijos. Amén.»

Vayan ahora.

470. ¡Este acontecimiento está más cerca de lo que están dispuestos a creer! — 09.03.2014

Mi hija. Mi Sol. Por favor, diles a Nuestros hijos que se conviertan. Jesús los está esperando. Quien no profese su fe en ÉL se perderá. Quien no LE honre no entrará en el Nuevo Reino. Quien no se prepare no podrá recibirle a ÉL, porque Su Luz es tan pura, Su amor tan claro, y nadie podrá soportarlo que no se haya purificado y aceptado Su amor.

Mis hijos, vengan todos a Jesús, porque sólo ÉL es el camino hacia la gloriosa gloria del Señor. Sólo a través de ÉL encontrarán la salvación. Sólo con ÉL podrán entrar en el Nuevo Reino.

Sean conscientes de las glorias del Señor y vivan en amor y alegría, pues Jesús vendrá a redimirlos, pero deben darle su SÍ a ÉL. Quien no siga a Jesús se perderá en manos del diablo, pero quien se ponga en camino y trate de vivir según los mandamientos del Señor (según su leal saber y entender), quien peque y se arrepienta, quien ore y se prepare, él tomará conciencia de las glorias del Señor y cosecharé los frutos del paraíso, pero quien se estanque, siga viviendo en su «rutina», no se purifique y no se prepare para Jesús, para él el infierno se convertirá en su última parada, ¡porque el diablo y sus demonios se lo llevarán, le robarán el alma y la empujarán al lago de fuego!

Así que levántense y prepárense para la Segunda Venida del Señor, ¡porque este acontecimiento está más cerca de lo que están dispuestos a creer!

Su Buenaventura. Amén.

469. ¡Quien no confía no experimentará Nuestros milagros! — 09.03.2014

Escribe, Mi hija. Yo, su Santa Marina, estoy aquí para decirles hoy a ustedes, hijos de la tierra, lo siguiente:

Deben volver a aprender a confiar. Quien no confía no experimentará Nuestros milagros, porque no cree que sean posibles (en él o en su alrededor). También deben (volver) a aprender a confiar los unos en los otros, pero para poder hacer esto deben cumplir siempre lo que prometen, hacer lo que dicen y estar completamente ahí para el otro, pues de lo contrario nunca alcanzarán una verdadera base de confianza.

Confiar en Nosotros es muy difícil para muchos de ustedes, hijos de los hombres, pero pueden estar seguros de que NUNCA podrán ser decepcionados por Nosotros, por Dios Padre. Sólo quien confía ciegamente en las personas sin haber establecido una base que provenga del amor, del estar ahí para el otro y del sacrificio, siguiendo a las masas y no estando en contacto, contacto directo, con Dios su Señor y Padre, será decepcionado, pues sus expectativas no se verán cumplidas, pero cuando se dé cuenta de ello, ya estará tan profundamente herido que cada vez tendrá menos confianza.

Mis hijos. ¡Suelten sus expectativas demasiadas altas y crean la base de la confianza! Quien no tiene expectativas no puede ser decepcionado. Pero quien sigue a las masas y confía ciegamente en las personas siempre estará esperando algo, y estas expectativas difícilmente se cumplirán, porque falta la base y, por tanto, la confianza que ustedes, sin embargo, depositan ciegamente en estas personas y masas y luego se decepcionan amargamente.

Así que crean esta base en sus relaciones interpersonales lo que recién hace posible la confianza, ¡y confíen en Dios Padre, en Su Santo Hijo, en la Madre María y en Nosotros los Santos!

¡Vengan a Nosotros sin expectativas algunas y confíen! Los milagros del Señor son mayores y más hermosos que cualquier expectativa que ustedes pueden tener, así que libérense de expectativas y simplemente dejen que sucedan las cosas.

¡Dios, el Señor, cuidará de ustedes, les dará amor y les dará siempre protección y guía! Confíen en ÉL y en Su Santo Hijo, porque ÉL, Jesús, es el camino hacia ÉL, hacia el Padre.

Los amo y daré Mis milagros a quien confíe en Mí. Que así sea.

Su Santa Marina. Amén.

Mi hija. Divulga esto. Amén.

468. ¡Siempre estaré con ustedes! — 08.03.2014

Mi hija. Mi querida hija. Acepta todo tal como es, pues es necesario.

Mi hija. Todo sufrimiento, todo cansancio y pesadez y todo lo que impide una rutina diaria normal es necesario en este momento para tocar y convertir las almas de los melancólicos. Así que ofrézcanme a Mí, su Santo Jesús, también esta «carga», porque de esta manera muchas más almas Me encontrarán y Nuestro Ejército Remanente será cada vez más numeroso.

Mis hijos. Sé lo difícil que son para ustedes estos últimos días del final de los tiempos, pero pronto pasarán y todo su sufrimiento, su sacrificio, su expiación, los cosecharán como frutos en Mi Nuevo Reino.

Así que perseveren, Mis tan amados hijos, y esperen con alegría la Nueva Era donde vivirán a Mi lado en plenitud y en el amor, en la alegría y en la gloria, sin sufrimiento ni preocupaciones, porque ustedes son Mis hijos amados en los que Yo y el Padre de todos Nosotros, estamos complacidos.

Mis hijos. Todos ustedes los que están a Mi lado se irán conmigo, porque Mi Reino es su herencia. Mi amor por ustedes es grande e íntimo y Mi es deseo verlos liberados del pecado y viviendo en la plenitud como verdaderos hijos de Dios.

Siempre estaré con ustedes y los acompañaré a través de estos días del fin. Crean y confíen, porque así será.

¡Los amo tanto!

Su Jesús quien los ama.

Salvador de todos los hijos de Dios. Amén.

Mi Hijo los está esperando. Permanezcan fieles a ÉL. Amén.

Su Madre del Cielo.»

467. ¡Yo, su Santo Padre en el Cielo, los invito a estar en paz los unos con los otros! — 07.03.2014

Mi hija. Mi querida hija. Aquí estás. Yo, tu Santa Madre en el Cielo, estoy aquí contigo. Por favor, escribe, Mi hija. Yo, tu Santo Padre, también estoy aquí:

Ámense los unos a los otros, Mis hijos, como los ama Mi Santo Hijo. Ayúdense unos a otros, cuídense unos a otros y sean siempre buenos unos con otros. Lleven alegría a los deprimidos, una sonrisa a los sombríos y no se peleen. ¡Pónganse de acuerdo con amor y no permitan la división!

Yo, su Santo Padre en el Cielo, los invito a estar en paz los unos con los otros.

Respétense con amor en el corazón y encuéntrense con alegría. No alberguen ni la ira ni la rabia, ¡no estén tristes ni pesimistas! ¡Miren el corazón del otro que, como el suyo, anhela la paz, la alegría y el amor!

Trátense mutuamente siempre como hermanos, como una gran familia, ¡y no tengan rencillas ni malicia entre ustedes! ¡Sean buenos, independiente lo que hagan, con quien se encuentren y lo que piensen! ¡Los pensamientos positivos les dan alegría a Uds. y a su entorno!

¡Piensen en positivo! Lleven una sonrisa en la cara y sean siempre abiertos de mente y alegres, ¡entonces su vida será más fácil, será más bella, valdrá (cada vez más) la pena vivirla!

¡Sean buenos y recen donde se necesita la oración! La oración cambia muchas cosas, en Uds., en los demás, en su entorno, en su mundo. Recen también siempre en las intenciones de Mi Santo Hijo, y recen sus rosarios, así como las oraciones que les damos en estos y otros mensajes. ¡Su oración es muy necesaria!

Y si faltan, confiésense. Arrepiéntase de lo que hicieron mal y háganlos mejor la próxima vez. Aléjense del pecado y lleven el amor en sus corazones y al mundo. Quien siga a Mi Hijo hará el bien y la semilla que siembre dará fruto.

Así que sean buenos unos con otros y sigan a Mi Hijo y la cosecha será abundante.

Que así sea. Amén.

Los amo,

Su Padre en el Cielo.

Creador de todos los hijos de Dios y Creador de todo ser. Amén.

«El Señor ha hablado, así que sigan Su llamado. Yo, el Ángel del Señor, se lo digo. Amén. Su Ángel del Señor».

Mi hija. Divulga esto. Amén.

466. ¡Su oración es la clave del cambio! — 06.03.2014

Mi hija. Mi querida hija. Yo, tu Santo Padre en el Cielo, estoy aquí contigo para decirte hoy lo siguiente a ti y a los hijos de la tierra:

Uds. no pueden negar los signos de su tiempo presente, Uds. deben reconocer las intrigas de sus políticos y jefes bancarios y otras «personas influyentes» y no deben esconderse, siguiendo la divisa que ojalá todo siga su camino y vuelva a ser bueno por sí mismo, ¡porque no será así!

Por mucho que traten de alejarse de la verdad, por mucho que se distraen facilitando así que el diablo aún más los «controle», ella (la verdad) siempre seguirá siendo cierta y real, porque por mucho que «escondan la cabeza en la arena», por mucho que descartan todo e inventan explicaciones, nada cambiará el hecho de que el final de su tiempo está a la vuelta de la esquina, pero lo que sí pueden cambiar es su comportamiento, su apertura en lugar de cerrazón, su determinación en lugar de pasividad.

¡Su oración es la clave del cambio! Recen, Mis hijos, recen, ¡porque las guerras se están intensificando ahora y sólo su oración podrá mitigarlas! Defiéndanse, Mis hijos, de todas las doctrinas que «ellos» intentan imponerles y ¡NO SIGÁN NUNCA A LAS MISAS [LA MAYORÍA]!

Permanezcan completamente con Jesús, Mi Hijo que tanto los ama, ¡y entréguense completamente a ÉL! Sólo con ÉL tienen la posibilidad de aún evitar muchos sufrimientos y de salvarse Uds., ¡sus almas! Quien sigue escondiéndose, quién sigue de no creer y no REZAR, no experimentará la salvación, porque los malvados caerán sobre él y el demonio tomará posesión de su alma.

Por lo tanto, Mis amados hijos, ¡levántense y defiéndanse con la oración! ¡Con fe! ¡Con grupos de oración! ¡Con honestidad! Esto también incluye hablar en contra de las masas para traer la verdad a la luz, porque sólo de esta manera aún muchos más hijos «dormidos» serán despertados, y su coraje para ser honestos y crear claridad también les dará a ellos (nuevo) coraje.

¡Así que levántense y vean las señales tal como son! Conviértanse y profesen su fe en Jesús, porque ÉL vendrá a liberar a todos Sus hijos fieles. Amén. Que así sea.

Su Padre en el Cielo quien los ama.

Creador de todos los hijos de Dios y Creador de todo ser. Amén.

«Tengan coraje, Mis hijos». Jesús y Dios Padre.