Mi hija. Mi querida hija. Ven a Mí, hija Mía, y escucha lo que quiero decirte a ti y a todos Mis hijos hoy:
La luz de la tierra se oscurecerá en cuanto expulsen a Mi Hijo de sus iglesias, porque donde ya no hay fe verdadera, donde ya no Nos quieren a NOSOTROS, a Mi Hijo, que tanto los ama y a Mí, su Santo Padre en el Cielo, despreciándonos y apartándonos, ahí Mi Luz ya no brillará, y donde no brille Mi Luz, se instalarán las tinieblas y reinará el mal.
Mis hijos. Conviértanse a Mi Hijo a tiempo, porque de lo contrario serán tomados por la raíz del mal, que es Satanás. Serán dominados y controlados y una profunda pena y desolación se extenderá en su alma. El dolor del alma y de su corazón será grande, porque no han querido Mi luz, y donde Mi luz ha brillado, los ha calentado y los ha llenado de amor, ahora sólo habrá oscuridad y frialdad, causando dolor y agresión. Ustedes mismos se volverán malos, pues este estado será difícilmente soportable, y como (ya) no están conectados a Mí, no ven Mi luz, no la perciben, no la sienten, pues se lo será arrebatada, sufrirán un gran tormento emocional. Les ocurrirán injusticias aún mayores, porque serán como una presa fácil para el grupo de élite que no conoce el amor, sino que está totalmente al servicio del diablo. Comenzarán a vivir sus inclinaciones más bajas y serán arrastrado más y más profundamente en este pantano de maldad, de la perdición.
Mis hijos. Su destino será cruel, pero tienen la posibilidad de escapar de todo ello. ¡Aprovechen la oportunidad! ¡Profesen su fe en Mi hijo! Y prometo que ningún hijo que confíe en Mi Hijo sufrirá este dolor. Mantendrá Mi Luz, brillando en ella, palpable y agradecida, pues cuando todo se derrumbe a su alrededor, siempre se sentirá protegido, pues se ha entregado a Jesús, y NADIE puede quitarle a Jesús.
Mis hijos. Mi Hijo es su única oportunidad. Por favor, aprovéchenla y denle su SÍ a ÉL.
Les doy las gracias y los amo. Ustedes son Mis hijos y YO SOY su Creador. Si no fuera por Mi infinito amor por ustedes, su mundo ya estaría perdido. Pero a través de Mi Santo Hijo y sus verdaderos seguidores que Me dan tanto amor y Me anhelan, que rezan, expían, sufren y piden por los hijos perdidos, este mundo, ustedes que (todavía) Me rechazan, no obedecen Mis mandamientos y están más cerca de la bestia que de su Creador, todavía han recibido una oportunidad.
Así que acepten esta oportunidad y no la dejen pasar sin más. Mi Hijo vendrá -pronto, muy pronto ya- y se llevará a todos los hijos fieles con ÉL. Espérenlo con amor y mesura. Los amo.
Su Padre en el Cielo.
Creador de todos los hijos de Dios y Creador de todo ser. Amén.
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«El Señor ha hablado, así que sigan Su llamada. Jesús es su única oportunidad. ¡Aprovéchenla! ¡Profesen su fe en ÉL! Y confíen en Él. Yo, Su Ángel del Señor, se lo digo. Amén.
Su Ángel del Señor.»
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«Mi hija. Hazlo saber. Tiempos oscuros esperan a su tierra, y el que no profesa su fe en Jesús
se perderá en esa oscuridad. Amén.
Tu Madre en el Cielo Quien te ama.»
(Jesús está allí y mira la tierra. Es lo que está aún por venir si no nos convertimos. ÉL me muestra la oscuridad y el fuego (conflagración) y muchos seres «negros» (adoradores del diablo). Se despide de Mí: «Hazlo saber, Mi hija. Su oración aún puede cambiar mucho.» Se va con Dios Padre, la Madre de Dios y los ángeles. La tierra sigue ardiendo. Los adoradores del diablo se «ensañan» con las cabezas y las armas levantadas contra el Cielo, contra Dios.)
> Un estado profundamente triste, desolado y terrible. No quiero estar más en esta tierra. <
«Mi hija. No estés triste. Su oración todavía puede prevenir mucho.» (La Madre de Dios con cariño.)
(Entonces Jesús viene una vez más y se la lleva).