425. ¡Sin ÉL no somos nada! — 26.01.2014

Mi niña. Mi querida niña. Gracias, Mi hija. Hoy queremos decirte a ti y a Nuestros hijos lo siguiente:

Pronto llegará el tiempo prometido, pero muchos hijos aún siguen avanzando hacia el abismo y no les importa nada la Palabra del Señor que les damos en estos y otros mensajes.

Mis hijos. En lugar de acumular más y más riquezas terrenales, empiecen y avancen en el camino hacia Dios. Jesús los espera a cada uno de ustedes para llevarlos al Padre, pero el camino hacía allá no es lo exterior, el reconocimiento, la riqueza y otros símbolos que representan estatus para ustedes, sino lo interior, la humildad, la gratitud, el hacerse pequeño ante el Señor, la fe y la confianza, porque sin ÉL, el Padre Todopoderoso, no somos nada, y sin Jesús, Nuestro hermano y Redentor, no podemos recorrer el camino de vuelta a casa, al Padre.

El Señor envió a Su Hijo para redimir a Sus hijos perdidos, por lo que ÉL (Dios Padre) hizo de ÉL (Jesucristo) el camino para ustedes de vuelta hacia ÉL (el Padre). ¡Así que profésense y den su SÍ a Jesús! Entonces, si lo dicen sinceramente, nada se interpondrá en su regreso a casa.

Mis hijos. Digan su SÍ y entréguense a su Redentor, de esta manera el diablo perderá el poder sobre ustedes y se harán fuertes y poderosos, porque el Señor les regalará Sus milagros, les enviará Sus ángeles y les concederá protección y fuerza.

Así que conviértanse y pónganse plenamente a Su cuidado, así pasarán los próximos días (tiempo) con Jesús y al final de los días entrarán con ÉL en Su Nuevo Reino.

Que así sea.

Los amo. Conviértanse.

Su Madre en el Cielo con la Comunión Celestial de Ángeles y Santos. Amén.

424. ¡Con la muerte física comienza su eternidad, porque el alma no conoce la muerte! — 25.01.2014

Mi hija. Mi querida hija. Gracias por venir. Mi hija. Yo, tu Santo Padre, estoy aquí para decirte a ti y todos los hijos lo siguiente:

Los amo, Mis queridos hijos, y Mi amor por ustedes es infinito. Los he creado, a cada uno de ustedes, en el más grande e íntimo amor, pero ustedes no conocen de este amor, han olvidado de dónde vienen, Me han olvidado a Mí.

Es muy triste para Mí, su Padre que tanto los ama, ver que tan lejos se han distanciado de Mí. Aún más Me entristece verlos, inconscientes pero llenos de orgullo caer en las trampas del demonio, que obtiene su única satisfacción de hacerlos daño para atormentarme a Mí, pues conoce Mi amor por cada uno de ustedes y, como adversario Mío, se ha propuesto como objetivo quitarme lo que Me es más querido: ustedes, hijos Míos, sin embargo, el ya ha errado en esto en Jesús, mi Hijo Santísimo, y no ha entendido que con la muerte viene la vida y que todo tormento se convierte en amor, misterio que sólo unos pocos entienden, y sin embargo es así, pues quien profesa su fe en Mí, quien confía en Mí, quien ofrece su vida como sacrificio, todo bueno y todo malo, todo bello y todo doloroso, alcanza la Vida Eterna, porque el alma no conoce la muerte, y la Vida Eterna se le da a quien da su SÍ a Mí y a Mi Hijo.

Mis hijos. Mis tan queridos hijos. ¿Entienden ahora lo importante que es encontrar a Jesús? ¿Ven que cuando se han confesado su fe en Mí y en Jesús, el diablo no puede hacerles ningún mal?

Con la muerte física comienza su eternidad, cada sufrimiento que Me regalan vuelve como amor a ustedes y a los demás. Quien siga a Jesús entrará en el Nuevo Paraíso, sin muerte, sin sufrimiento, porque el diablo no tiene poder sobre ustedes, pero, Mis queridos hijos, deben dar su SÍ a Jesús para liberarse del diablo, de lo contrario los reclamará y la condenación será su última morada.

Por eso Yo, su Padre que tanto los ama, estoy triste, porque veo cómo muchos de Mis hijos no han dado todavía su SÍ a Jesús. Por favor, vuelvan y corran hacia Mi Hijo, porque a través de Su muerte ÉL ha conquistado el mal y los ha liberado del pecado.

Acepten este regalo y síganlo a ÉL, así ustedes también vencerán al mal, porque Jesús vendrá a encadenar al diablo y 1000 años de paz serán los suyos.

Que así sea.

¡Vengan a Jesús!

Con el amor profundo,

Su Padre en el Cielo.

Dios, el Altísimo. Amén.

Gracias, Mi hija. Divulga esto. Amén.

423. ¡De este amor surgió esta Misión! — 24.01.2014

Mi hija. Por favor, hoy diles a Nuestros hijos lo siguiente:

Nosotros, Mi Santo Hijo Jesús y Yo, su Santa Madre en el Cielo, los amamos mucho. Dios, Padre de todos Nosotros, Creador de todo ser y de todos los hijos de la tierra, los ama mucho. De este amor surgió esta Misión. ÉL, el Padre Todopoderoso, Me eligió a Mí, su humilde sierva, y Me confió a Su Hijo Santísimo, Jesús, su Redentor. ÉL LO envió a la tierra para que ustedes, liberados del pecado, pudieran encontrar el camino de vuelta a ÉL, a su Padre y Creador, pero ustedes están suprimiendo este hecho cada vez más fuera de su tiempo actual y así se están alejando cada vez más de su Padre.

Mis hijos. Jesús, el Hijo unigénito de Dios, es su oportunidad para la eternidad. Por esto ÉL vivió y murió por ustedes, Mis hijos. A través de SU entrega al Padre ÉL abrió el camino a casa para todos los hijos de Dios, pero ahora son ustedes quien deben recorrer este camino. Jesús está ahí para ustedes, para cada uno de ustedes, y juntos ÉL recorrerá este camino con ustedes, pero para aquello deben darle a ÉL su SÍ y entregarse plenamente a ÉL, porque sólo así ÉL podrá trabajar en ustedes y a su alrededor.

Mis hijos. Los mandamientos de Dios son muy sencillos. Si todos los obedecieran, su mundo sería ya un paraíso, pero mientras la serpiente esté entre ustedes, seducirá una y otra vez a las almas que consideran nulos estos mismos mandamientos y sólo buscan su propio beneficio personal.

Mis hijos. Jesús les ayuda a integrar los valores del Señor en su vida y a vivir según la voluntad del Señor. Entréguense plenamente a ÉL y los misterios de la vida entenderán (les serán revelados) poco a poco.

Mis hijos. Una vez que hayan encontrado a Jesús, LO anhelarán cada vez más y los verdaderos valores de la vida les serán dados. La felicidad interior se apoderará de él y se dará cuenta del juego que el maligno está jugando aquí en su tierra.

El Espíritu Santo los inspirará y les dará claridad, pero deben confesar su fe en Jesús y confiar plenamente en ÉL. ¡Sólo ÉL es el camino al Padre!

No sigan nunca a las personas, porque entre ellos habrá muchos lobos con piel de cordero.

Los amo.

Su Madre en el Cielo.

422. ¡Prepárense para la Segunda Venida del Señor! — 23.01.2014

Mi hija. Por favor, hoy diles esto a Nuestros hijos:

Quien piense que el aquí y el ahora es todo lo que hay, no está con Dios. Está caminando por caminos aberrados y es influenciable por el diablo. Quien rechaza a Jesús y no confía en Nuestra Palabra no está con Dios y camina por caminos aberrados, porque esta misión viene de Dios para convertir a todos los hijos, pero desgraciadamente tantos se resisten a ella y así se cortan a sí mismos del camino del bien, del único camino hacia el Padre, porque éste los lleva primero a Jesús y luego junto con ÉL al Padre.

Mis hijos. Es tan fácil venir al Padre, pero en lugar de aceptar y vivir Nuestros mensajes, los están combatiendo y cayendo en pecado, porque quien duda de la Palabra del Señor y habla descaradamente contra ella comete pecado, y cada pecado los aleja más del Señor y los acerca cada vez más al diablo.

Mis hijos. Esta misión, al igual que otras, provienen del Padre en el Cielo. Nosotros, los que hablamos en estos mensajes, estamos comisionados por el Padre. Es SU regalo para ustedes para mostrarles el camino y llevarlos a la gloria, sin embargo, tantos no aceptan este regalo.

Pronto, Mis queridos hijos, será demasiado tarde, pues el tiempo de preparación se está acercando a su fin. Cuando Jesús por fin venga por segunda vez, deben llevar el Sello, es decir, deben estar preparados, pues de lo contrario se perderán en el fango. Las plagas y las calamidades caerán sobre ustedes si no se convierten y encuentran a Mi Hijo, y su alma se perderá, condenada al tormento y la angustia por la eternidad.

Mis hijos. Prepárense para la Segunda Venida del Señor. Les hemos dado las instrucciones en estos mensajes. Léanlas con atención y tómenlas a pecho, porque entonces se salvarán del pecado y de la infamia, y Dios Todopoderoso se complacerá en ustedes. ¡No esperen más y denle su SÍ a Jesús! Entonces estará preparado un lugar para ustedes en el Nuevo Reino de Mi Hijo.

Los amo, Mis queridos hijos, y vendré y estaré con ustedes hasta que Mi Hijo vuelva. Entonces, Mis queridos hijos, comenzará el tiempo glorioso, pues se les dará la paz. Que así sea.

Su Madre en el Cielo Quien los ama.

Amén.

Mi hija. Divulga esta. Te amo. Tu Madre en el Cielo. Amén.

421. ¡Ay del que no haya profesado su fe en Mi Hijo! — 22.01.2014

Mi hija. Mi querida hija. Ven a Mí, hija Mía, y escucha lo que Yo, tu Santo Padre, quiero decir hoy a los hijos del mundo: envié a muchos profetas, pero no quisieron escuchar a ninguno. Muchos malvados salieron y a ellos ustedes sí los siguen ciegamente y con alegría.

Mis hijos. Estás mal guiados y cegados, pues creen que la verdadera felicidad es la riqueza de tipo material, pero no es así. Creen que la vida terrenal debiera estar llena de felicidad y alegría y persiguen las tentaciones y seducciones, porque no saben que la verdadera felicidad está en Mi Hijo y la verdadera alegría en el interior. Por lo tanto, quien busque la riqueza, la felicidad y la alegría en lo exterior, permanecerá siempre en caminos aberrados, pero nunca se llenará de verdadera felicidad, porque el camino que toma no es el camino hacia Mí, el camino que toma le lleva cada vez más lejos de los valores reales y de la verdad que le permiten vivir en plenitud, riqueza, felicidad y alegría.

Mis hijos. Deben convertirse y desistir del pecado. Mi mano castigadora pronto descenderá y golpeará a todos los que no se han apartado del mal. ¡Será castigadora [la mano]! ¡Será atronadora! ¡Será tembladora! ¡Y causará mucho sufrimiento entre los que no se quieren convertir! Sufrimiento que será justo, por todas las iniquidades que están haciendo a los que creen en Mí, a los que siguen a Mi Hijo, a los que viven humildemente y confiados en Nosotros, en Mí y en Mi Hijo.

Mis hijos. La justicia vendrá y el juicio caerá sobre ustedes, así que conviértanse mientras aún estamos en la hora de la misericordia, porque tan pronto como ésa haya pasado, ¡ay del que no haya profesado su fe en Mi Hijo!

Mis hijos. La batalla por las almas y la toma de posesión de su tierra y de ustedes mismos planeada por parte del diablo ha comenzado, y el final está cerca. Así que resistan, las tentaciones, las trampas, los juegos de poder, las doctrinas, las mentiras y los «falsos milagros», porque todo esto el diablo lo ha orquestado y lo orquestará para ustedes.

Conviértanse a Mi Hijo y síganlo a ÉL. Su fidelidad a ÉL les dará el Nuevo Reino, así que aguanten hasta que Mi Hijo venga por segunda vez, porque el tiempo está cerca, muy cerca, y Jesús está preparado para ustedes, Sus fieles seguidores. Que así sea.

Los amo.

Su Padre en el Cielo.

Dios Altísimo. Amén.

«Mi hija. Divulga esto. Te amo. Tu Madre en el Cielo.»

420. ¡Estén advertidos, Mis hijos del hemisferio occidental! — 21.01.2014

Mi hija. Mi querida hija. Te amo mucho. Gracias por habernos servido también esta noche. Los ataques contra Nosotros de la noche son fuertes y malignos y, Mis amados hijos, con sus oraciones, especialmente sus Rosarios Nos proporcionan alivio y detienen muchos de los planes e invocaciones (llamados) malignos, pues, queridos hijos, su oración es poderosa y puede resistir al maligno.

Mis hijos. Continúen rezando en Nuestras intenciones, especialmente las de Mi Santo Hijo. Recen mucho y con fervor, ¡y estén conscientes del poder de su oración!

El final de los tiempos les ha sido profetizado como calamitoso y cruel, y lo que se está haciendo a muchos de Nuestros amados hijos hoy en día, por parte de aquellos que son impulsados por el diablo, desorientados, confundidos, arrogantes, prepotentes y engreídos, es un sufrimiento indescriptible para muchos de ustedes, pues estos hijos han aceptado y están aceptando el sufrimiento de Mi Hijo de la manera más brutal y cruel perpetrado por manos humanas, y ellos llevan su cruz con amor, con fe y con la más profunda confianza en Mi Hijo, una aceptación que se ve recompensada con el amor más grande, más puro y más perfectamente sanador del Padre, sin embargo, es una cruz que tantos de ustedes en el mundo occidental no son capaces de llevar.

Mis hijos. Oren por estos hermanos suyos que están siendo maltratados y asesinados de la forma más brutal, y oren por sus seres queridos, los supervivientes, para que puedan vivir con esta carga, ya que están siendo abusados y asesinados ante sus ojos.

Oren para que estas atrocidades lleguen a un fin, ya que son miles de hombres, mujeres y niños los que así están siendo maltratados brutal y cruelmente sólo por creer en Mi Hijo y en Mí.

Mis hijos. El odio en su mundo desde hace tiempo que no conoce límites y los castigos del Padre caerán sobre ustedes, y donde la paciencia del Señor se agote, su ira descenderá del cielo como ascuas de fuego.

Pero estén advertidos, Mis hijos del hemisferio occidental, ¡porque ustedes están viviendo en la fornicación y la infamia! El Señor los castigará y serán constreñidos, pues su «libertad» que utilizán para la fornicación se les será arrebatada si no se convierten, y los lugares de adoración del diablo serán abrasados y ya no se encontrarán más en su tierra, y les sobrevendrán las mayores penurias y tormentos, porque no se han convertido, no han profesado su fe en el Señor, y así cosecharán la ira del Padre antes de que entonces el gran juicio venga sobre cada uno de ustedes.

Mis hijos. ¡Conviértanse! ¡Encuentren el camino hacia Jesús y con ÉL hacia el Padre! ¡Oren, oren, oren para que no les ocurra la mayor de las desgracias! ¡Sólo la conversión los salvará de estos males, y el Sello del Padre los salvará del gran castigo! Crean y confíen, y OREN, Mis hijos. Su oración es ahora la única arma que tienen contra todo el mal que el demonio ha planeado para su dominio del mundo, y al mismo tiempo calma la ira del Padre que tanto los ama, Mis queridos hijos.

Que así sea.

Su Madre en el Cielo Quien los ama.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la salvación. Amén.

«El Padre mira con tristeza a sus hijos terrenales. Todo el sufrimiento que se están infligiendo mutuamente, también se lo están infligiendo a ÉL, al Padre Todopoderoso, pero no lo ven. Sólo su conversión puede salvarlos del tormento eterno, pues quien se convierte y confiesa su fe en Jesús, el Padre se complace en él. Yo, su Ángel del Señor, se lo digo. Amén. Su Ángel del Señor.»

«Mi hija. Divulga esto. Es muy importante.

Oren, Mis hijos. Y oren especialmente por los niños. ¡Ellos están sufriendo tanto en su mundo de abundancia, de brillo, de pobreza, de crueldad y sobre todo del ateísmo!

Su Madre en el Cielo. Amén.»

419. ¡Sólo con ÉL podrán salir ilesos de este mundo! — 20.01.2014

Mi hija. Mi querida hija. Hay muchas cosas que nos gustaría decirte, pero no te sientes bien. Por lo tanto, sólo dile brevemente a Nuestros hijos que los amamos y que Jesús, el Señor, los está esperando.

Sólo mediante la conversión alcanzarán el Reino de los Cielos. Por favor, diles esto.

Te amo,

Tu San Josep de Calassenç.

Amén.

Mi hija. Yo, tu San Antoni, Me alegro de tu fidelidad. Dile a todos Nuestros hijos que sean fieles a Jesús y que vivan su vida con ÉL. Deben convertirse y encontrar el camino de vuelta a los únicos valores verdaderos, porque el que no se convierta y siga viendo el mundo de hoy como normal, el que no guarde la Palabra de Dios y Sus mandamientos seguirá atrapado en el mundo ilusorio y nebuloso de la bestia y perecerá con ella, porque la verdadera luz sólo está donde el Padre, pero no en el mundo en el que tantos de ustedes se mueven, y la verdadera vida está en el lado del Señor, pero no en el mundo ilusorio del diablo.

Mis hijos, conviértanse y sálvense a donde Jesús, porque sólo con ÉL alcanzarán el Reino de los Cielos, sólo con ÉL podrán salir ilesos de este mundo y entrar en la Nueva Jerusalén de Jesús. Amén.

Confíen en Nosotros y confíen en Jesús, porque ÉL es el camino hacia el Padre, Quien les dará de Su gloria. Amén. Que así sea.

Su Antoni Claret.

Vientos huracanados de hasta 134 km/h:

«También este viento es purificación. La mano de Dios está golpeando su tierra, pero eso aún no es nada comparado con lo que está por venir. Conviértanse, pues, para que no les ocurra ningún daño. Yo, el Ángel del Señor con Antoni y los santos aquí reunidos, se lo digo. Amén. Su Ángel del Señor.»

Teresa: «Oren por los niños. Necesitan tanto su oración. Gracias.»

418. ¡Invóquenme a Mí en la batalla contra el mal! — 19.01.2014

Mi hija. Diles a Nuestros hijos que tienen el derecho de consultarnos antes de tomar cualquier decisión, especialmente si no están seguros.

Si sienten que algo no les parece bien, entonces no se decidan por ello, pero si creen que es bueno, pero (aún) tienen dudas, pregúntennos a Nosotros. Pondremos la respuesta en su corazón.

Mis hijos. La confianza en el Cielo, en Mí, su Jesús, y en todos sus santos, debe ser grande y sin reservas, pues sólo así podemos trabajar por ustedes, en ustedes y a su alrededor.

Así que confíen en Mí y en la ayuda de todos sus Ayudantes Celestiales, porque esto hará su vida mucho más fácil.

La confianza es la base de Nuestra relación. Quien no confía en Mí, no ha llegado a Mí, y todavía se requiere mucha oración y aprendizaje para poder vivir realmente conmigo por completo y en devoción a Mí.

Mis hijos. Yo, que estoy dotado de la omnipotencia del Padre, obraré milagros en sus vidas, pero deben entregarse completamente [con todo su ser] a Mí y no sólo una pequeña parte de ustedes, de su vida.

Yo, que he sido enviado para estar con ustedes, Me ocuparé de TODO para ustedes, tanto aquí como en la eternidad. Crean y confíen, porque así será, y así es ya aquí [en la tierra] con los hijos que se han entregado enteramente a Mí.

Mis hijos. Encuéntrenme a Mí, su Jesús, completamente, entonces la paz vendrá a ustedes y Mi amor y Mi alegría serán omnipresentes en ustedes. Que así sea.

Su Jesús Quien los ama.

Redentor de todos los hijos de Dios.

Amén.

«Mis hijos. Mi Hijo obra milagros en quien Le de su SÍ a ÉL.

Así que no esperen más y confiesen su fe en ÉL, en su Redentor, y los últimos días de su vida en la tierra y de su eternidad serán hermosos.

Amén.

Su Padre en el Cielo.

Creador de todo el ser.»

«El Señor ha hablado, así que sigan Su llamada.

El que confiesa su fe en Jesús será pleno, y esta plenitud le acompañará toda su vida, aquí y en la eternidad. Que así sea.

Vengan ahora, Mis hijos y denle a ÉL, el Redentor del mundo, su SÍ, para que Sus milagros les puedan suceder a ustedes, y el Padre Eterno encuentre (nuevamente) favor en ustedes.

Yo, el Ángel del Señor, se lo digo. Amén.

Tu Ángel del Señor.»

«Invóquenme a Mí en la batalla contra el mal, porque todo lo que no venga del Señor mismo, lo cortaré de ustedes con Mi poderosa espada.

Así que récenme a Mí, a su San Miguel Arcángel, porque la batalla por las almas ha comenzado y Yo soy su defensor de todo mal.

Que así sea.

Diríjanse a Mí, su Santo Ayudante, que Dios el Padre ha enviado para ustedes.

Los amo y lucharé por cada uno de ustedes que sea fiel a Jesús y Me rece.

Amén.

Su San Miguel Arcángel.

Líder de las Huestes Celestiales.»

Gracias, Mi hija. Divulga esto.

417. ¡Que no teman salir de los círculos de la bestia, pues San Miguel Arcángel está preparado para ellos! — 18.01.2014

Mi hija. Mi querida hija. No estés triste. Todo estará bien. Te lo prometo.

Mi hija. Diles a Nuestros hijos que se conviertan, porque sólo así entrarán en la Nueva Gloria de Nuestro Señor, sólo así Jesús, Mi Santísimo Hijo, los llevará al Nuevo Paraíso y sólo así su alma se curará, sus corazones se volverán alegres y ustedes podrán vivir juntos en la paz eterna.

Mis hijos. Mi Hijo es el camino hacia el Nuevo Reino. ÉL, que es su Redentor, Hijo unigénito del Señor Todopoderoso, es el único camino hacia la Nueva Era, que se caracteriza por la paz y el amor y donde el mal ya no existe. No pongan en juego la oportunidad de esta gloriosa herencia por una para de chutes que les da el diablo, pues él no tiene ninguna intención buena, pero Mi Hijo los lleva a la eternidad del Señor.

Se sentirán plenos, sin deseos, pues tendrán todo lo que anhelan. Ningún deseo quedará abierto para ustedes, pues estarán en la presencia del Señor y no tendrán nada que temer. Despreocupados y cuidados, vivirán en el Nuevo Reino de Mi Hijo, pues Dios, Nuestro Padre, ha pensado en todo y sigue enviando a Sus Santos Ángeles para que los cuiden y estén con ustedes.

Mis hijos. Su vida será hermosa en el Nuevo Reino de Mi Hijo. Crean y confíen y permanezcan fieles a Mi Hijo, porque sólo ÉL los conducirá a este Nuevo Reino de Paz, pero el diablo les traerá condenación y tormento.

Los amo, Mis queridos hijos, y Me preocupo por cada uno de ustedes. Por lo tanto, despierten y corran hacia Jesús para que esta maravillosa herencia sea la suya. Amén.

Su Madre en el Cielo Quien los ama.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación.

«Aún no es demasiado tarde, hijos Míos. Así que confiesen su fe en Mí, su Jesús, porque los estoy esperando a cada uno de ustedes con los brazos abiertos para regalarles Mi Misericordia y Mi Amor que todo lo cura.

No tengan miedo, porque Mi amor por ustedes es mayor que cualquier pecado que hayan cometido.

Su Jesús Quien los ama.

Redentor de todos los hijos de Dios. Amén.»

«Mi Santísimo Hijo los está esperando. Así que vengan a ÉL y vivan con ÉL. Entonces ustedes también serán salvados y se les regalará la entrada a Su Nuevo Reino. Que así sea.

Su Padre en el Cielo.

Dios, el Altísimo. Amén.»

«El Señor ha hablado, así que sigan Su llamada. Yo, su Ángel del Señor, se lo digo. Amén. Su Ángel del Señor.»

«Estoy preparado para luchar por cada uno de ustedes, sin importar que tan aberrado esté.

Lleven el arrepentimiento en sus corazones y vean la Luz del Señor.

Denle su SÍ a ÉL y luego llámame a Mí, su San Arcángel Miguel.

Yo vendré a liberarlos de las tinieblas más profundas, así que no tengan miedo, porque ¡cuando Le den su SÍ a Jesús, el diablo pierde el poder sobre ustedes!

Entréguense a ÉL. Pídanle. ¡Suplíquenle! Porque ÉL, que es el Hijo de Dios, no los dejará solos.

Recuerden Nuestras palabras:

Mi espada es más poderosa que Satanás, y Yo soy el que más teme. Por lo tanto, invóquenme a Mí para que luche por ustedes, y así será.

Pero sinceramente deben querer desprenderse de todos los caminos aberradas que están recorriendo o han recorrido, pues sólo quien con un corazón sincero quiere ponerse a salvo donde Jesús, Nosotros acudiremos en su ayuda.

Que así sea, Mis queridos hijos.

Estoy ahí para ustedes, no importa lo lejos que se hayan alejado del Señor, no importa lo cerca que estén de la bestia.

Quien es sincero y quiere convertirse, quien se arrepiente y confiesa su fe en Jesús, tiene el derecho de llamarme y confiar en Mi ayuda.

Los amo.

Su San Miguel Arcángel. Amén.»

«Oh, Mi hija. ¡Las gracias del Cielo son tan grandes! El que se convierte será ayudado, no importa lo lejos que se haya alejado. Por favor, díselo a Nuestros hijos. Que no teman salir de los círculos de la bestia, pues San Miguel Arcángel, con su poderosa espada, está preparado para ellos. Amén.

Tu Madre en el Cielo.»

416. ¡Aquellos que el mismo maligno envió están en altas posiciones en su mundo HOY! — 17.01.2014

Mi hija. Mi querida hija. Que bueno que viniste. Por favor, diles a Nuestros hijos lo siguiente:

Quien no se levante ahora, (no) siga a Mi Hijo y no se enfrente a los signos de los tiempos, se dejará llevar por las masas que, mal guiadas y perdidas, corren tras el diablo, pues aquellos que el mismo maligno envió están en altas posiciones en su mundo HOY y con la mayor influencia en y a través de sus medios de comunicación, y si ustedes no abren los ojos y los oídos, entonces estarán corriendo directamente en las trampas del diablo y bloqueando así su camino hacia la eternidad, hacia el Señor.

Así que despiértense, Mis amados hijos, y por fin presten atención a Nuestra Palabra que les hemos estado dando ya durante tanto tiempo.

Los amo.

Su Madre en el Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación. Amén.

«Mis hijos. Estén advertidos, porque el fin se acerca. Todavía están por venir tiempos desagradables, pero el fin será glorioso para los que siguen a Mi Hijo. Creen y confíen, porque así será.

Su Padre en el Cielo Quien los ama tanto.

Gracias, Mis hijos. Vengan todos ustedes a casa conmigo, porque los espero a cada uno con los brazos abiertos porque los amo. Amén.»

«Mi hija. Los tiempos se están oscureciendo. Sólo Mis hijos fieles pronto seguirán experimentando la alegría y el gozo, pero los que se apartan de Mí pronto serán alcanzados por el sufrimiento de la tristeza.

Así que profesen su fe en Mí, en su Jesús, y también a ustedes los esperarán tiempos gloriosos. Mi alegría les daré y Mi protección les concederé.

Así que vengan a Mí, Mis amados hijos, porque juntos superaremos estos últimos tiempos. Amén. Que así sea.

Su Jesús Quien los ama.

Redentor de todos los hijos de Dios. Amén.»

«Presten atención a las palabras del Cielo para que no se pierdan. Yo, el Ángel del Señor, se lo digo.

Su Ángel del Señor. Amén.»

Gracias, Mi niña. Mi hija.