365. ¡No hay ningún país en la tierra en el que se permita a los niños seguir siendo niños! — 04.12.2013

Mis hijos están siendo mutilados y nadie hace nada al respecto. Guerras sin sentido están destrozando a los pequeños, tanto sus cuerpos como sus almas inocentes de niño.

¡Paren! ¡Deténganse! Y dejen que el amor viva y triunfe en sus corazones. No sean tontos y no sean dependientes del diablo, porque es él quien trae todo este sufrimiento a su tierra.

Si todos encontraran de vuelta al Padre, Mis hijos serían felices. Se les permitiría vivir y ser felices y ser completamente niños, lo que ya no es posible en su sociedad actual. Los «llenan de basura» y los «atiborran» y los tratan como pequeños adultos incompetentes.

¡Dejen hacer esto! ¡Para con esto! Los niños necesitan ser niños, de lo contrario sus pequeños corazones se marchitarán y estarán tristes y agobiados.

Oren por los niños de todo el mundo, ya que no hay ningún país en la tierra en el que se permita a los niños seguir siendo niños.

Su Santa Teresa del Niño Jesús.

364. El estado de su mundo deprime — 04.12.2013

San Bonaventura:

El estado de su mundo Me deprime, porque la falta de respeto lleva a los hijos de Dios a cometer actos imperdonables que el amoroso Señor con toda Su misericordia al final igual perdona. Me entristece que se hayan alejado tanto. Ahora vete, Mi hija. Te amo. Amén

363. ¡Quien vive con Mi Hijo, el Señor se complace en él! — 04.12.2013

Mi hija. Ahora has vuelto. Gracias por venir, Mi hija. Es una alegría tan grande tenerte aquí de vuelta en este maravilloso lugar sagrado que tanto amas.

Mi hija. Todo estará bien. No deben preocuparse nunca. Tómenlo todo con calma y reflexionen también ustedes sobre este maravilloso tiempo, porque el Señor les ha sido nacido hace 2000 años y es ÉL quien llena sus corazones, es ÉL quien los llena de Su amor, es ÉL quien se entregó por ustedes y es ÉL quien muy pronto los liberará de todo el sufrimiento y la infelicidad de su tiempo presente.

Mi hija. Dile esto a Nuestros hijos en todo el mundo y diles que la misericordia de Mi Hijo perdona todo pecado. Pero no deben ser blasfemos, pues este es el pecado para el que no hay perdón.

Pero, Mis tan amados hijos, no teman, pues pocos de ustedes son culpables de este pecado. Así que vengan a Mis brazos y vayamos juntos a Mi Hijo. Su amor los curará, su misericordia les perdonará. Con ÉL pueden volver a ser un niño, porque es ÉL quien los mantiene protegidos, es ÉL quien los instruye, es ÉL quien los guía y les enseña, y es ÉL quien los cuidará a todos ustedes en cuanto LE hayan dado su SÍ.

Mis hijos. Mis tan queridos hijos. Déjense llevar por Mi Hijo y sus días aquí en la tierra serán hermosos y felices. Alcanzarán el Reino de los Cielos, porque quien vive con Mi Hijo, el Señor se complace en él.

Mis hijos. Así que vengan ahora todos ustedes y den su SÍ a Jesús. No esperen más y entréguense por completo a su bondad. Sientan Su amor omnipotente y Su misericordia que todo lo perdona. Acéptenla y vuelvan a encontrar el camino hacia el Señor, porque el Padre los está esperando con los brazos abiertos y amorosamente extendidos hacia ustedes, y Sus lágrimas, que ÉL llora por cada hijo perdido, se convierten en lágrimas de alegría en cuanto un hijo se convierta a Jesús.

¿A qué están esperando? ¡Dense la vuelta y vuelvan al Señor! EL que les da todo, incluso su propia “carne y sangre”. Los amo. ¡Vuelvan al Señor! Su Madre en el Cielo Quien los ama y el Ángel del Señor. Amén.

362. ¡En esta Navidad concéntrense completamente en Mí! — 04.12.2013

Mi hija. Mi querida hija. Vuelve completamente a Nosotros y déjate caer en Mis Santos Brazos. (Jesús sonríe con tanto amor.) Tú estás cargando el dolor del mundo en estos días. No te desesperes. Este estado no durará mucho.

Mi hija. Todo es como debe ser. Confía. Y disfruten de su tiempo juntos lejos de lo cotidiano. Su tiempo será hermoso y será cada vez más hermoso para todos Nuestros hijos que Nos aman, viven con Nosotros y son fieles incluso en estos tiempos difíciles y tan superficiales.

Mis hijos. Mis queridos hijos. Yo, su Jesús, ahora ya pronto vengo y grande será el asombro de aquellos que no se han preparado para Mí. Pero todos Nuestros amados hijos tendrán entonces la última oportunidad de unirse a Mí, y grande será también la alegría en sus corazones.

Pero aquellos que siguen rechazándome, dándome la espalda y corriendo detrás del adversario, a estos hijos no podré llevarlos conmigo al Nuevo Mundo, porque ellos cierran sus corazones y no son dignos de experimentar las glorias del Padre. Pero aquellos que Me dan su SÍ entrarán en este Nuevo Mundo conmigo y vivirán allí felizmente, en paz y en plenitud conmigo.

No habrá más discordia entre ellos, porque el diablo será entonces derrotado por Mí, por su Jesús, y durante mil años estará encadenado en el lago de fuego. Pero a aquellos que Me negaron su SÍ, los llevará consigo y desatará su poder maligno sobre ellos con rabia y penuria, con sufrimiento y tormento.

Mis hijos. Aún no es demasiado tarde. Vengan todos a Mí, a su Jesús, y grandes serán los milagros también en su vida. Su corazón se volverá ligero y alegre, porque Yo cuidaré de aquel que profese su fe en Mí, que se entregue a sí mismo y su vida a Mí, aquí y en el Nuevo Mundo.

Mis hijos. Conviértanse, y en esta Navidad concéntrense completamente en Mí. Vuelvan a su interior. ¡Reflexionen! Y disfruten de estos maravillosos días santos para estar realmente conmigo, con su Jesús.

Los amo. Prepárense para Mí.

Su Jesús Quien los ama.

Salvador de todos los hijos de Dios.

(Todo el tiempo Nuestra querida Madre de Dios está al lado de Jesús llena de amor y sonriendo.)

361. ¡Celebren la Navidad con amor y alegría y dejen que encienda una nueva esperanza en ustedes! — 03.12.2013

Mi hija. Los tiempos son cada vez más tristes, porque más y más de Nuestros hijos se alejan de Nosotros. Se entregan a los placeres terrenales y no se dan cuenta de cómo el diablo continúa alejándolos de Nosotros con estos trucos astutos.

El diablo es astuto y deben estar constantemente en guardia. Él ya ha lanzado muchas, muchas almas bajo su hechizo, y estas almas perecerán con él si nadie ora por ellas.

Mis hijos. ¡Su oración es TAN importante! Si supieran lo poderosa que es, rezarían día y noche para salvar a todas las almas perdidas quienes espera solamente oscuridad en el infierno del diablo, y así el tormento, la angustia y el sufrimiento eterno.

Mis hijos. Su oración, rezado con amor y esperanza, «mueve montañas», es decir, lo desesperado se vuelve esperanzado, lo incurable es repentinamente curable, el que estaba por morir se despierta y pone vital, el desaparecido se encuentra, y así sucesivamente. La lista es infinita, pero deben comenzar a CREERLO y de usar su oración como un arma para el bien en su mundo.

Mis hijos. Crean, confíen y guarden su esperanza, porque pronto vendrá Jesús. Celebren la Navidad con amor y alegría y dejen que encienda una nueva esperanza en ustedes. Pídale al Espíritu Santo que ÉL entre en su vida y los inicie en los secretos del nacimiento de Cristo.

Mis hijos. Permanezcan contemplativos estos días y abandonen el consumo y el jovial mundo ilusorio, porque son corazones tristes que buscan su felicidad en el exterior, porque no han encontrado a Mi hijo.

Con profundo amor y afecto.

Su Madre en el Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios. Amén.

 

Visión: Dios Padre y Jesús miran con tristeza las prisas navideñas. Me muestran el vacío de muchos corazones humanos. Su alegría es superficial, mientras el corazón está vacío. Continúan mostrándome el superficial festejo en exuberancia del alcohol y cuán vacíos están cuando van a casa.

Mi hija. Oren por estas personas, porque viven sin encontrar la verdad. Oren por que encuentren a Mi hijo para que sus corazones estén siempre llenos. Amén.

Oración No 30: Oración para el llenado del corazón por el Espíritu Santo

Querido Dios, envía Tu Espíritu Santo sobre los corazones de todos Tus hijos para que ÉL los ilumine y el calor, la seguridad y el amor Divino también llenen sus corazones.

Da que se den cuenta de Jesús, y así la alegría Divina también se establece en sus corazones.

Amén.

 

Esta oración, Mis amados hijos, es un maravilloso regalo de Navidad para todos aquellos que aún no han encontrado a Mi hijo.

Récenla por ellos. Amén.

No hay mejor regalo. Amén.

(Dios Padre y Jesús se van con amor).

Gracias, Mi hija.

360. «El nacimiento de la redención» — 02.12.2013

Mi hija. Los acontecimientos están sucediendo a una velocidad vertiginosa en todo el mundo, así que aprovechen estos días contemplativos para lograr tener (un poco) de paz en sus vidas, para acercarse a sí mismos lejos del estrés de la vida cotidiana y para volver a lo que es importante: la preparación para el Señor y el celebrar la Navidad con el amor, el cuidado, la alegría y la esperanza que les regala el Señor, porque hace más de 2000 años EL les envió a su Hijo, y este «nacimiento de la redención» ustedes  celebran el día de Navidad.

Mis hijos. Es una de las fiestas más hermosas que tienen en el año, porque se les regala la bendición del Señor. El amor del Padre, ese amor tan desbordante y que todo lo da, les ha dado al Salvador, así que celebren esta fiesta con ese amor, con esa alegría y en la «esperanza hecha hombre», porque el Señor les ha dado a Su Hijo y con ÉL la redención del pecado y de la miseria, porque quien sigue a Jesús resucitará y entrará en la gloria del Señor.

Mis hijos. Esperen con alegría esta fiesta y celébrenla de forma contemplativa, porque quien lleva a Jesús en su corazón, quien mira al mundo con Sus ojos y quien ve también el amor del Señor en sus semejantes, estará lleno de alegría y plenitud.

Mis hijos. Entren completamente en el silencio, la gracia, la esperanza y la alegría que trae esta fiesta, y den su SÍ a Mi Hijo, su Jesús. Entonces las predicciones se harán realidad para ustedes y su herencia será el Nuevo Reino.

Celebren esta fiesta como si fuera su última, y así entréguense por completo al Señor. Entonces su alma sanará y celebrarán esta fiesta como lo que es, con alegría y gratitud, en la esperanza y la plenitud realizadas y en el amor omnipresente del Señor.

Que así sea.

Su Madre en el Cielo Quien los ama.

Madre de todos los hijos de Dios.

Gracias, Mi hija. (Jesús está aquí.)

359. ¡Enseñen a sus hijos el por qué se celebra la Navidad! — 01.12.2013

Mi hija. Mi querida hija. Gracias por venir a Nosotros hoy. Te lo agradecemos mucho, porque sabemos el poco tiempo que te queda para estar con tus seres queridos.

Mi hija. Dile a Nuestros hijos que reflexionen, porque pronto ya será su fiesta de Navidad, sin embargo, la reflexión está ausente en la mayoría de la gente. Corren de un lado a otro, estresados o rumbeando, pero no se preparan para el nacimiento de Cristo hace más de 2000 años.

Esta fiesta es muy especial para todos los hijos de Dios en el todo el mundo. Desafortunadamente, sólo los cristianos y las religiones afines celebran esta fiesta por lo que es, y también -y especialmente entre los cristianos- el nacimiento de Mi Hijo queda cada vez más relegado a un segundo plano, porque en lugar de adorarlo a ÉL, recibirlo con alegría e implicarse en esta maravillosa experiencia que se les ha regalado para sus redención, es decir la subida al Reino de los Cielos después de su muerte física, están pensando más bien en cosas externas y están olvidando así el significado de esta fiesta y lo que significa para ustedes, como hijos de Dios.

Mis hijos. Despierten y salgan del mundo de la apariencia, del glamur, de los regalos y de las superficialidades del diablo, porque lo que se celebra es el nacimiento de Cristo, y como tal el amor, la alegría y la contemplación deben estar en sus corazones y en primer plano.

Por supuesto, pueden vestirse bien. También nosotros, hace 2000 años, lo hicimos y nos vestimos de forma festiva, limpia y pulcra para el Señor, porque sólo el que es puro por dentro y por fuera podrá mostrarse ante el Señor (simbólicamente dicho).

Hagan felices a los pequeños, pero no pongan el materialismo en primer plano. Enseñen a sus hijos el por qué se celebra la Navidad. Cuéntenles historias de Nosotros y asistan a las Santas Misas con ellos. Celebren esta maravillosa, esperanzadora y redentora fiesta de forma contemplativa y muestren al Señor su mayor respeto.

Nadie necesita (mucho) dinero para celebrar esta fiesta llena de esperanza y alegría, porque es la fiesta del amor, de la contemplación, de la alegría en el Señor y de la esperanza, porque les ha nacido el Salvador y con ÉL entrarán en la gloria del Padre. ¡Así que entréguense a Jesús! ¡Denle su SÍ! Y dejan de lado todo el bombo, el glamur y el teatro, porque todo esto sólo es una distracción de lo esencial, y así lo más importante, la bondad de estos Días Santos se pierde para la mayoría de ustedes.

Así que confíen plenamente en el Señor y comiencen a vivir estos días de manera como corresponde: llenos de amor, con alegría, contemplativos y en alegría previa. Alegría previa de encontrarse con el Señor, porque les ha nacido el Salvador. Amén.

Su Madre en el Cielo y los Santos Ángeles.

Gracias, Mi hija. (Jesús y Dios Padre están aquí).

Mi hija. Mi querida hija. Este mensaje es muy importante para Nuestros hijos. Por favor, publícala lo antes posible. Gracias, Mi hija. Te amo. Tu Madre en el Cielo.

358. ¡La Navidad es muy especial en muchos sentidos! — 30.11.2013

Mi hija. Mi querida hija. Déjate guiar siempre en todo lo que hagas, y confía siempre en Nosotros, en el Cielo, porque Nosotros estamos contigo y te cuidamos.

Mi hija. Dile a Nuestros hijos de todo el mundo que los amamos. Diles que ahora ha comenzado la temporada contemplativa y que al menos deberían intentar tomarse las cosas con calma y tranquilidad en lugar de estresarse, preocuparse y desgastarse.

Si solo todos ustedes confiaran en el cielo, en Nosotros, entonces no habría todo este «alboroto». Serían hijos de Dios contentos y tranquilos, porque se dejarían guiar en todos los asuntos de su vida, incluso en las pequeñas cosas triviales, que al final del día les habrán robado el «último nervio», porque no confían, no se comunican con Nosotros y no confían en Nosotros.

¿Quién de ustedes confía que Nosotros les podemos comprar los regalos de Navidad? ¿Quién de ustedes cree que los llevaremos a tiempo y al lugar correcto? ¿Quién de ustedes confía en que Nosotros organicemos estas cosas tan cotidianas?

Mis hijos. No son muchos de ustedes, pero aquellos que confían que TODO lo podemos, aquellos que Nos entregan TODO pueden dar testimonio tras testimonio de los milagros cotidianos, porque no son ellos los que gestionan su día, sino que ellos Nos entregan su día a Nosotros. No son ellos que se devanan los sesos con las mundanidades, sino que las entregan a Nosotros. No planifican ellos, sino que se dejan guiar. Ellos escuchan a Nosotros y confían en Nosotros, y esta confianza aumenta día a día, pues saben lo maravillosa que es la Divina Providencia y por eso Nos entregan TODO y a ellos mismos.

Mis hijos. Si solo todos pudieran vivir con esa confianza en Nosotros, serían un tanto más felices, más ligeros, más despreocupados y alegres.

Confíen, Mis hijos, confíen. Den su SÍ a Jesús y dejen que estos pequeños milagros cotidianos entren también en sus vidas. Que así sea.

Su Madre en el Cielo Quien los ama.

Madre de todos los hijos de Dios.

Gracias, Mi hija.

(Jesús sonríe felizmente.) Sí, Mi hija, es Su fiesta. Todas las madres conocen este milagro del nacimiento, por eso la Navidad es muy especial en muchos sentidos. Celébrenlo como tal y encuentren al Señor. Amén.

357. ¡ÉL vendrá gigantescamente del Cielo! — 29.11.2013

Bonaventura: «Buenos días, Mi hija. Qué bueno que llegaste otra vez. Descansa y déjate iluminar, porque la fiesta de Navidad llegará pronto, y habrá ojos grandes y brillantes de niños dondequiera que viva Nuestro Señor en el corazón de las personas.»

Mi hija. No aferren su felicidad en lo externo, porque estos no tienen valor ante Dios, Nuestro Señor. Solo el que es puro de corazón y alma resistirá el amor del Señor, pero al que ha acumulado y atesorado riquezas terrenales no se le dará este amor porque no puede soportarlo porque no se ha preparado para el [encuentro con el] Señor.

Mis hijos. Prepárense para Jesús porque EL vendrá, en la luz más brillante y rodeado de los ángeles del Señor. ÉL vendrá gigantescamente del Cielo y Sus rayos de misericordia se apoderarán y harán llorar a aquellos que creen sinceramente en ÉL y en el Padre, que confían en Ellos y que se han preparado para este gran día.

Pero aquellos que no se hayan preparado para ÉL serán cegados. Apenas sabrán soportar estos rayos de amor y muchos se darán la vuelta para huir, pero no sabrán adónde ir. Reconocerán lo que está pasando y muchos morirán de miedo. Otros se convertirán instantáneamente porque su alma reconoce al Señor. Los malvados se retirarán porque no podrán soportar la luz del Señor.

Mis hijos. Éste será un día maravilloso, un momento que muchos de Nuestros hijos fieles han esperado y han preparado con mucha «diligencia» por él, porque son fieles a Jesús y se han preparado y vivirán este día, el día de la decisión, con la mayor alegría. Pero muchos no se han preparado y han negado a Jesús tanto, tan profundamente in su interior que quedarán como atónitos y no podrán responder. El amor del Señor será demasiado para ellos y dejarán «la tierra».

Mis hijos, oren por estas almas ya que no están listas para entrar al Nuevo Reino del Señor. Éste no se abrirá hasta que se haya librado la batalla final. Tendrán que «aprender» a confiar en el Señor y expiar sus pecados. Ellos harán esto entonces en el purgatorio. Pero deben estar preparados, dar su SÍ al Señor, porque ésta es la única manera de entrar – después de la purificación completa – en la gloria del Señor.

Por eso, Mis hijos, prepárense ya durante su vida, porque quien tiene que ir al purgatorio, experimentará el sufrimiento de la purificación, y hará llorar su alma, porque el alma reconocerá lo que ha hecho mal, se arrepiente profundamente y sufre OTRA VEZ a través de todos los pecados cometidos y experimentados.

Hágase consciente de esto, Mis hijos. El purgatorio es la llama purificadora del Señor y permite a aquellos que no se portaron bien y que no expiaron durante su vida [terrenal] lavarse y así poder presentarse ante el Señor después de que se haya completado la purificación. Pero aquellos que hayan vivido bien y en armonía con la voluntad de Dios durante su vida, que se hayan arrepentido de sus pecados y se hayan preparado para el Señor, se salvarán del purgatorio, porque Jesús los llevará consigo al Reino Nuevo.

Mis hijos. Todo esto todavía les resulta difícil de entender. Déjelo trabajar en ustedes y pídanle al Espíritu Santo que lo descifre. Con ÉL entenderán un tanto más, y con ÉL aclararán sus dudas. Lo que no entienden, déjenlo sentar y NO empiecen a interpretar, ¡porque con eso están quebrantando la palabra del Señor!

Lean, escuchen, entiendan y dejen que lo dicho obre en su corazón, porque el Señor vive en ustedes, y quien viva con el corazón, escucha a su corazón y tome sus decisiones con el corazón, no se equivocará. Que así sea.

Los amo.

Su Madre en el Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios. Amén.

Mi madre les anunció la palabra del Señor. Así que acéptenla y recíbanla en ustedes. Pidan al Espíritu Santo que los ilumine y oren por todos los que no se preparan, amén.

Su Jesús Quien los ama.»

356. ¡Sigan teniendo coraje y aguanten un poco más, porque el día de Mi Segunda Venida se está acercando! — 28.11.2013

Mi hija. Mi querida hija. Estos tiempos ahora pasarán rápidamente, pero el sufrimiento aún seguirá aumentando, las mentiras serán mayores y la necesidad en forma de enfermedad, pobreza y miedo, adoptará formas impresionantes.

Mis hijos. No temen, porque Dios el Señor lo ve todo. ÉL está con ustedes cuando LO invocan. ÉL alivia el sufrimiento cuando se lo pidan, y EL envía la salvación cuando se vuelven a Él y toman el camino hacia Él.

Mis hijos. Prepárense ahora para estos últimos días, porque pronto todo terminará, pero sólo aquellos que hayan profesado su fe en Mi Hijo encontrarán la salvación. Así que conviértanse y prepárense para la segunda venida de Mi Hijo, porque ÉL vendrá a liberarlos, a vencer al adversario y a su ejército malvado, y llevará a todos los hijos fieles con él al Nuevo Mundo donde el Cielo y la tierra se fundirán sin ser uno y donde la paz se dará a todos los hijos.

Conviértanse, Mis queridos hijos, y encuentren el camino hacia su Señor. Estarán eternamente bien con ÉL, porque ÉL es el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ÉL ES y siempre SERÁ, y ÉL es el Creador sobre ustedes y todo lo que es.

Los amo. Vengan todos a Mi Santo Hijo.

Su Madre en el Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios. Amén.

«Amén, les digo esto:

Quien no se convierta ahora, se perderá, porque nada podré hacer por él, ya que no ha profesado su fe en Mí.

Pero el que Me dé su SÍ, Yo lo salvaré y entrará conmigo en la Nueva Gloria.

Así que vengan a Mí, Mis queridos hijos, y déjense acunar en Mis Santos Brazos. Yo cuidaré de cada uno de ustedes y la paz del Señor será su herencia. Realizaré Mis milagros en aquellos que Me aman sinceramente.

Los amo, Mis hijos amados, y vendré a redimirlos. Sigan teniendo coraje y aguanten un poco más, porque el día de Mi Segunda Venida se está acercando.

Con profundo amor,

Su Jesús. Amén.» (Dios Padre sonríe con aprobación.)