(4to día en Lourdes)
Mi hija. Mi querida niña. Estoy tan feliz por todos los hijos que vienen aquí a Mí, su Madre en el Cielo y Madre de Lourdes. Es tan extremadamente importante que TODOS Nuestros hijos encuentren el camino hacia Nosotros, hacia Mí, hacia Mi Hijo y hacia Dios Padre, el Todopoderoso y Altísimo, su Creador, Padre en el Cielo y Creador de todo Ser.
Mis hijos. Difundan Nuestra palabra y permanezcan fieles a Nosotros, aquellos de ustedes que están en el camino correcto.
La Tierra está experimentando y aún seguirá experimentando tiempos muy malos. Las guerras en su mundo son crueles, pero provienen de aquellos que están impuros en sus corazones, de aquellos que no creen en Nosotros, que no quieren vivir con Nosotros y que se han dirigido hacia el poder, la codicia y el animal.
Desafortunadamente, estas almas impuras también se están extendiendo cada vez más a su Santa Iglesia. Presten atención y escuchen bien, porque tan pronto como se introduzcan los cambios en la Escritura, en sus Libros Sagrados, las Santas Misas, la Santa Eucaristía pueden estar seguros de que no provienen de Mi Hijo. El animal ha entrado en el «Cuerpo Santo de Mi Hijo aquí en la tierra», es decir se ha infiltrado en su Iglesia, en su religión, en su fe, porque «el» cambia palabra por palabra -de tal forma que (por ahora) no se dan cuenta-, la Palabra de Dios, las enseñanzas de Mi Santo Hijo, y esto no puede ser.
Por eso permanezcan despiertos y atentos y escuchen y miren atentamente lo que sucede a su alrededor, porque pronto el animal dominará sus iglesias y predicará mentiras desde el altar, mentiras tan bien envueltas que no las reconocerán como tales al principio. Así que presten atención y abran sus ojos y oídos, porque pronto ya ocurrirá todo lo que les estamos comunicando y lo que les hemos comunicado en todo el mundo en Nuestra Palabra.
¡Mis hijos, prepárense! Estos, Nuestros mensajes son el camino de volver a casa con el Padre. Son el camino para encontrar a Mi Hijo, porque les muestran lo que deben hacer para entrar en el Nuevo Reino. Léanlos con atención y vivan de acuerdo con ellos, porque sólo así podrán proteger y salvar su alma cuando ahora llegue el tiempo del fin y su mundo pase.
Pueden estar seguros, Mis tan queridos hijos, de que cuando todo parezca ya perdido, la Santa Iglesia de Mi Hijo resucitará, más grande, más bella, más fuerte y más gloriosa que nunca. El animal será derrotado por Mi Hijo y todos aquellos que son y fueron fieles a ÉL, Mi Hijo, en estos tiempos difíciles serán elevados y alcanzarán la pacífica y amorosa eternidad.
Los amo, Mis hijos. Oren por la paz en su mundo, porque a través de su oración pueden evitar gran parte del desastre mundial.
¡Gracias por seguir Mi llamada y por escucharme! Pongan en práctica Mi Santa Palabra, porque Me la ha ordenado Nuestro Señor. Amén.
Su Madre en el Cielo quien los ama.
Madre de todos los hijos de Dios y Madre de Lourdes.
Por favor, peregrinen Mis hijos, porque así se acercan mucho a Mí. Amén.
«Mi hija. Mi querida hija. Yo, tu Jesús, quiero advertir a Nuestros hijos porque muchos creen que no necesitan cambiar. Cuán perdidos están, porque pronto, muy pronto ya no tendrán tiempo para la conversión. Pero el que no haya venido a Mí, caerá víctima del animal, por lo tanto, mis queridos y fieles seguidores,
¡oren por todos aquellos que han tomado el camino equivocado y creen en las mentiras del animal!
¡Oren por todos aquellos que pasan por sus vidas «durmiendo» y no ven que el final está cerca!
Oren por todos aquellos que no Me han encontrado a Mí, porque sólo a través de la oración de ustedes muchas almas todavía pueden ser alcanzadas para encontrar la conversión, para encontrarme a Mí. Que así sea. Amén. Los amo.
Su Jesús.
Redentor de todos los hijos de Dios.»
«Mi hija. Divulga esto. Amén. Tu Padre en el Cielo y tu Madre en el Cielo.» (Los tres sonriendo pacíficamente y con amor.)