Mi hija. Diles a Nuestros hijos en todo el mundo que se acerca el momento en que deberían convertirse a Mi Hijo Jesús, porque el fin de los tiempos está cerca y Dios, el Padre de todos ustedes, no dará mucho tiempo más, porque demasiado grande es el pecado en su mundo, demasiado grandes los males contra Sus hijos tan amados por ÉL, demasiado grande el poder del maligno que trata de seducirlos y de condenarlos a todos ustedes, que ÉL, el Altísimo, mirara su «escándalo terrenal» aún más.
Conviértanse, hijos Míos, a su único Dios verdadero. Denle a Jesús su SÍ porque ÉL, quien fue concebido sin pecado, quien nació libre de pecado y vivió entre ustedes sin pecado, es UNO con el Padre y ELLOS son UNO con el Espíritu Santo, porque el Hijo viene del Padre y el Espíritu Santo viene de ÉL.
El que creó todo es el Hijo, es el Espíritu Santo, es Dios, el Dios Triuno, quien es tan difícil para ustedes de entender. ¡ÉL ES! ÉL es el Hijo, ÉL es el Espíritu Santo, ÉL es el Dios Triuno que envió a Jesús, una parte de Sí mismo, por amor a ustedes y Quien los libró del pecado, es decir Quien dio Su vida para darles a ustedes la Vida Eterna que solo puede alcanzarse libre de pecado – ¡piensan en el purgatorio, Mis amados hijos! ¡El que no está limpio del pecado primero debe experimentar la purificación allí! – Quien entonces murió por ustedes y así se dio por completo de vuelta al Padre. ÉL es Dios y al mismo tiempo el Hijo de Dios. Éste es el misterio que les resulta más difícil de entender.
¡Dios es el Hijo y Dios es el Espíritu Santo que ÉL les envió -Su Espíritu-, ¡para que entiendan! ¡Para dar claridad! ¡Para traerles la iluminación! ¡Para permitirles entender Sus misterios! Para mostrarles el camino que muchos de ustedes no entendieron a través de la vida de Jesús, no entendieron Su obra, Su salvación y cayeron en duda.
Mis queridos hijos. Crean y confíen. Dios es el Hijo, Dios es el Espíritu Santo, Dios es el Padre. ¡ÉL ES!
¡Regresen! Vuelvan a ÉL, al único verdadero y amoroso Dios Padre, su Creador. Hónrenlo y ámenlo. Porque entonces, Mis queridos hijos, todo estará bien para ustedes y ÉL, quien también creó a ti, te pondrá en Sus brazos amorosos y siempre te cuidará. Solo tienes que dejarlo hacer. Esto haces con tu SÍ a Jesús.
Que así sea.
Te amo a ti y a todos Mis hijos.
Su Madre en el Cielo quien los ama.
Madre de todos los hijos de Dios.
«Amén, les digo esto:
No traten de explicar los misterios de Mi Padre con su mente.
No traten tampoco de poner en palabras lo que no entienden.
A Mi Padre entenderán con la fe. Deben confiar en ÉL y deben abrir sus corazones.
Solo él quien tiene un corazón abierto lo entenderá.
Solo él quien nos dé acceso experimentará.
Solo a él quien Nos regale su existencia serán revelados los misterios y salvará su alma.
Los amo a cada uno de ustedes.
¡Crean y confíen!
Su Jesús quien los ama.
Redentor de todos los hijos de Dios.»
«Mi niña. Mi hija. Comprender Mi misterio requiere vivir la vida conmigo, de compartirla, sacrificarla y regalármela devuelta.
Él que vive conmigo será iluminado.
Él que Me dé su SÍ a través de Mi Hijo, quien SOY YO, Me encontrará a Mi.
Obtendrá una comprensión que él solo – ni con todas las carreras universitarias en su mundo de hoy – podrá alcanzar.
Solo YO SOY Dios y YO SOY Todopoderoso.
Él que venga a Mí, experimentará felicidad,
Él que venga a Mí, vivirá eternamente.
Él que venga a Mí, lo envolveré con amor y le daré Mis regalos.
El que esté conmigo experimentará todas Mis glorias.
Que así sea.
Los amo.
Su Padre Celestial.
Creador de todo ser.»
«Mi hija. Éstas son palabras «pesadas» para ti también. Divúlgalas. Tienen que actuar [las palabras], así que dense tiempo. Comprendan con su corazón, porque para su mente es difícil.
Los amo.
Su Madre en el Cielo quien los ama.
Madre de todos los hijos de Dios.»